Celos

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Marinette miraba ansiosa por la ventana y de vez en cuando estrujaba sus manos con nerviosismo, Adrien al notar esto se puso igual de nervioso. 

- ¿Te encuntras bien Marinette? - su voz había sonado más inseguro de lo que había deseado.

- Si, claro. Estás perfecto, digo esta todo perfecto. Si... Estoy bien - se golpeo mentalmente por comportarse nuevamente como la niña torpe e inestable que fue durante su enamoramiento.

Adrien río ante el nerviosismo de la chica, le parecía realmente tierna la forma en que se comportaba, le recordaba a la Marinette tierna y alegre de la que se había enamorado en algun punto de su adolecencia. Lamentaba no haberlo notado antes de descubrir quien estaba detras de la mascara de Ladybug. Río mentamente, estuvo enamorado de la misma chica por años sin darse cuenta.

Al llegar al pequeño pero elegante restaurante, como todo un caballero se adelanto para abrirle la puerta y ayudarle a decender del vehiculo. Le ofrecio su mano y aunque Marinette parecio dudarlo la tomo provocando en ambos una corriente elecrtica que les recorrio todo el cuerpo, levantaron las miradas encontrandose con una confirmación de que el otro tambien había sentido aquella descarga.

Y el mundo se detuvo, nada ni nadie más existía al rededor de ellos. Era como si todo ser vivio hubiera desaparecido para darles ese fugaz momento, solo para ellos dos.

Marinette fue la primera en salir del letargo en el que habían entrado. Con parsimonia se separo del chico soltando su mano y bajando la mirada con algo de vergüenza.

Adrien sintio un hueco instalarse en su pecho al sentir como se alejaba.

Ya dentro del establecimiento mientras esperaban sus pedidos un silencio un tanto incomodo se intalo entre ellos. Para ambos era un momento nuevo, pues nunca en todo el tiempo de conocerse habían tenido una cita.

- Adrien...

- Marinette...

Tratando de terminar con el silencio ambos hablaron al mismo tiempo, se rieron por el acto lo cual parecio relajar la tensión que se sentía en un principio.

- Gracias por aceptar mi invitación.

- Gracias a ti por invitarme - ambos sonrieron.

- Debo decirte que en verdad siento mucho lo ocurrido antes...

- No tienes de que disculparte, lo que pasó pasó. Comprendo perfectamente que por lo que estabas pasando no era nada facil.

- Si, siempre lo comprendiste - tomó su mano y Marinette le miró - pero eso no disculpa que fuera un completo idiota contigo. Siempre, desde que te conozco has estado para mi y no tengo como agradecerte por eso Marinette.

Sus miradas de nuevo se unieron haciendo latir sus corazones con tanta rapidez que Marinette creyo se le saldría del pecho. Adrien se acercaba cada vez más dispuesto a por fin unir sus labios, como lo había deseado por mucho tiempo.

Para Marinette fueron claras las intenciones del chico pero no se movio, no se alejo o trato de detenerlo, al contrario cerro los ojos en espera del contacto de sus labios. Estaban a centimetros de unirlos cuando un estruendo resonó fuera del establecimiento.

Se separaron de golpe viendo como todos salían corriendo del lugar. Marinette se puso de pie y corrio hasta la puerta del baño para poder transformarce pero una mano la detuvo, volteo y vio la clara mirada de Adrien.

- Dejame ayudarte - ella solo asintío y saco de su bolso un cofre donde guardaba un anillo ya bastante conocido para el muchacho - Gracias - sin más corrío hasta el baño de hombres, tomó el anillo colocandolo en su dedo, de él surgio un viejo amigo.

¿Por qué? Porque la amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora