VI

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2011:

- Jefa he hablado con los empleados, realmente no hay mucho para decir, todos estaban contentos con el nombramiento de Armando, era muy querido por los empleados, los ejecutivos confiaban en el y en su plan y los trabajadores se sentían tranquilos de poder mantener el puesto de trabajo. El lunes el vino sobre el mediodía y reunió a todos en producción, allí les habló a todos contándoles como serían las cosas, que esperaba que entre todos sacaran a flote la empresa y que vieran en él más que un jefe y el dueño, una persona que se preocupaba y quería lo mejor para todos.
Betty no dijo nada, así era su niño, siempre con el corazón por delante.
- Paso el resto del día revisando las maquinas y familiarizándose con el funcionamiento de cada departamento, hablo con los encargados y paso unas buenas horas con el diseñador escuchando sus quejas y proponiéndole soluciones para que se quedara un año más con ellos. Sobre las 18:30 subió a la planta ejecutiva y habló con las secretarias, se reunió con el jefe de personal, un tal Saul Gutiérrez, para que convocara una entrevista para seleccionar su secretaria, le paso una hoja con los requisitos y pasada las 19:30 cuando ya todos habían salido, dejó la empresa, el guardia dijo que el se fue en su vehículo así que no podría decir si parecía alterado. Cuando se fue lo saludo y el respondió tocando la bocina. La próxima vez que lo vio fue el martes a la hora del informe anterior.
- Que se quedó haciendo hasta las 19:30? Dijiste que la jornada acababa a las 19.
- Según una de las secretarias, Berta Rodríguez, que se quedó asistiéndole él estaba mirando en los archivos de personal, como te dije están cambiando las cámaras e informatizado todo, por lo que hay muchas cajas con carpetas y archivos que van a ser informatizados.
- Como se hace eso?
- Pues cogen un archivo los escanean y lo ingresan a una base de datos cerrada perteneciente a la empresa.
- Y el que estaba mirando específicamente?
- archivos antiguos, jefa creo que debe haberse topado con el archivo de la señorita Fuentes.
- Seguramente si.
- La secretaría dijo que él se quedó mirando el archivador y que le dio las gracias y la despidió por el día.
- Donde están esos archivos? Pudiste dar con el de Aura Maria Fuentes?
- No jefa, estamos en ellos, pero los archivos de 1993 están todos mezclados y la cantidad es muy grande, seguimos buscando.
- Dijiste que estaban cambiando las cámaras de seguridad, las desactivaron todas el mismo día? No se hace eso por secciones?
- Puede ser, en qué piensas…
- En sí hay alguna imagen suya del lunes cuando salió, quizás veamos algo. Si el archivo no está, podemos ver si el se lo llevaba.
- Hablaré con el encargado.
Mientras Pedro iba a eso Betty entro en la oficina, en la moqueta una gran mancha oscura que ocupada casi la mitad del suelo, toda esa sangre pertenecía a él, sintió deseos de arrodillarse ante ella y llorar.
Lo imagino tirado en el suelo agonizando, sabía que se moría? Quizás tenía la esperanza de que la ayuda llegara y que todo saldría bien. Betty siempre le había enseñado a tener fe y nunca darse por vencido.
Quizás allí en ese suelo, mirando el techo y sintiendo la vida escapar de su cuerpo pensó en ella, y la espero confiado en que lo rescatara.
Él la llamaba…
Cerro los ojos y lo vio tirado en el suelo con la sangre corriendo por su pecho, el la llamaba y ella se acercaba. Le tendió la mano y ella se aferro.
“ya mi niño, ya… no tengas miedo, yo estoy aquí contigo, y me quedaré hasta que llegue”
Las lágrimas corrieron  por su rostro pálido, la miró una vez y le dijo ahogado en sangre que la amaba.
- Jefa… jefa…
Betty abrió los ojos y se sobresalto. Él no estaba ahí, y había muerto solo, quizás asustado…
Se seco las lágrimas y salió al pasillo.
- Jefa, hablé con él técnico, dice que el lunes la cámara del parking aun no había sido desconectada. Ahora mismo está buscando el video.
- Bien vamos.
El video mostraba a Armando yendo tranquilamente a su auto con una carpeta bajo el brazo, llevaba las llaves en la otra mano y jugaba con ellas. Se veía tan relajado, y tan guapo como siempre… su última imagen antes de la tragedia.
- Bueno revisaremos todos los archivos del 93 pero creo que podemos decir que ese es el de la señorita Fuentes.
- Quédate aquí y llama a Reinosa y Mari que te vengan a ayudar, confírmame que ese archivo no está, yo iré a su casa a buscarlo.
- Jefa déjame que te acompañe…
- No, no… a su casa voy yo sola, no quiero que nadie entre ahí al menos que sea absolutamente necesario. Te llamo.

Su olor la recibió cuando abrió la puerta, el ruido del acuario y la sala con las persianas a medio bajar. Entro lentamente esperando que el saliera de cualquier habitación a recibirla con una sonrisa.
“ Be sabes ese botón que está justo al lado de la puerta? Se llama timbre… úsalo!”
Camino hacia la mesa y vio los restos del desayuno, la tostada a medio comer y la taza con el café con leche a la mitad. Tenía esa maldita costumbre de nunca acabarse el desayuno.
Estudio todo con reverencia y cuidado, intentado no tocar nada, para no alterar su presencia.
Busco en la sala y en la cocina y no vio nada.
En la nevera aún los restos de la sopa que ella le había preparado.
Fue al baño y vio la pasta de dientes abierta y el estante con sus perfumes. Los olio a todos sonriendo ante lo caprichoso que era para elegirlos.
“ Be tu no te enteras de nada, un hombre debe tener un olor para cada ocasión, si no cada momento será igual al otro, la fragancia es lo que marca la diferencia”
Y allí en un lugar privilegiado, aún en su envoltura y con el lazo con la pequeña nota, el perfume que ella le había regalado por su último cumpleaños.
Salió de ahí sabiendo que se venía otra crisis de llanto.
En su habitación la cama sin hacer y el armario abierto, seguramente había estado un buen rato buscando un traje, todos estaban colgados en sus perchas y ordenados por colores, si había algo que Armando cuidaba con obsesión eran sus trajes.
Los tomó con cuidado y se los llevó a la nariz, las lágrimas se amontonaban por montones pero ella se negó a llorar.
Se dio la vuelta y entonces vio su pijama hecho una bola en la cama, se sentó y lo tomó en sus brazos.
Olía a él, hundió la cara en la ropa y ya no aguanto más.
Primero un tímido sollozo, para acabar gritando intentando aliviar la presión en su pecho.
Se acostó en la cama y se tapo hasta la cabeza. Si se concentraba podía sentir como él estaba ahí con ella, abrazados los dos, fingiendo que dormían.
Lloro por una eternidad, aún negándose a aceptar su partida.
Nada nunca le había dolido más.
Ni siquiera la muerte de sus padres le había dejado un agujero tan grande en su interior, en su vida y en su razón de ser.
Media hora después volvió a salir al pasillo buscando la carpeta.
Busco con minuciosidad sin encontrarla.
Nada. Ahí no estaba.
Llamo a Pedro y se entero que seguían buscando, pero había una cantidad enorme de papeles y estaban todos mezclados. Les llevaría por lo menos todo el día.
Habló con el portero del edificio y le ordenó que no dejara subir a nadie al departamento de Armando, le pidió la llave de repuesto y le dio una tarjeta con su número, si alguien venía buscando a Armando le avisara a cualquier hora.
Llamo a Castro, recordó que Rosa le había dicho que los Mendoza pretendían hacer un circo de la muerte de Armando. Y por supuesto ella no lo permitiría.
Pero Ramiro Castro le advirtió que Roberto Mendoza había insinuado la posibilidad de hablar con un alto mando dando a conocer que la encargada de la investigación de la muerte de su hijo era una persona involucrada afectivamente y que eso podía nublar su juicio además de que sin duda la tragedia la había afectado tanto como para desvariar y acusar a su propio padre de estar involucrado.
La advertencia estaba clara. Tenía que ceder, ellos montaban su show y ella podía seguir investigando.
Le dijo a Ramiro que estaba bien, que así sería, pero que Armando sería enterrado en la parcela que ellos habían comprado hace tiempo y no en la de la familia Mendoza… en eso no había discusión.
Y así se hizo.
Enrique le llamó, su trabajo estaba hecho, le dijo que el informe se lo haría llegar a Pedro y que en eso no había discusión que valga, había fotos y datos que ella no necesitaba ver… ella no estaba de acuerdo, pero ahora mismo no tenía la fuerza para asimilar su autopsia.
Le pidió que no fuera hoy a verlo, mañana por la mañana los de la funeraria ya tendrían el cuerpo preparado, y era mejor que lo viera por última vez con su traje favorito y la cara maquillada para disimular la muerte.
“ Betty vete a tu casa a dormir, llevas más de 24 horas sin dormir, así no le sirves a nadie”
Había dicho Enrique. Pero la adrenalina seguía corriendo fresca e inagotable por sus venas… por el momento seguiría, después de todo, las primeras horas de investigación eran las más importantes, y dormir o comer era secundario en sus prioridades. Primero, segundo y tercero estaba él, su niño.
Mientras iba a Ecomoda Pedro llamó.
- Jefa hemos encontrado algo muy interesante, te parece si nos reunimos en jefatura? Reinosa y Mari se quedan aquí revisando esto.
- Muy bien, en 15 minutos estoy ahí.
No sabía cómo había llegado, ni cuantos semáforos se encontró, ni siquiera si la radio estaba puesta o no.
Ese sentimiento de que el tiempo se le escapaba, de que todo llegaba a su fin la estaba aplastando.
- Que tienes Pedro?
- No hemos encontrado el archivo de la señorita Fuentes, pero si esto, un cheque emitido 1 semana después del asesinato por 1. 500 dolares
- El destinatario es…?
- Mercedes Fuentes , la madre de Aura Maria y aquí viene lo más raro, el cheque lo firma Julio Valencia.
- Puede ser el último pago o el finiquito?
- No jefa, el cheque es personal, no figura en las cuentas de pago de ese mes y año.
- Esta bien, creo que visitaremos a la señora Fuentes .


1994:

- No, estas haciendo trampa, cierra los ojos!
- No, no, la última vez que me pediste que cerrará los ojos me pase una semana con un bigote pintado!
- Jajaja Beee te veías muy linda con ese bigote!
- En serio? Pues ven aquí que yo te haré uno a ti!
- Jaja basta Beee, te prometo que no te haré nada malo, es una sorpresa.
- Palabra de niño bueno?
- Palabra de niño bueno, que la lengua se me vuelva un sapo si miento!
- Bueno quien se arriesgaría a que su lengua se convirtiera en un bicho tan asqueroso! Esta bien los cierro.
Escucho un ruido de papel y un fino perfume floral le acarició la nariz.
- Abre!
Armando estaba con los brazos estirados saltando emocionado y sonriendo como el gato de Chesire.
Frente a su cara un papel de vivos colores, con cintas y mariposas de papel.
- Toma es tuyo!
- Pero bueno, que es esto mi rey?
Tomó el papel y se dio cuenta que era una tarjeta, con corazones y besos hechos con marcadores de colores brillantes. Y dentro con la infantil pero fuerte letra de Armando se leia:
“ Feliz día de la madre a la mejor de todas, te quiero más que el mar y de aquí a la luna”
Las lágrimas se le saltaron y río conmovida.
- Por qué lloras, no te gusta? – pregunto tímidamente, toda la emoción de hace un momento se convirtió en preocupación.
- Nooo claro que no mi vida, es el regalo más hermoso que me han hecho nunca, lloro de felicidad!
- Si?
- Si mi rey, ven aquí y dame un beso. No sabes cuanto cuanto te amo Armando, estoy orgullosa de ti, y nunca nunca dejaré de estar contigo, tu y yo siempre seremos Batman y Robin.
- Bueno pero Batman soy yo!
- Claro que no, tu eres Robin, por que salió de un circo y tu eres un payasito!
- Beee te voy a hacer cosquillas hasta que te hagas pipi!
- Armando!
La vida de Betty había cambiado mucho, estudiaba para poder graduarse de la escuela e ingresar a la universidad. Su maestro decía que iba a buen ritmo y que no tenía nada de lo que preocuparse, en menos de un año ya tendría su título. Y aunque había sido duro al principio, poder retomar la costumbre de estudiar y sacar tiempo de donde sea para dedicarse a los libros y ejercicios, no había cambiado su rutina, aún seguía levantándose temprano para llevar a su niño al colegio y lo esperaba a la salida, ella recibía a su profesor en las horas matutinas en las que Armando estudiaba. Por la tarde lo iba a buscar y a veces pasaban un rato por el parque, el jugaba con sus amigos y ella leía algún texto.
Le ayudaba siempre con sus tareas y no importaba que, ella siempre tenía tiempo para cenar con él y leerle hasta que se dormía, entonces volvía a su cama y seguía estudiando. Era agotador, pero era feliz.
Los Mendoza eran como fantasmas, ella apenas los veía en días puntuales, y teniendo en cuenta que Armando siempre fue una molestia tampoco se molestaban en ocultar su alivio de que sea ella la que criara al niño… Armando solo les servía como accesorio para adornar sus reuniones y aunque nunca lo dijeron, Betty sabía, que veían en el niño una inversión a futuro.
Después de todo era el heredero de una gran fortuna, y podía traerles más beneficios si lo casaban con alguna hija de algún millonario.
Por supuesto que para eso tendrían que matarla. Nunca dejaría que nadie se aprovechara de su niño.
Armando ya tenía 8 años y mostraba una personalidad muy fuerte, a veces sufría ataques de histeria cuando se frustraba por no conseguir lo que quería. Y más de una vez había sorprendido a Betty gritándole a ella o a algún empleado. Betty entendió que era difícil para él manejar algunos sentimientos y se veía sobrepasado.
Así que con mucho amor y paciencia poco a poco estaba logrando controlar esa incapacidad para manejar sus emociones que estaba desarrollando.
Sus esfuerzos dieron resultado, Armando empezó a controlarse y a hablar para decirle como se sentía antes de que alguna situación lo sobrepasará y explotara.
Su niño también estaba dejando ver que era todo un Don Juan y para fastidio de Betty veía como día a día salía a relucir esa faceta heredada de su padre, que no podía estar dos días sin pasar por la cama de alguna mujer. Y su madre tampoco se quedaba atrás… con esos genes su niño parecía sentirse a gusto y a su corta edad ya tenía una ex y dos nuevas novias.
“ este niño tiene una vida sentimental más grande que la mía”
Claro que ella no podía pedirle a un niño que no jugará a “ las mamás y los papas”, pero si podía enseñarle a respetar a las mujeres desde ya.
Así que firme pero amorosamente también le inculcó los valores morales y le enseño que con el corazón de las personas no se juega, que respetara a las mujeres y no las engañara ni utilizara.
Claro que esa lección sería a largo plazo. Armando con 8 años no entendía nada, y se quejaba por lo que el consideraba un regaño injusto de su Be.
El tiempo pasaba más lento de lo que le gustaría con respecto al avance en sus estudios y su deseada vida universitaria, pero demasiado rápido en su niño, veía impotente como día a día estaba cada vez más grande y eso la ponía melancólica. Y para cuando Armando cumplió 9 años, ella estaba recibiendo su graduado y preparándose para ingresar a la universidad.
Un día encontró a su niño escondido en el jardín, acurrucado con la cara en sus rodillas, llorando desconsoladamente.
- Mi rey que te pasa? Alguien te ha hecho algo? Que te pasa?
- Nada… - respondió sorbiéndose los mocos y viéndose sorprendido trato de huir.
- Espera! – grito Betty mientras lo sujetaba de los brazos.
El intento zafarse dando patadas y moviéndose violentamente.
- ARMANDO BASTA YA!
Armando se calmo pero empezó a llorar más fuerte asustado por el grito.
Betty lo abrazo y lo calmo, disculpándose repetidamente por haberle gritado.
- Rey perdóname si? Pero estoy preocupada, por que lloras?
- Por qué te vas a ir y me vas a abandonar.
- Que? De dónde has sacado eso?
- Escuche a mis papas hablando, diciendo que estaban felices de que te fueras a la universidad y no tener que verte más, que a mí me enviarían a un internado y así no tendrían que preocuparse por que yo les arruinara nada.
Betty se enfureció y estuvo tentada de acercarse al salón a gritarles en sus caras que jamás se librarían de ella… antes abandonaban ellos esa casa.
Y mucho menos permitiría que metieran a su niño a un internado, para fastidio de ellos, esa era su decisión y por nada del mundo les dejaría su tesoro más preciado a unos desconocidos.
Aún le quedaba un año para que Armando fuera completamente suyo, pero Don Ramiro tampoco permitiría que la alejaran de su niño.
- Armando, mírame… mírame mi vida. Eso es, sécate esas lágrimas, no tienes nada que temer, mi amor, yo nunca permitiría que te alejaran de mi. Y si yo me voy, tu te vienes conmigo entiendes?
- En serio, no me abandonarás?
- Nunca, no puedo, si yo me alejo de ti, mi corazón se me secaría en el pecho. Ni puedo dejarte, y tampoco quiero hacerlo. Somos amigos, y estaremos siempre juntos.
- No quiero quedarme solo Be, si te vas llévame y te prometo que no haré ningún ruido ni te molestaré nunca!
- Jaja estás seguro picaron? ! Si no molestaras y te quedaras callado te explotaría la cabeza!
- Beee mala jaja!
- Así me gusta, tu no estás hecho para llorar, así que la próxima vez antes de ponerte a llorar me preguntas a mí, ahora vamos a buscar unas galletas y unos vasos de leche y nos ponemos a estudiar.
- Nooo Be, no puedo ver un rato la tele?
- Armando tienes –
- Por fi, si? Por fi!!! – esa carita de niño bueno y sus grandes ojos brillantes de las lágrimas derramadas le daban un aura angelical e irresistible, y si a Betty ya le costaba negarle algo cuando no era tan adorable, ahora le era imposible decirle que no.
- Esta bien, un rato y luego nos ponemos a estudiar.
- Gracias, gracias, gracias…
- Si, si…
Lo miro sonreír feliz y pensó que no era tan bueno alimentar esa tendencia caprichosa que tenía, con los años las solicitudes serían cada vez más grandes y ella tenía que empezar a ponerse firme con él.
Armando enganchó su mano en la suya y la apretó tiernamente.
Pero ahora quien podía negarse a un chico tan dulce y hermoso como su niño? Además que un par de horas sentados los dos en el cómodo sofá, mirando dibujos animados, con Betty acariciando sus sedosos cabellos y contemplando embobada la dulce risa de su rey, sonaba como el mejor plan del mundo. Y algo que querría hacer para siempre.

Memento MoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora