🌹Beauty and the beast🌹 [Tododeku]

~XV~

-P-por favor.... ¡P-por favor vuelve!- Suplicaba Izuku deshecho en lágrimas, sollozando contra el pecho del bicolor.- ¡No me dejes!

Se sentía vacío... Lo extrañaba demasiado, no sabía qué haría sin él.

-¡No me p-puedes dejar! Y-yo...- Izuku levantó su cabeza y miró directamente al rostro sin vida con sus ojos enrojecidos de tanto llorar.- Y-yo te amo...

Acto seguido acercó sus labios a la frente de Shouto y depositó un tierno beso, como un último gesto de despedida. Una vez separó sus labios de aquel frío cuerpo, volvió a abrazarse a él, empapándolo con sus lágrimas.

Y así el último pétalo de la rosa cayó...

Sin embargo, no todo estaba perdido...

Entre todas las gotas de lluvia cayó un fugaz destello dorado, y seguido de ese vinieron muchos otros. Izuku notó esto y levantó su mirada desconcertado, muchos destellos caían a su alrededor. Así mismo la urna de la rosa se desintegró y un montón de partículas luminosas arrastraron los pétalos marchitos y los trajeron nuevamente a la vida.

Rápidamente el cuerpo de Shouto fue envuelto por aquella luz, siendo levantado del suelo lentamente y provocando que Izuku se echara para atrás asustado. Su corazón latía a toda prisa e inclusive tuvo que colocar sus manos frente a su rostro ante la radiante luz cegadora que era emanada por el cuerpo del bicolor.

Todas sus heridas sanaron a medida que el pelaje desaparecía de su cuerpo, sus garras y patas se escogieron, dejando ver unas suaves manos y pies humanos. Así mismo, su grande contextura se volvió más esbelta. El pecoso miraba totalmente boquiabierto como el otro daba ligeras vueltas en el aire. La transformación ya llegaba a su culminación con su toque final, los cuernos desaparecieron junto con sus colmillos y el resto del pelaje del rostro, dejando nada más unos largos y sedosos cabellos.

Una vez terminada aquella transformación, Shouto comenzó a descender poco a poco, quedando nuevamente recostado en el suelo. Izuku estaba pasmado, en frente suyo ya no yacía una bestia, sino un joven de ropas holgadas. Intentó acercarse, pero nuevamente se echó de para atrás cuando observó que aquel joven comenzaba a removerse ligeramente en  su lugar.

Shouto recuperó la conciencia y se reincorporó algo aturdido, se encontraba de espaldas con respecto al peli verde. No podía dar fe de que lo que sus ojos estuvieran viendo fuera real, observaba sus manos totalmente incrédulo y tocaba la tersa piel de su rostro una y otra vez.

No cabía duda, definitivamente era un humano de nuevo.

Izuku lo había salvado.

Entonces se volteó a ver a la persona que lo había librado del hechizo, encontrándose con unas orbes esmeralda abiertas de par en par. Izuku tenía sus dos manos cubriendo su boca, ese tenía que ser el joven más hermoso que tuvo la fortuna de ver.