🌹Beauty and the beast🌹 [Tododeku]

~XVI~

El castillo temblaba y parecía que en cualquier momento quedaría hecho pedazos al irse destrozando paulatinamente. Sumado a eso, llovía con bastante intensidad, dificultando la vista de ambos, sin embargo, en ese caso la chica tenía la ventaja. Shouto estaba demasiado adolorido como para moverse apropiadamente. Intentó levantarse, pero justo en el momento en que lo hizo, Toga lo empujó por el borde del balcón para que este cayera justo en un techo más abajo. La sonrisa de satisfacción se ensanchaba más al ver a la Bestia, casi que sin fuerzas, tirada en el techo.

El dolor en su hombro cada vez se hacía más insoportable, con su brazo bueno intentó levantar su peso pero fue inútil. Ya no le quedaban fuerzas de nada, por lo que se resignó a quedarse en su posición. Quería que lo matara ya, no veía la razón por lo que su atacante necesitara tanto preámbulo para acabar con él. Miró a la chica, como si quisiera decirle que se rendía, que simplemente lo matara ya.

-¡Levantate!- le ordenó la rubia, insistiendo en que su contrincante diera pelea.-¡¡LEVANTATE!!

Llena de ira le dio una fuerte patada en las costillas, provocando que el bicolor rodara adolorido quedando justo en el borde del techo. Shouto ya no podía más con tanto sufrimiento, apretó sus garras y sus colmillos ante el dolor punzante que sentía.

-¿¿Qué pasa bestia?? ¡¿Eres demasiado gentil para defenderte?!- Toga se regocijaba ante la desgracia ajena, soltando varias carcajadas sádicas.

La bestia simplemente dejó de mirarla, cerró sus ojos y se recostó en su lugar, rindiéndose por completo y esperando su muerte tan deseada. Toga aún no se sentía satisfecha, no lo había hecho sufrir ni la mitad de lo que tenía planeado, por lo que arrancó un pedazo de hormigón de un costado del sitio de donde estaba y lo empuñó a manera de mazo. Se comenzó a acercar poco a poco, lista para golpearlo con el pedazo de concreto, pero él no daba ninguna señal de querer contraatacar.

Solo podía pensar en una cosa, y era en Izuku. Si moría, al menos quería morir con una pizca de felicidad. Simplemente se centraba en cada momento que vivió con él y en cada sonrisa que le dedicó.

Fue entonces que escuchó aquella voz.

-¡¡¡No!!!- gritó un joven pecoso con todas sus fuerzas desde una torre cercana. Había conseguido llegar a tiempo.

"¿¿Izuku??"

-¡¡Intenté detenerlos!!

Como si de repente se hubiera despertado de una hipnosis, abrió sus ojos de par en par y dio un respingo. Buscó con la mirada de donde provenía la voz, encontrándose con la figura del pecoso.

Izuku... definitivamente había vuelto... Había vuelto y enserio se estaba preocupando por él.

Himiko, totalmente sorprendida por la repentina aparición del muchacho, se apresuró por intentar golpear al bicolor con todas sus fuerzas. Sin embargo, él detuvo el mazo con una de sus garras. No supo cómo fue que recuperó todas sus fuerzas, una corriente eléctrica pasó por su columna y la adrenalina comenzó a correr por sus venas, ya no sentía dolor alguno.