Había pasado ya una semana desde mi pelea y mi pequeña borrachera en la taberna oscura que ni siquiera lo había notado. Una ligera gota de sudor resbalaba por mi mejilla, necesitaba un descanso y lo necesitaba ya. Acababa de sentarme cuando escuche mi celular sonar, de mala gana me levante y conteste:
- ¿Alo, policía? –Dije. Un "Jijiji" se escuchó del otro lado de la línea e inmediatamente supe de quien se trataba-. ¿Samuel?
-El mismo "hermoso" –Dijo de vuelta-. Necesito que vengas, te mostrare algo.
Un presentimiento me decía que no fuera, me sentía cansado y un poco agobiado, pero no estaba del todo seguro...
- ¿Ahora mismo? –Pregunte-. No lo sé Vege...
-Anda, no te arrepentirás.
Y colgó. Este chico sabia como manipularme.Su casa estaba a diez minutos de la mía si ibas caminando, pero esta vez no lo haría de esta manera, creo que era momento de sacar a Burrius a pasear y que mejor que yendo a ver a mi Vegettita.
Estaba a punto de tocar su puerta cuando esta simplemente se abrió, dejándome a la vista unos increíbles ojos morados y una sonrisa.
- ¿Por qué tardaste tanto? –Iba vistiendo su armadura de Karmaland-. Pensé que ya no venias...
-Pues te equivocaste, aquí estoy –Dije sonriendo-. ¿Qué era eso que me ibas a mostrar? –Pregunte un tanto inquieto-.
-Creo que se te está olvidando algo, Doblas –Anuncio-.
Buscando en mis pensamientos a que se refería termino de nuevo hablando.
-El saludo...-Susurro-.
Entonces entendí todo. Soltando la cuerda de Burrius corrí a darle un beso en la mejilla, pero él se adelantó. Dos besos fueron depositados en cada una de mis mejillas haciéndome sonrojar.
-Recuerda que aquí en Karmaland se saluda de dos besos a los colegas –Una ligera sonrisa me abordo-. Y...un cachete en el...culo...Ósea un pellizco...
Mi cerebro tardo en procesar sus palabras ¿Eso era cierto? No lo sabía. Pero no lo iba a permitir.
-Si bueno...-Y entonces lo hiso. Pude sentir un fuerte golpe en mi trasero seguido de una carcajada-. ¡VEGETTA!
Podía sentir como todo a mi alrededor aumentaba su temperatura incluido yo. No sabía si había sido por su golpe o por algún otro motivo, pero eso me hiso sentir un tanto extraño.
- ¡No vuelvas a hacer eso Vegetta! ¿Me oyes? –Pero ni siquiera me prestaba atención, seguía riéndose-. Gilipollas...
- ¡Eh! ¡Eh! ¡Esa boca! –Me regaño-. Ahora ven conmigo.
Subimos a lo alto de su casa, ninguno de los dos decía nada, pero Vegetta seguía riendo por lo bajo.
-Si te vas a reír hazlo bien, no así –Le dije harto de su risita-.
Solo basto decir eso para que se echará a reír de nuevo.
- ¡Debiste haber visto tu cara! –Dijo atragantándose-. Nunca lo voy a superar.
<<Si, me doy cuenta>>
-Si sigues riéndote... te juro que...
- ¿Qué vas a hacer? –Me interrumpió-. ¿Vas a volver a poner el culo para un nuevo golpe?
Y volvió a reír.En cuanto llegamos a lo alto de su fortaleza me llevo a un lado de su casa, específicamente a su casa del árbol donde días antes habíamos pasado una velada inolvidable; pero en cuanto entre algo en mi estómago se revolvió al darme cuenta que todo lo que había hecho para mí lo había quitado, dejando solo sus cosas.
- ¿Has quitado lo nuestro bonito, tío? –Dije captando su atención-. Ni un día ha durado...
-Eh, respecto a eso...
-La chimenea, el vino, la comida, todo eso...-Una tristeza comenzaba a abordarme-. Ya decía yo, no sería para siempre.
Vegetta me observaba cuidadosamente, lo cual solo me hacía sentir más raro de lo que ya estaba.
-Supongamos que no lo he quitado –Dijo-. Solo te lo traspase a tu casa ¿Entiendes?
Asentí aunque no sabía a lo que se refería exactamente.
-Bien. Ahora te diré el motivo del porque estás aquí –Con la mano me indico que tomara asiento justo a su lado-. Hace dos días recibí una extraña nota. En ella me decían algo acerca de una misión futura –En cuanto escuché aquello no pude evitar sonreír-. Pero, pero, tal vez, tengamos que pasar el fin de semana fuera de casa, ósea en otro lugar.
La sonrisa que se había desvanecido momentos antes, volvió a resurgir solo que ahora más ancha.
- ¿Y eso que tiene de malo? –Quise saber. Unas vacaciones no le hacían daño a nadie-.
-Pues que tal vez los otros miembros no quieran dejar a sus familias y solo tengamos que ir Guille, Lolito, Mangel, Auron, tú y yo...
Me quede pensando un momento en sus palabras, pero simplemente no entendía cuál era el problema en sí.
-Yo no veo ningún problema, Veg –Era mejor decirlo ahora-. Creo que podremos sobrevivir.
Un Vegetta pensativo apareció delante de mis ojos.
-Sí, tienes razón. Nosotros podremos hacerlo.
Pero algo en el fondo me decía que mentía.
-Bien, si eso es todo yo me voy -Estaba apunto de levantarme para despedirme cuando el timbre de su casa comenzó asonar. Ambos nos miramos fijamente y un tanto extrañados, sin pensarlo nos asomamos. Desde su casa del árbol teníamos una vista perfecta de la puerta de su casa. En cuanto vi aquella boina verde supe que mi plan se cancelaba-.
Era Willy.
- ¡Eh! ¡Willy! –Le grito Vegetta desde la casa del árbol haciendo que nuestro compañero volteara-. ¡Ahora bajamos!
Tres minutos después estábamos llegando a su lado.
- ¡Que pasa Chaval! –Saludaba Vegetta-.
Una sonrisa algo boba apareció en los labios de Willy.
-Willy –Salude. El solo me miro y me correspondió con un saludo de cabeza-.
-Rubius ya se va, dice que...
-No Veg, creo que me quedo –Dije mirando la cara de Willy que momentos antes sonreía victorioso-. Me quedo otro poco, solo un poco más...
No permitiría que Willy cambiara mis planes, no ahora, no después de todo lo que me había hecho.
<<Ojo por ojo, diente por diente, susurre>>¡GRACIAS POR TANTO!
-A ♥
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•IMPOSIBLE• [RUBEGETTA/RUBIUSPLAY]
RomanceEn un mundo donde todo era caos y destrucción, apareció un Ángel; el cual poseía un demonio dentro. No fue hasta la llegada de sus hermanos que todo comenzó a oscurecer, todo comenzó a perder...vida. Si aquel chico de ojos violetas no podía salvar...