ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 14

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   Treinta y nueve...cuarenta. Listo.
   Ese era el último TNT que colocaba dentro de aquella repulsiva cueva.

   <<Willy te matara>>
   Ese sería el último trabajo que realizaría con mi traje oscuro, a partir de hoy, estaba oficialmente fuera y que mejor que dándoles un pequeño regalito. Vegetta estaba afuera, cuidando que nadie viniera, siendo prácticamente, mi protector.
   Con una mirada rápida, recorrí la dichosa cueva en donde había planeado muchísimos atracos al banco, a la comisaria, a casas de mis compañeros e incluso, montando algunos asesinatos que nunca tuve el valor para llevar acabo. Tal vez Willy tenía razón y yo no merecía a Vegetta, pero él me quería y yo a él, eso era suficiente para mí.
   - ¡Doblas! –Susurro por lo bajo-. Alguien viene, vámonos.
   Todos mis sentidos se alertaron, por lo que saque mi arco y de una flecha le di al TNT más lejano, haciendo que este reaccionara mientras yo salía cagando ostias de ahí con mi novio a mi lado.
   Sin pensarlo, ambos saltamos sabiendo que el río nos atraparía. Ya en el agua, alzamos la vista hasta la cueva donde los explosivos comenzaron a estallar y pude observar como dos personas corrían colina arriba para evitar la destrucción total del lugar.

   <<Eran Willy y Fargan>>
   
Ambos llevaban su traje oscuro, por lo que antes de que terminara del todo la explosión, llegaron hasta la entrada de la cueva.
   Vegetta comenzó a soltar ese ruido extraño que era su risa y yo me uní a él. Era fantástico hacer esto al lado de Lobo Nocturno (Mi novio).
   Pero las risas no tardaron, casi al instante, dos personas cayeron de lleno al río, casi al lado nuestro. Vegetta me tomo del brazo y ambos salimos corriendo del agua, viendo como mis dos hermanos brotaban de entre ella y se acercaban amenazadoramente hacia nosotros.
   -Vete –Le dije a Samuel-. Nos vemos en la casa del árbol, vete entre los árboles y corre.
   Pero ni siquiera se movió.
   -Nunca te dejare –Susurro-. Y menos con alguien como Willy.
   Abrí los ojos de par en par. ¿Sabía quién era mi jefe? ¿Sabía de Willy?
   - ¿Cómo sabes eso? –Dije casi en un susurro-.
   -Soy Lobo Nocturno –Anuncio-. Yo lo sé TODO.
   -Pero miren quien está aquí –Hablo el albino-. Mi querido Lobo Nocturno o mejor dicho...Vegetta...
   Me tense de una. Ambos sabían quién era quien.
   -No creí que cayeras tan bajo, Guillermo –Contesto mi novio-. No podía esperar más de ti, siempre fuiste una...rata.
   Fargan comenzó a reír.
   -No debiste haber venido, hermano –Dijo Willy refiriéndose a mí-. Hoy perderás más de lo que has perdido en años.
   Suspire, sin saber a lo que se refería.
   -No juegues conmigo –Hable-. Yo solo vine a despedirme.
   -Eso era lo que quería –Dijo-. Eso es justo lo que espere desde un principio.
   -Habla de una puta vez...
   - ¿Alguna vez te dije cuanto te quería? –Volvió a hablar-. Hasta ahora entiendo aquel dicho...
   Fruncí el ceño. <<Este tío ya estaba chocheando.>>
   - ¿Tas bien? –Pregunte-.
   Soltó una pequeña risita.
   -Perdí a un hermano, pero...gané a otro.
   Y entonces, de entre la oscuridad, salieron hombres en todas las direcciones, rodeándonos por completo. Aquel traje café me resulto familiar y casi al instante, entendí su referencia.
   -Los Răpitorii –Menciones entre dientes-. Rata...
   -Yo nunca pierdo, Rubius.
   Con un movimiento rápido de mano, los hombres comenzaron a acercarse, Vegetta me tomo de la mano, pero fue demasiado tarde para reaccionar, ya que, en nuestro primer movimiento, lo tomaron a él del brazo y a mí por la espalda.
   - ¿Me extrañaste? –Dijo el jefe de los Răpitorii-. Porque yo sí.
   Los nervios me traicionaron.
   -Ni de coña –Dije tratándome de zafarme-.
   -Arriba –Grito este y todos empezaron a caminar, incluidos nosotros-. Esta noche...morirás.
   << ¿Qué hiciste? >>

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