•ＩＭＰＯＳＩＢＬＥ• [RUBEGETTA/RUBIUSPLAY]

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 4

  -UN MES ANTES-

   El traje oscuro me quedaba a la perfección, ni ancho ni angosto simplemente a mi medida. Willy y Fargan me miraban atentamente sonriendo.
   -Ostias tío, se te ve fantástico –Decía Fargan-. Me gusto más el tuyo que el mío...
   Su mirada recorrió mi traje de pies a cabeza para después verse a sí mismo. 
   -El tuyo también está bien ¿Verdad Willy? –Este último solo lo observo y siguió guardando las ultimas minas que habíamos creado-. ¿Quién será nuestra próxima víctima?

   Desde que me habían reclutado para pertenecer a la Hermandad Oscura no había día en el que no deseara causar terror en las calles de Karmaland y más en mis compañeros. 
   - ¿Nuestra? –Hablaba Willy-. Querrás decir TÚ víctima.
   La confusión comenzó a invadirme.
   - ¿Cómo? –Pregunte confuso-. 
   Una risa broto de sus labios. 

   -Hoy iras tu solo a poner minas –Fruncí el ceño-. Fargan y yo nos ocuparemos de David el carnicero. 
   Fargan también lo miro confundido.
   - ¿De qué hablas tío? -Dijo Fargan quitándose la máscara-. Se suponía que hoy explotábamos el molino...

   -Cambio de planes –Respondió Willy-. Rubius, te encargaras del molino, de la puerta de Vegetta y del nuevo jardín de Auron –Su mirada seguía fija en su mochila negra-. ¡Ah! Y que no se te olviden las minas para Alexby por favor. 
   Fargan y yo intercambiamos miradas, ambos estábamos completamente confundidos con los cambios de planes a última hora. 
   -Esta bien –Dije por fin-. Solo necesito la dinamita y algunas minas más...
   -Todo está en esa mochila –Dijo mientras señalaba una pequeña mochila verde que se encontraba junto a su traje-. No olvides cambiar los nombres de las minas. Suerte, la necesitaras  –Sin esperar más salió de la taberna oscura con Fargan detrás, dejándome solo completamente-. 

   Una hora más tarde ya había dejado las minas a Alexby, había destrozado por completo el jardín de Auron y la puerta de Veg. Ahora solo faltaba el estúpido molino. Estaba a punto de colocar la dinamita alrededor de este cuando comencé a escuchar voces al lado mío, era Alexby y los guardias de Karmaland.
   - ¡Rápido! Lo quiero vivo o muerto –Gritaba Lely-. ¡Hoy desenmascaremos a la Hermandad Oscura! 

   Rápidamente los guardias de Karmaland comenzaron a rodear el molino obligándome a introducirme dentro de él. Todo este estaba lleno de paja y animales, haciendo un poco más complicada mi escapatoria; sin perder un segundo más, decidí subir a la segunda planta. Debía darme prisa e idear algún plan, si no tenía cuidado me pillarían y seria mi fin y el de mis hermanos. 
   Incluso dentro sabía que no tenía escapatoria, esta vez solo un milagro podía salvarme. 

   - ¿Sabes quién le informo a Alexby acerca del atentado? –Pregunto uno de los guardias a otro-.     Este lo miro un momento dudando si debía contestar aquella pregunta.
   -Creo que fue uno de sus amigos –Respondió fríamente el otro-. Willy, así se llama.
   Lentamente sentí como la sangre comenzaba a hervirme. Mi propio hermano me había delatado ¿Eso era posible? No. Willy no podía haberlo hecho, somos amigos y ahora hermanos, no podía era...imposible. 

   Un grito fuera del molino alerto a los guardias quienes de inmediato salieron a ver que había sido aquello. <<Es ahora o nunca>> Me dije a mi mismo. De un salto llegue a la puerta del molino percatándome de lo que pasaba. 
   Todos los guardias (Incluido Alexby) estaban tirados en el piso alrededor del molino, tal parecía que estaban muerto, sin embargo, no lo estaban. Traté de entender que sucedía cuando vi como Fargan se acercaba por debajo de aquel traje que tanto miedo daba a los habitantes de Karmaland.

   - ¡Corre tío! ¡Corre! –Gritaba-. Ellos ya están aquí, vámonos. 
   En cuanto termino de decir aquello un ser extraño surgió de la oscuridad. Un traje café oscuro con dorado relucía por debajo de la luz. Mientras que una máscara cubría su cara dejando solo a la vista unos ojos negros que me miraban salvajemente. No dude ni un segundo y empecé a correr justo detrás de Fargan. No sabía quién era ese tío, pero no estaba dispuesto a quedarme para averiguarlo. 

   Todo el cansancio que había sentido al correr se esfumo en cuanto vi a Willy. La temperatura aumento treinta grados más dentro de la taberna. Sin saber que iba a hacer me abalancé contra Willy y lo golpeé. Sangre comenzó a brotar de su nariz, pero eso no se comparaba ni siquiera un poco a la traición que él me había hecho antes. Fargan intentaba detenerme, pero no podía, ni siquiera yo podía hacerlo.

Lo golpee una y otra vez hasta que me canse. Mi mano comenzaba a doler pero no quería parar. La voz de Fargan llego hasta mí y sin saber cómo, me tire a un lado quedando sentado, viendo como Willy se comenzaba a ahogar con su propia sangre. Fargan corrió a levantarlo y entonces yo mismo me horroricé. Su labio estaba completamente desecho, su nariz sangraba y ni hablar de su pómulo. Entonces comencé a sentir culpa y lastima. ¿Qué mierda hiciste? Me decía a mí mismo apunto de llorar. 

                                                      ▲▲▲▲▲▲▲▲▲

   - ¿Puedes caminar? –Le preguntaba Fargan a Willy-. Ostias tío, mira como le dejaste.
   Pero no lo hice, ni siquiera quería verlo.
   - ¿Por qué lo hiciste? –Insistía David-. ¿Tuvieron algún problema? ¿Paso algo de lo que yo no estuviera enterado?
   Willy comenzó a reír. Confesaría tarde o temprano, pero no sabía que tan temprano podía admitirlo.
   -Llame a Alexby –Susurro Willy-. Le dije que la Hermandad Oscura destrozaría el molino esta noche –Entonces le mire-. Te delate y no me arrepiento de nada.
   Fargan lo miro sorprendido. 
    - ¿Qué tu hiciste qué? –Grito Fargan-. ¡ESO ES TRAICION!

   Willy me miraba con desprecio y algo más...tal vez era odio...
   -Creo que es momento de aclarar cosas –Dijo Willy pasando de largo las palabras de David-. YO soy el que manda aquí –Se levantó-. YO doy las ordenes y ustedes las cumplen. YO tengo todo el control de todo y ustedes dos me pertenecen –Nos señaló-. TODO esto, TODO es mío y siempre lo será –Grito-. Ustedes no son nada contra mí y lo saben. 

   Lentamente volvía a surgir mi instinto de matar, pero como pude lo controlé. El tan solo escucharlo decir todo aquello me hacía querer matarlo lentamente hasta que se arrepintiera de todo lo que había dicho momentos antes.
   -Y que quede claro –Dijo mirándome solo a mí-. Vegetta me pertenece y esto –Señalo su cara-. Lo pasare por alto, pero solo esta vez –Sus ojos mostraban un brillo tenebroso, pero por algún motivo no me afectaba tanto como a Fargan-. Te matare si lo vuelves a hacer. 

   -Vegetta no es un objeto –Le grite-. ¡Y no me alejare de él solo porque tú lo dices!
   No supe en que momento había llegado a él hasta que sentí su calor.
   -Bien, pero ambos sabemos a quién prefiere –Susurro-. ¡El será mío y de nadie más! 

   -Eso está por verse –Le dije de vuelta-. 
   Una carcajada broto de sus labios.
   -Él es mío y lo será por siempre.
   Tomo sus cosas y se fue. Dejándome con Fargan y un amargo sabor de boca. 
   Ya lo veremos Guille, ya lo veremos... 

¡Hola! Muchas gracias por todo el apoyo.
No saben cuan feliz me siento de que les guste ♥

-A ♡