Prologo.

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Los personajes de Naruro, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

¿Que acaso no miras lo que trató de decir?—le arrojó las palabras como si se tratara de puñales atravesando su corazón—eres insignificante para estar con alguien de mi categoría... Tu jamás podrás compararte con ella. Esa mujer, es todo lo que un hombre como yo necesito.

Hinata dejó caer gruesas lágrimas, al escucharlo. Ella había estado enamorada de él desde que apenas era una niña.

Todos los días soñó con el momento en que un apuesto caballero, la rescatara del castillo imaginario en el que la tenían encerrada y maltratada.

El día en que el llegó para proponerle ser su esposa, ella pensó que por fin había conseguido la tan añorada salvación y a su vez, la felicidad. Lo que nunca pudo imaginar, era que su apuesto caballero, se convertiría en su más cruel verdugo, tratándola peor que donde permaneció encerrada, todos esos años atrás.

Sabía que su aspecto no era el mejor debido a los constantes maltratos que continuamente sufrió, pero su ingenuidad la llevó a creer que él había podido mirar su interior y por esa causa le había pedido matrimonio.

No pudo estar mas equivocada.

Ahora, hasta la familia de su esposo la odiaba, habiendo sido ellos, mas en específico su suegra, quien se declaró su protectora y casi una madre para ella, quien la animo a que aceptara la propuesta.

Todos se compadecieron del hermoso esposo casado con un espécimen tan deplorable como ella.

Después de aguantar todas las humillaciones, en nombre del inmenso amor que le tenía, la insultó colocándola frente al espejo, haciéndole ver la notoria diferencia entre ambos, después su suegra le grito que su hijo estaba sufriendo por tener que compartir su vida con ella y no con la hermosa mujer a quien realmente amaba.

Ese día, su corazón se endureció y juró que jamás dejaría que ningún otro hombre se acercara a ella con motivos "románticos"

[...]

—Si no piensa hablar de negocios conmigo, será mejor que me retire—Hinata se puso de pie lista para salir, dejando perplejos a todos.

—¡Espera preciosa...! Mejor dime ¿cuando vas a aceptar ser la madre de mis hijos?—la Hyuga rodó los ojos con fastidio y cerró la carpeta con la información que había llevado—No te resistas y dame una oportunidad... Verás como terminas teniéndome en cada uno de tus sueños—declaró el moreno con una mirada seductora, que hubiera derretido el corazón de cualquier mujer, pero no el de la ojiperla, que parecía mas duro que un diamante.

—Prefirió tener cancer, que tener sueños con usted—todos los que escucharon lo que dijo Hinata, permanecieron en silencio, esperando que el azabache hiciera una barbaridad, como era su costumbre cuando no obtenía lo que quería, pero nadie esperaba que el moreno soltara una carcajada que resonó en toda la sala de juntas, mientras veía salir a la hermosa Hyuga, con el rostro enfadado.

[...]

Este es un pequeño avance de cómo se desarrolla la historia, ojalá que sea su agrado.

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