Capitulo 20

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

—¿Que exactamente celebramos?—preguntó Obito, al ver que Madara, cancelaba todos sus compromisos de esa noche, argumentando que debían ir a su casa a cenar.

—Hinata, Tenchi y Chiyo, vienen a cenar...Quiero que conozcan a Tenchi, después de todo, el es un Uchiha, aunque no me agrade—murmuro lo último, con fastidio—Además, le pedí a Hinata casarse conmigo—Izuna, arrojo el café, que estaba tomando y comenzó a ahogarse, siendo ayudado por Obito, que le daba fuertes palmadas en la espalda.

—¿Y te acepto?—preguntó su hermano menor, una vez pudo recuperarse del shock, que, causó la información, dada por Madara.

—Aun no, pero terminara haciéndolo—el mayor, sonrió, mientras que los otros dos ponían los ojos en blanco, por la arrogancia que mostró Madara.

—¿En serio? ¿No te acepto el anillo?—cuestionó Obito, con su curiosidad, que iba en aumento, al ver que su tío, conservaba, la cordura.

—Yo...bueno, yo no le ofrecí anillo, ni organicé nada especial—confesó, algo incómodo, por las miradas llenas de incredulidad, que tenían los varones frente a el—Se lo pedí, la noche que ustedes, la trajeron engañada—Izuna y Obito, no lo podían creer ¿que clase de petición era esa? ¿Acaso, Madara se había vuelto loco? Los Uchihas se caracterizaban por se muy serios y poco expresivos en el ámbito romántico, pero cuando en realidad se disponían a proponerle matrimonio a una dama, era porque realmente había lazos muy fuertes hacia ella. Lo mas normal era preparar una cena romántica o también usar un evento, y obviamente con un anillo ¿donde se había visto una propuesta sin anillo? Y lo mas lamentable era, que no estaban hablando de cualquier mujer. Se trataba de una de las mujeres más cotizadas de Japón, una por la que incluso, ellos mismos, se vieron suspirando.

—Hmph—soltó Izuna—No me extrañaría que termine rechazandote. Porque con esa clase de propuesta—Obito, estuvo de acuerdo, con Izuna y comenzó a decir, lo mucho que las mujeres valoraban la cena romántica, con las flores y por último, el acto de, ponerse de rodillas entregando el anillo, en espera de una respuesta.

Madara se quedó pensando detenidamente, en lo que, le estaban reprochando y se dio cuenta, que ellos tenían razón. Hinata, no tuvo una propuesta decente, cuando se comprometió con Itachi y ni hablar de la precaria boda, sin luna de miel. Ella merecía todo diferente, como su Reyna que era.

—¡Bueno! Me encargare de que no me rechace y le hare una propuesta, como ella lo merece—declaró Madara—Pero, lo que me llama mas la atención es saber ¿como es que ustedes saben tanto acerca de una propuesta de matrimonio?—cuestionó con suspicacia.

Esta vez fue el turno de Obito, de atragantarse con el café, siendo ayudando por Izuna.

—Aunque no lo creas hemos tenido muchas novias y todas piden lo mismo—declaró Obito, después de recuperarse.

—Eso es verdad...las mujeres siempre me piden lo mismo —hablo Izuna, mirando como su camisa, blanca quedó totalmente manchada de café.

—También llame a Shisui, el es muy importante para mi y quiero que conozca a Tenchi y a mi futura esposa—el azabache, sentía mucho aprecio por su sobrino, el abogado, y aunque por cuestiones de trabajo se veían poco, eso no disminuía el cariño que le tenía.

Por otro lado, Hinata y el, nunca se conocieron, así que la idea de que lo hicieran esa noche, le pareció perfecta. Sonrió para si, pues el quería presumir a Tenchi, con sus familiares, quería que todos vieran lo genial que era el pequeño, como si de su propio hijo se tratara y no del hijo de Itachi.

RENCOR APASIONADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora