Capítulo 4

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No sabía que hacer me ¿apartaba? ¿le seguía el beso?. Opté por seguir le el beso, nos estuvimos besando en el sofá, hasta que se separo de mi exhausto intentando coger aire.

-Ademas de guapa, besas bien.- yo me sonroje y el me volvió a besar se separo y otra vez, pero aun seguía encima mio

-Por cierto me llamo Emily

-Un bonito nombre para una chica bonita.

-Pues a mi no me gusta el nombre.

-¿Porque?

-Porque me lo eligieron mis padres.- se levanto de encima de mí y me dio la mano y me senté a su lado.

-¿Te pasa algo con tus padres?

-Si, mira la casa, siempre estoy sola, ellos no me quieren, una vez les escuche decir que me querían mandar a un internado y siempre ponen la excusa del trabajo, para no estar conmigo.- mis ojos se llenan de lágrimas.- y ahora están intentando tener un hijo, porque es lo que siempre han deseado.

-Hay ya esta.- dijo abrazándome.- no te preocupes cualquier cosa me lo dices ¿vale?.- levante la vista hasta sus ojos y asentí.- así me gusta.- dijo con un sonrisa.- vamos que te invito a una pizza

-No suelo cenar.

-Tienes que comer.

-Pero es que no tengo hambre por la noche...bueno a ninguna hora...

-¿Hoy que has comido?

-El bocadillo y ya esta.

-¡Estas tonta! ¡Ahora mismo llamo al telepizza y que nos traigan una pizza!

-Pues sólo comerás tu, porque yo no.

-Y tanto que comerás, que no me moveré de aquí hasta que te comas por lo mínimo tres trozos de pizza con los bordes incluidos.

Estuve mas de 20min intentando convencer de que no tenía hambre hasta que me di por vencida. Llamó al telepizza y encargo una 4quesos.

-Bueno preciosa, cuéntame mas cosas.- dijo pasándome la mano por el hombro. ¿que se cree este?

-Pues en mi anterior instituto me hicieron acoso escolar y ese mismo año murió mi abuelo, realmente la única familia que tuve fue el, ahora tengo a mi mejor amigo Jan, que siempre esta conmigo en las buenas y en las malas. Mis padres como bien te dije, no me quieren se preocupan mas por el trabajo que por mi y ahora quieren tener un hijo.

-Pero si tus padres no se ocupan de ti ¿como se van a ocupar de otro?

-Porque ellos siempre han querido un niño, es mas, el día de mi cumpleaños por la noche me levante a tomar agua y ellos estaban en el sofá, ni se acordaron de que era mi cumpleaños, les oí decir que maldecían el día ese en el que estaban borracho y no ponerse un condón, vamos que fui un accidente, ellos me miran con desprecio.

-Joder, lo siento.

-Bueno no hay nada que sentir, a veces la gente nace en familias ricas, otros en pobres,...sólo es suerte...simplemente mi vida es solitaria.

-En eso tienes razón, nunca podemos elegir la familia que nos toca. ¿ y cuando te sientes solas que haces?

-No creo que te guste, oírlo...

-Va dímelo...- me pone ojos de cachorrito. Justamente suena el timbre de las pizzas.- ya están a qui las pizzas.- se levanta del sofá y abre las puerta, el pizzero entrega la pizza y Carlos paga, se despiden y cierra la puerta, vuelve al sofá conmigo.- A comérselo todo eh.

-Enserio no tengo hambre.- él de mientras la abre y corta la mitad con la mano.

-Bueno y que me dices, de lo que cuando estas sola, de lo que haces.-

-Enserio no te quiero decir nada.

-Pues come.

-No.

-Una de dos me dices lo que haces cuando estas sola o te comes la pizza.- opto por lo segundo, cojo mi mitad y parto un trozo, me la llevo a la boca, es buenísima.- así me gusta.- dice y después le da un mordisco a su trozo.

-Bueno ¿y tu que haces cuando estas solo?

-Yo pues hablo por whatsapp, miro la tele, no sé cosas normales. Pero lo que me tiene intrigado es lo que haces tú. ¿Porque no me lo quieres contar?

-Porque, primero te acabo de conocer y no le voy a ir contando a los desconocidos mi vida privada, segundo no sé lo a nadie ni a mi mejor amigo, y tercero y ultimo a nadie le gustaría oír lo que hago.- no dijo nada y comimos la pizza en silencio, de vez en cuando me miraba de reojo, una vez acabada la pizza tiro el cartón a la basura y vuelvo al comedor.

-¿Me dejas llamar otra vez?.- asiento y le acerco el teléfono. Marca un número y de mientras, subo a mi cuarto, abro el ordenador y me aparece mi Word, “mi pequeño diario” como yo lo llamo. Miro mi ultimo texto.

“Nadie entiende cuánto te extraño, extraño cómo solíamos hablar, y extraño todas las cosas que solíamos hacer. Intento no admitir que todavía siento esto. Nadie sabe que aún despierta  estoy pensando en ti todos los días. Aún pienso en ti y realmente te extraño. Daría todo lo que tengo sólo para que seamos algo que ya no somos. A veces te olvido, quizás por unos días, quizás semanas, o hasta un mes, pero siempre de una u otra manera vuelves siempre a mi mente.”

No puedo evitar que me caiga una lágrima me la limpio con la sudadera de mi mejor amigo, me quedo mirando la pantalla del ordenador como le extraño.

-¿Ese texto va para un chico que te gusta o algo?- la voz de Carlos detrás miá me asusto.

-Me cago en la puta, a ti no te han enseñado a llamar a la puerta.- dije cerrando la pantalla del ordenador.

-Mi pequeño diario...

-Si

-el texto para para ¿algún chico que te gusta?

-No.

-¿Y porque tan triste ese texto?

 -Am, no tienes que saber de la existencia de ese Word, sino me lo quitaran todo.

-Pero...

-Todo, no digas nada eh, nadie puede saber de la existencia de ese documento ¿entendido?

-Si, pero ¿porque?

-No te lo puedo contar, esta todo relacionado, si te lo contara...no me mirarías con buenos ojos.

-¿Eres puta?.- ese comentario me hizo gracia

-Tu eres tonto chaval, que voy a ser puta jajajajaja. 

-Entonces ¿que es?

-Enserio no puedo, decírtelo.

-Pues dime el porque de ese texto.

-No te rindes eh

-No.- me dijo con una sonrisa, me doy por vencida.

-El texto es por mi abuelo, lo echo de menos, murió hace unos dos años, mientras unas niñas en primero de la ESO de otro instituto me pegaban, él cada día se ponía mas enfermo, hasta que mi abuelo les dijo a mis padres que me cambiaran, después de cambiar, el murió. Aun recuerdo sus ultimas palabras. “ Emy se una chica fuerte no dejes que nadie te haga daño, recuerda que siempre me tendras en tu corazón y que cuando seas muy muy vieja, nos encontraremos ahí arriba. Te quiero mucho princesita, siempre te he querido como mi hija, te vigilare desde el cielo. Te quiero mucho Emy” y bueno el era el único que me cuidaba, fue mi madre y mi padre a la vez. Él era el que me leía los cuentos cada noche, el que dibujaba conmigo cada tarde, el que me preparaba un vaso de leche con galletas antes de acostarme, el único que me quería.

Una vida solitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora