Al final de la línea (Supercorp) [Terminada]

Capítulo 16.

Alex POV.

Actualidad...

—¿Aún no hay nada? – caminé de un lado a otro, no encontraba nada que me calmara.

—No, sus ondas cerebrales aún no muestran actividad, por ahora está en un coma vegetativo – respondió Mon-El.

—¡Ustedes vienen del futuro hay algo que deben de poder hacer! – grite con desesperación, mi hermana iba a despertar, ella es fuerte, solo necesita un poco de ayuda para lograrlo.

—Y justo eso es lo que estamos haciendo, esta incubadora es lo único que la mantiene con vida, su cuerpo está siendo curado pero si ella no quiere volver no podemos hacer nada.

—Brainy, te proyectaste en su mente cuando Reing casi la mata, ¿podrías hacer lo mismo? – preguntó J'onn.

—Me temo que no, no hasta que haya actividad cerebral.

—¿Cuánto tiempo? – pregunté.

—Indefinido – respondió Imra.

Deje salir el aire retenido, no sabía que más hacer, ¿cómo le diría a mamá la situación de Kara? Ella se encontraba camino acá cuando hablamos por teléfono.

Camine lejos de ahí, no tenía las fuerzas para seguir viéndola en aquel estado.

Las lágrimas amenazaban con salir de nuevo, quería mantenerme firme, pero es tan difícil.

Ya había perdido a mi padre, no quiero perderla ella también, me senté en el suelo, sentía como las fuerzas se me iban a cada paso que daba, abrace mis piernas y escondí mi cabeza entre ellas, y lloré en aquel lugar que se sentía tan frío y solitario.

Había fallado en protegerla, había fallado otra vez.

Escuche a alguien caminar por el pasillo, los pasos escuchaban cada vez más cerca pero no quise observar de quien se trataba.

La persona se sentó a mi lado y solo se quedo ahí, sin decir nada.

Pasaba el tiempo y seguía sin saber quién se encontraba a mi lado, pero se sentía agradable, ya no se sentía frío ni solitario.

Pero entonces está persona hablo.

—Tenemos 2 años sin vernos y admito que no creí que sería en este tipo de situación.

Levante enseguida la vista, tenía que verlo con mis propios ojos.

—Maggie...

13 horas antes...

El grito de Clark hizo que se me erizara la piel, la Kryptonita se había enterrado profundo y hasta no sacar hasta el último pedazo no iba a poder sanar.

—Ya nada más faltan dos pedazos más, tranquilo.

Volví a meter la pinza para sacar los pedazos que quedaban y Clark volvió a gritar. Saque el pedazo y lo coloque él la bandeja con los demás.

—Solo queda uno – un escalofrío me recorrió el cuerpo, comenzaba a hacer demasiado frío aquí.

Saque el último pedazo y la herida se cerró automáticamente.

—Ya está, ahora recupérate un poco porque hay que romper eso antes de morir de hipotermia.

Él solo asintió, recogí los instrumentos y la bandeja para alejar la Kryptonita de él.