Al final de la línea (Supercorp) [Terminada]

Capítulo 4.

(Hola, solo pasaba a decirles que esta historia no sigue la continuidad de la serie, hay cosas que voy ir añadiendo que van a estar más basadas en los cómics, van a haber eventos que voy a cambiar de cómo realmente pasaron, una vez pasado el comunicado me despido y espero disfruten el capítulo 🤙🏻)

Había despertado hace casi dos horas y no había podio levantarme de la cama, había decidido no ir a trabajar por lo que llevaba esas dos horas observándola mientras dormía... su rostro lucía tranquilo, sereno... y a veces, por ligeros ratos, fruncía el ceño.

Salí de la cama con cuidado de no despertarla, hoy iba a preparar el desayuno, o al menos a intentar hacerlo y si no funcionaba aún tenía el plan B.

Estuve por un largo tiempo en la cocina, y gracias a mi súper velocidad estaba segura que podía tener todo a tiempo (sin tener que contar mis intentos fallidos)

Estaba nerviosa, no era fácil olvidar lo de anoche, no era como si quiera que ella lo olvidara, tampoco actuaría como si nada hubiera pasado, solo... de alguna forma quería que supiese que iba a dar todo de mi para que lo nuestro en verdad funcione.

Mire mis intentos de comida... sin duda soy un completo desastre para esto, tendría que acudir al plan B...

—¿Y ese olor? —dijo Lena mientras salía de la habitación

—Wow... se suponía que te levantarías más tarde —mire el reloj en la pared, mierda, por andar pensado demasiado se me había ido el tiempo.

Lena me miró extraño y a el lugar en general, mire a mi al rededor y note el porqué. La cocina estaba hecha un desastre.

—¿Estabas intentando cocinar... para mi? —preguntó mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.

—Sí... aunque no creo estar segura de que esto sea comestible —dije admitiendo la derrota ante la cocina.

—Creo que alguien tendrá que juzgar eso... —se acercó al planto que se encontraba en la barra y lo acercó hacia ella— Bien, veamos...

Introdujo un pedazo de omelette a su boca y por su cara estoy segura de que sabía fatal.

—Nope, en definitiva la cocina no es lo tuyo —trago el bocado con dificultad.

Comencé a reír mientras me acercaba a ella, rodé su cintura con mis brazos y deposité un beso en sus labios.

—Buenos días... —acomode un mechón de su cabello y lo puse detrás de su oreja.

—Buenos días... —repitió ella.

Las mire por unos segundos y después hablé.

—Por suerte siempre tengo un plan B —estire mi brazo hasta alcanzar un caja que reposaba en la barra— Y pude ir por estos Panecillos de Dublín, pero realmente no sé si...

—¡Hey! esos son mis favoritos —Lena agarro la caja con la docena de panecillos dentro.

La observé mientras sonreía abriendo la caja de los panecillos ¿Cómo es que pude dejar de amar a esta increíble mujer? Verla así hacia qué recordará una de las razones por las cuales me había enamorado de ella.

Y es que a veces podía ser la mujer más intimidante e imponente que haya visto, pero también alguien dulce, amable y una bondadosa mujer que aprendió a confiar de nuevo en los demás.

Así es Lena Luthor, y yo era demasiada afortunada por poder ver cada etapa de ella.

—Lena... sobre lo de ayer —tome su mano con miedo a que la apartara— yo lo siento, yo no sé qué pasa conmigo...