Ni Alfas ni Omegas

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-          ¿Cómo esta tu heleado? ¿Te gusta?

Jack soltó un suspiro resignado a la par que le daba una pequeña sonrisa a Lucifer y le dio una ligera lamida al heleado que éste le había comprado, habían terminado en un parque cerca del centro comercial donde sabía que trabajaba Clark. Hizo una mueca al captar el sabor.

-          Es de fresa -Dijo haciendo una mueca frunciendo los labios.

-          Tu favorito, ¿no? -Dijo sonriendo con superioridad el alfa mayor.

-          No -Dijo volteándolo a ver y luego ver triste su helado- Mi favorito es el de vainilla.

-          Oh, cierto. Lo olvidé -Dijo el alfa mayor haciendo una mueca- La vainilla me trae malos recuerdos -Añadió cruzándose de brazos y acomodándose más en la banca donde estaba junto con el alfita.

Jack sólo rodó los ojos mientras veía como si fuera la cosa más interesante del mundo el helado en su mano. El silencio inundo el lugar y no lo podían culpar, no es como si realmente quisiera estar con Lucifer o hablar con él. Había ido a ese lugar sólo para que el otro alfa no estuviera insistiéndole por semanas a Sam para poder verlo y cuando por fin lo viera, desapareciera por meses como siempre hacía. No tenía y no quería a Lucifer en su vida. Había aprendido a vivir sin él. Pero no quería ocasionarle más problemas a Sam y los demás. Así que podía fingir llevarse bien con Lucifer de vez en cuando y no hacer alguna escena como la mayoría de las veces pasaba cuando lo veía.

                Escuchó a Lucifer carraspear haciendo que de nuevo le prestara atención.

-          Y... ¿Cómo va la escuela en casa? -Dijo el mayor tratando de hacerle platica. Jack frunció sus cejas.

-          Lucifer, hace años que voy a la escuela pública.

-          No es cierto -Afirmó haciendo una mueca y con un tono que decía ¨yo lo sé todo"-Sam y los otros dos idiotas decidieron educarte en casa por tu problema ese.

Jack se consideraba paciente, una persona demasiado paciente. Pero toda su paciencia desaparece cuando está en el mismo sitio que su otro padre.

-          Desde que empecé la secundaria voy a clases normales -Dijo tratando de hacer el intento que el otro alfa recordara. Tenía que recordarlo, el único regalo decente que había tenido de Lucifer fue una mochila para la escuela.

-          Entonces, ¿para que son los cheques que le envío a Sam para las tutorías?

Definitivamente Lucifer era increíble.

-          No actúes como si alguna vez hubieras pagado algo de las tutorías -Gruñó el menor apretando su cono de helado y sus ojos brillaran en dorado levemente.

-          En mi defensa Sam dijo que no quería nada mío -Dijo el mayor encogiéndose tranquilamente de hombros sin inmutarse por la actitud de su cachorro alfa. Le revolvió el cabello y sonrió un poco cuando vio en su hijo la misma bitch face de Sam cuando hacia eso- Sin embargo, tú eres su adoración.

-          Ya -Jack bufó un poco, dando por zanjado el tema. Su mirada volvió a su helado cuando lo sintió derretirse en su mano.

-          Sé que no es tu favorito, pero al menos comelo o algo para que no se te suban las hormigas.

-          No puedo -Dijo el alfita al tiempo que sacudía su mano limpiándola- El saborizante de fresa me provoca salpullido, Sam no deja que coma nada eso y...

-          Oh, por Dios...-Lucifer se llevó una mano al puente de la nariz al tiempo que gruñía y Jack lo veía sin entender- Primero el problema ese de que ni siquiera puedes leer decentemente y ahora esto ¿algún otro defecto de fabrica que tengas?

You belong with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora