Nuevo alfa

479 42 71
                                    

Peter siempre fue alguien ingenuo, no tonto. Sólo demasiado inocente y tal vez algo manipulable, creía que si él era buena persona significaba que todo el mundo lo era también, pero no era así. Esa elección la aprendió por las malas.

                Sucedió sin que se diera cuenta y sin querer o al menos eso pensaba, que había sido obra del destino, pero no. Fue obra de él. Él y sus malditos trucos.

                Quentin Beck era el nuevo chico estrella de su padre, uno de sus muchos becados, pero él se destacaba por su inteligencia y encanto, por su forma de hablar que hacía a creer a cualquiera cada cosa que dijera.

                Peter le había creído cada una de sus mentiras.

                Sucedió como un día más, sin que el se lo esperara. Su pops le había pedido que le llevara el almuerzo a su papá y cuando entró a la oficina de este, sólo se encontró con un alfa de mirada azul enigmática y sonrisa encantadora. Peter en ese momento había creído que fue amor a primera vista.

                Y como si fuera obra del destino, la chispa entre ellos surgió, como esas películas de comedia romántica que le gustaban ver en secreto al omega. Beck lo invitó a salir, una vez, luego otra y otra. Hasta que el alfa mayor le robó un beso, le endulzó los oídos de mentiras y le prometió cosas que jamás ocurrirían.

                Sin darse cuenta Peter dejó que Beck lo manipulara a su antojo, se escapaba de clases, de su propia casa, decía cualquier mentira para poder verlo, todo con la excusa que el alfa siempre le daba:

¨Sabes que si tú padre se entera de lo nuestro me quitara mi beca¨

Aunque Peter siempre le aseguraba que él no se lo permitiría, Beck tenía un as bajo la manga en cada ocasión.

¨Dame tiempo... Quiero que tu padre se dé cuenta de que puedo merecerte¨

Peter tenía que darle créditos a Quentin, era un experto en el arte de mentir, lo hacía con tanta naturalidad que más de una vez se planteó la idea que todo pudo haber sido un malentendido, pero no lo fue. Nada de eso.

Quentin Beck poco a poco había convertido con sutileza y sin esfuerzo a Peter en su marioneta, a tal grado que lo defendía contra todo y ante todo. Sólo bastaba el hecho de decir que Peter había dejado de salir con su pretendiente en ese momento, Wade Wilson, para estar con él.

¨Estas cometiendo un error, baby boy...¨

¨Wade, ya te lo dije...Me gustas, pero Quentin...Quentin es mi alfa, mi destinado...Puedo sentirlo, es real. Perdón por todo...Podemos seguir como antes, como amigos ¿No? ¨

¨Baby boy, no lo hagas. Ese cabeza de pecera no me da buena espina¨

¨Te oyes como mis padres, como Harley...¨

¨Peter, debes escucharme, ese tipo no te conviene¨

¨ ¡Sólo lo dices para que me quede contigo! ¨

¨ ¡Peter! ¨

¨ ¡Quentin es mi alfa y ni tú ni nadie va a cambiar eso! ¨

Excepto el mismo Quentin.

Se suponía que ese día lo harían oficial, el mayor se convertiría en su alfa, pasaría su celo con él y tendría por fin su marca. Esa mañana no había tomado sus supresores a pesar de que ya sentía los próximos efectos a su celo, Quentin pasaría por él a la escuela y entonces todo ocurriría.

You belong with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora