You belong with me

El alfa.

La adrenalina recorría por completo el cuerpo de MJ, al igual que mil y una emociones más, pero nada de eso importaba si sostenía la cálida mano de su omega en aquella fría noche. Sentía su smoking mojado por la suave brisa de una próxima tormenta que amenazaba con caer y sus risas junto con las de las rubias ser opacadas por el viento que empezaba a tomar fuerza.

                En cuestión de lo que parecía ser segundos habían llegado a la estación y Michelle apenas recayó en lo que estaba haciendo, observó la maleta en su mano y como la otra mano que había estado sosteniendo la de la rubia ahora estaba vacía, pues, Jules la había soltado para subirse al autobús sin pensar. De pronto el afecto de anestesia que le provocaba el éxtasis había abandonado su cuerpo y veía todo ya con miedo. No podía dejar la ciudad, no podía dejar su pueblo, la escuela, su familia, sus amigos, su vida.

                Pero tampoco podía dejar a la que creía era su omega destinada.

                En sus ojos sabía que se veía el miedo al abandono y de que no estaba lista para el cambio, lo supo, puesto que, Jules se aferró de nuevo a su mano, pero sin bajar del autobús.

-          Por favor...

Recuerda que le había dicho la omega, sin embargo, había soltado su mano sin bajar del automóvil.

-          Quédate...-Ella también le había rogado y llorado por eso, pero sólo pudo ver la otra chica terminaba de entrar al autobús para que este se marchara sin voltear a ver atrás.

Esa noche MJ tuvo que llamar a Peter y Ned para que fueran por ella a la central de autobuses y le ayudaran a calmar sus lamentos de ser una alfa abandonada.

Ahora, MJ se encontraba de nuevo frente a unos potentes ojos azules y cabellera rubia y larga, sin embargo, no era la causante de sus lagrimas pasadas. De hecho, últimamente era la razón de sus sonrisas. MJ podía ver la cara de concentración de la rubia, quien mantenía su ceño levemente fruncido y la puntita de su lengua entre sus labios, en esa mueca graciosa de concentración que Ciri ponía a la hora de maquillar, frunció la nariz al sentir algo de comezón y tuvo el amago de querer rascarse antes de recibir un manotazo por parte de la omega.

-          ¡Aush! ¡Ciri!

-          ¡Si te tocas la cara arruinaras el maquillaje! -La regaño la omega, apuntándole de manera amenazante con la brocha con la que la había estado maquillando. MJ enredo sus manos en sus rulos rebeldes, harta.

-          ¡Llevamos hora aquí, Cirilla!

-          Y aun no me queda el delineado de la foto -Se quejó Ciri, frunciendo la nariz a la par que veía en su teléfono la foto del maquillaje que quería recrear- ¡Es imposible! -Gruñó, ya harta también aventando la brocha y cruzándose de brazos. MJ pudo percibir como el labio inferior de la rubia temblaba levemente- Nunca podré maquillar así...

Oh no, oh no.

Lagrimas no. MJ era mala para las lágrimas, sólo pregúntenle a Peter o a cualquiera que la conociera.

-          No es malo...-Empezó a hablar la morena, viendo su reflejo en el espejo y haciendo una ligera mueca de sorpresa al darse cuenta de que sus palabras no eran mentiras- Sólo no es como el de la foto, es diferente y lo diferente no es malo... -Aclaró arrastrando un poco del brillo que estaba debajo de sus ojos cubriendo sus ojeras.

-          Lo dices por decir...-Añadió la omega, pasando una de sus manos por sus mejillas en un gesto tosco, pero que MJ sabía que lo hacía para limpiar sus lágrimas cuando trataba de hacerse la ruda- Sólo tratas de ser amable conmigo.