You belong with me

Cachorros alfas y omegas

-          ¡Buenos días!

En momentos como ese y sólo como ese Jack agradecía ser un alfa debido a que sus celos no pasaban a más de tres días, por lo tanto, un día después de que sus amigos fueron a su casa ya estaba como nuevo y sin ese mal humor territorial que le hacia odiar a veces ser un alfa.

-          ¿Ya puedo estar a un metro de distancia tuyo o me vas a morder la mano? -Pregunto irónico Dean al momento que colocaba un plato con el desayuno del niño frente a este no le sorprendía el cambio de humor del niño, después de todo era un alfa en plena adolescencia, pero lo que sí le sorprendió fue el sentir el fuerte abrazo de Jack aun estando le daba y se aferraba a él con fuerza- Eh, niño ¿Quién se murió o por qué el momento de chicas?

-          Perdón -Susurró Jack bajito y avergonzado mientras escondía su rostro en el pecho del omega que lo había criado. Sí, cuando estaba en celo no distinguía muchas cosas, los olores le calaban y se mareaba, tenía calores constantes y sin mencionar la vergonzosa necesidad de querer reproducirse, pero si recordaba y recordaba haber sido un idiota con Dean- No quise decirte eso, Dean... Tú sabes que...

-          Ya, ya, ya. Suficiente de momentos cursis -Le cortó el Winchester mejor al momento que alejaba a su cachorro de él y sonrió poquito sin evitarlo al ver la cara de perrito apaleado que este tenía, era casi imposible pensar que Jack hacía algo con maldad- Sabes muy bien las reglas de cuando se esta en celo...Nada de lo que decimos realmente en ese momento cuentan y somos propensos a hacer cosa que nunca hacemos...-Dijo tratando de quitarle culpa al niño.

-          Sin embargo -Añadió Jack mirándolo con un puchero- Esa no es justificación para nuestras acciones... Y que también me enseñaste a entender que no es no.

-          Eso no vine al caso, pero creo que tengo un perfecto caballero alfa sentado en mi mesa -Dijo divertido el omega sirviéndose algo de café y viendo a su cachorro con una pequeña sonrisa. Maldita sea, que ya no era un cachorro, aunque quisiera, pero al menos se alegraba saber que estaba criando a un buen a pesar de todos los problemas que Jack siempre había tenido, el niño siempre trataba de dar su máximo esfuerzo en todo.

-          Dean...-Sin embargo, eso no era suficiente para el alfita- Tú sabes que Sam, Castiel y tú son mi familia...

-          Si te hace sentir mejor -Le paró nuevamente el mayor ya algo harto de esa conversación para ser tan temprano- Te perdono, Jack. Ahora come -Le regaño mientras le acercaba más el plato con huevos y tocino- No comiste durante tres días, debes estar hambriento.

-          Sí -Dijo tomando su tenedor antes de recordar algo- ¿Puedo tomar algo de cereal con chispas de chocolates?

Dean se lo pensó un poco antes de asentir.

-          Esta arriba de la alacena, apúrate antes de que Sam despierte y si él pregunta yo no te dije dónde estaba -Concedió el Winchester mayor para sentarse a desayunar también.

Jack sonrió grandemente antes de subirse en un banquito donde estaba escondido su cereal favorito, pero nada sano (como Sam decía) que tanto le gustaba. Se sirvió un plato y lo colocó aun lado del desayuno que le había dado Dean antes para terminarse primero el cereal antes de que Sam lo viera.

-          Dean -Llamó al omega con la boca llena de chispas de chocolate y sin voltear a verlo- ¿Puedo regresar tarde hoy a la casa?

-          Apenas te estas recuperando y ya te quieres ir a la calle, no tienes vergüenza ¿verdad? -Ironizo el rubio mayor mientras apuntaba a su cachorro con su tocino- ¿A dónde piensas ir ahora?