BY: Sesshomaru
-Amo Sesshomaru- me grito Jaken, como de costumbre no controlaba su tono de voz al dirigirse a mi- ¿Por qué ha tardado tanto amo bonito?
Lo mire incrédulo ¿quien era él para pedirme explicaciones?
-Es decir… la Señora- hizo una mueca al pronunciar esas palabras- esta esperándolo en el jardín.
Lo pase de largo y continúe mi camino sin querer saber más de él.
Rodee el inmenso terreno alrededor del palacio y aquel olor a flores inundo por completo mi ser. ¿Cómo había transformado aquel terreno podrido en algo así? Para mi no tenia explicación.
La pude ver al otro extremo recogiendo un ramillete de ellas seriamente y al percatarse de mi presencia me sonrió y camino hacia a mi.
-Querido- me dijo dulcemente- me alegro que regresaras.
Ella no había cambiado en nada seguía igual de joven y hermosa como la primera vez que la vi, lo único diferente era su mirada, aquella vez que la vi casi muerta en aquellas tierras vi una mirada triste y perdida, ahora todo había cambiado, su mirada estaba llena de vida y brillaba.
-Haz sembrado más flores- le dije mirando al enorme jardín que había tras ella.
-¿Te gusta?- no quise responder- Llenan de luz este lugar.
¿Cómo había permitido que mi fortaleza se transformara en un maldito y estúpido jardín?
Shizuna era una demonio de sangre pura, sabía de su linaje y su padre era el emperador del norte, por lo cual era incomprensible su gusto por esas cosas tan banales.
Vi como se acercaba aquel ramillete para olerlo y sonreía mirando al jardín.
Ella era feliz y eso era lo único que me importaba.
…
"No era asunto de un demonio si una niña humana sufre"- me enfurecí conmigo mismo- “no es tu maldito asunto”
Cerré los ojos lo único que recordaba era a ella empleada en lágrimas.
¿En que clase de demonio me había convertido que no podía conciliar el sueño pensando en el dolor que le había causado?
Ella tan frágil y mortal, sin ningún don o poder en especial… tan humana. ¿Con que clase de conjuro lo había hechizado para despertar en el sentimientos tan impropios como el remordimiento?
¿Desde cuando me importaba?... desde siempre.
Siempre había estado preocupado por ella. Ese era el motivo por el cual había abandonado años atrás el expandimiento de mi imperio, y fue por ella que le había dejado libre en la aldea.
Libre para ser de su vida lo que quisiera aunque siempre seria mía de alguna manera.
Solamente esa noche no pude resistir.
Mi intención no había sido verla pero aquel narcótico aroma alboroto mis sentidos, el olor de rin me mataba y todo monstruo a diez hectáreas a la redonda sentiría aquella presa fresca y joven.Cuando la vi, temí que mi sorpresa se notara en mi rostro.
Ella mi humana pequeña ahora toda una mujer, la mas hermosa mujer humana que había visto.
Su cuerpo y sus facciones había cambiado pero seguía siendo la misma niña por dentro.
En aquel momento mientras me contaba las cosas que había dicho fue lo que me hizo darme cuenta de que había tomado la mejor decisión tanto como para ella como para mí.
Ella era feliz rodeada de las personas de su especie y estaba a salvo de todo peligro. Yo había sido tan descuidado para dejarla morir dos veces y una tercera vez podría ocurrir en cualquier momento.
Con el tiempo algún joven se enamoraría de ella y Rin lo aceptaría. De esta manera se olvidaría de estar conmigo. Encontrará su felicidad y estará a salvo… sin mí – sentí como un gran pesar en mi pecho.
-Querido. ¿Puedo pasar?
La vi parada al filo de la entrada de la habitación, no importa cuantas veces habíamos compartido el mismo lecho ella seguía preguntándome lo mismo.
La luna la iluminaba completamente.
Ella parecía más una criatura mística que un demonio.
Tenia puesto apenas un fino kimono de seda algo transparente dejándome ver sus atributos.
Su cabello estaba suelto y caía sobre su espalda en grandes mechones de color plata mientras sus grandes ojos esmeraldas mi miraban fijamente esperando una respuesta.
Ella sabia que no podía resistirme a su encanto y lo disfrutaba completamente.
Asentí con la cabeza.
Camino lentamente hacia a mi y se coloco a mi lado apoyando con delicadeza su cabeza en mi hombro.
-Te extrañe- me dijo suavemente
¿Qué se suponía que tenía que decir? ¿Si, pero la extrañe mas a ella?
Shizuma no se merecía tal humillación, había estado conmigo durante estos cinco años sonriéndome y dándome amor cada noche, siempre trataba de hacerme sentir amado , podría decir.
Ella perfecta. Era digna de mí.
Me había dejado descubrirla completamente, contándome su doloroso pasado, la muerte de su madre y su padre que se sentía sola y sin un hogar, aquella vez la vi destrozada y yo ante semejante dolor me había prometido hacerla feliz y protegerla.
Era igual como lo hacia con Rin.- la verdad me golpeo en el pecho.
La mire, sus ojos abiertos de par en par esperando tal vez un “yo también” o “muchísimo”
Pero aquellas palabras no serian lo suficiente para ella. No serian suficientes para mí.
Hundí mis garras en lo más profundo de sus cabellos y la acaricie.
-Siemore seré tuya Sesshomaru - me dijo con sus ojos clavados en mi- Te eres mi paz.
Aquellas palabras me hicieron sentir a un más miserable.
Capture sus labios con los míos.
“perdóname” dije en silencio sin saber bien a quien de las dos se lo decía.
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Detrás de la luna.
FanfictionUn demonio desesperado Sesshomaru ha retenido demasiado los sentimientos de su corazón y ahora se apoderan de él haciéndole perder casi la cordura. Entenderá que por mas que lo intente el amor de aquellas dos mujeres lo llevaran a experimentar se...