By : Daisuke
Era la primera ves que me sentía inútil.
Mi madre no se detendría eso lo sabía perfectamente y la impotencia se apoderba cada segundo en el que veía como los ojos de Aiko iban perdiendo su brillo.
Una ves más intente mover el acero pero parecía como si todo el poder del universo cayera sobre el.
Ella tenía razón este estúpido objeto se acabaria devorando mi energía.
El viento se llenó de un olor extraño y al instante estalló un ola llena de energía frente a mi madre.
¿Que demonios? Mire en direccion de dónde provenía aquel golpe y encontré al medio hermano de mi padre y a otro humano montado en algo parecido a un gato.
- ¡Suelta a la niña en este instante! - grito el platinado.
Mi madre en cambio parecía haber esquivado el ataque sin problema y permanecía de pie mirando al semidemonio como una piedra.
Apretó aún más el cuello de la pequeña quien aún colgaba de su mano derecha provocando el gruñido de Inuyasha.
- ¡Estúpida te mandaré yo mismo al infierno! - le gritó a mi madre y le mire con odio.
Un golpe igual de letal iba dirigido hace ella desde los aires , aquel hombre humano le había arrojado su arma que tenía una forma abstracta con cuchillas a ambos lados haciendo un arma igual de peligrosa.
La demonio detuvo el golpe con una espada, ¡Mi espada! ¿En qué momento había tomado el acero? Me quedé perplejo al verla devolverle su arma con el doble de fuerza que la había lanzado apuntando no al humano sino al gato abriendo un agujero en su estómago.
- ¡Kirara!- dijo el humano mientras caía junto al animal.
Mi madre aprovecho la distracción de Inuyasha para atacarlo lanzando el poder de mi espada contra él haciendolo retroceder junto con colmillo de acero.
Pude ver cómo fruncía el ceño , claramente estaba decepcionada por el ataque.
Jamás había visto a mi madre en combate, ella me había contado a que hacía mucho se dedicaba a expandir el imperio junto con su padre pero verle combatir a eso dos seres con una sola mano sin ningún esfuerzo era impresionante.
El mar de sangre proveniente de la criatura impregnó el aire junto con unos aullidos de dolor.
- Kirara resiste acabaré con ella pronto - dijo el humano corriendo a toda velocidad hacia mi madre con un una lanza bastante grande.
-¡ ataquemos ambos ! - le gritó el semi demonio.
El choque de las tres espadas era lo único que se escuchaba mientras caía el atardecer.
Mi madre era ágil incluso parecía esquibar los ataques sin ningin esfuerzo.
Era una increíble espadachín.
- ¡ Hazte a un lado Kohaku ! - la espada de Inuyasha comenzó hacer envuelta en una energía mágica.
El semblante de la Yokai cambio y muy a su pesar tuvo que liberar a Aiko empujándola unos 20 metros detrás suyo para tomar con ambas manos su espada y tomar un posición defensiva.
- ¡Bakuryuha! - grito Inuyasha mientras un enorme ola de poder iba directo a ella.
- ¡Abismo! - grito al tiempo mi madre liberando de mi espada una luz oscura igual de fuerte que el ataque de colmillo.
Ambas fuerzas parecían destruir todo a tu paso.
Pero algo llamo mi atención , el humano.
Este corrían en dirección a mi madre con una cuchilla dispuesta a enterrarla en su estómago.
No sabía si ella de había dado cuenta o no , pero era claro que no podía dejar de combatir el ataque de Inuyasha.
¡No! - pensé - ¡No lo harás!
Sentí como mi sangre comensaban a hervir de con una irá incontrolable. Era tanto que parecía que me quemaría por dentro.
El acero que sostenía en mis manos empezó a temblar bajo mi fuerza.
Dominaría está espada estaba en mi sangre, era hijo de dos grandes demonios, proveniente de un linaje poderoso y puro y yo, jamás permitiría que dos seres como ellos ¡acabarán con la vida de mi madre.!
El acero sedio ante mi fuerza y corri hacia el humano enterrando mi espada en su brazo.
- Que pretendias hacer imbesil - mis palabras escupian veneno.
Un grito de dolor salió de su boca y calló al suelo.
- ¡Kohaku! - grito el Inuyasha dirigiéndose ahora en nuestra dirección. - ¡Viento contarte!
Apenas y pude contener el ataque.
Maldita sea era bastante fuerte.
Sentí como el ataque se enterraba en mi piel causandome un par de heridas pero necesitaría más si pensaba matarme.
- ¡Ya basta! - los tres miramos a mi madre la cuál se encontraba junto al cuerpo de Aiko en el suelo - ¡Esto se acaba aqui !
Entonces vi como enterraba mi espada en el cuerpo de Aiko
-¡No! - fue uno que salió de mi boca.
Le había fallado.
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Detrás de la luna.
FanfictionUn demonio desesperado Sesshomaru ha retenido demasiado los sentimientos de su corazón y ahora se apoderan de él haciéndole perder casi la cordura. Entenderá que por mas que lo intente el amor de aquellas dos mujeres lo llevaran a experimentar se...