Letters To The Waiter (Thiago x Aris)

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"Ay, yo sé que tú quieres, yo abajo y tu arriba"

Todos empezaron a reír al oír el tono de llamada del oaxaqueño quien tomo su teléfono apenado notando que, nuevamente, Diego había cambiado sus tonos de llamada antes de ir a la universidad.

- ¿Puedo contestar, maestra?

- Claro, pero rápido

Y con aquello dicho, salió con su teléfono en mano y los cachetes más rojos que nada

- Hola Thiago

- ¡Aris!, ¿estarás muy ocupado al rato?

- No, hoy tengo día libre porque el jefe va a hacer unos ajustes en mi trabajo, ¿por?

- Es que quiero ir por unos taquitos pero no puedo ir solo

- ¿Si tienes permitido salir hoy?

- Ay, ya le pregunté a mi jefe y me dijo que podía, bueno, no así tal cual pero dijo que mientras no hubiera nada de vídeos se podía, ¿vienes?

- Eres un caso perdido pero jalo

- De acuerdo, te va a encantar, ¡nos vemos ojos bonitos!

Guardo su teléfono dejándolo en modo vibrador, luego le cambiaría el tono de llamada y también su contraseña para evitar malos ratos por culpa del rubio.

- Gracias maestra - Dijo una vez entro, volvió a su sitio y empezó a apuntar todo lo que había en el pizarrón a lo Sonic.

- ¿Tu novio? - Preguntó divertido Diego a lo cual le enseño su dedo medio - Uy, ya me calló

Y con aquellas palabras dichas, Diego dejo de molestar en la siguiente hora, eso ya era algo.

- Los veo al rato, voy con Thiago - Explico y ambos amigos alzaron sus pulgares pero, no llevaba ni dos metros de distancia cuando Diego empezó a hablar a diestra y siniestra que se iría a dar unos besos con el cantante.

Negó a la par que caminaba hacia el parque, una vez llegó noto que ya se hallaba Thiago con su atuendo bien llamativo pero que él decía que era bien discreto para no llamar la atención.

- ¿Así que unos taquitos?

- Hoy venden tacos de barbacoa pero con eso que tiene fiebre el secre pues no podía venir a menos que fuera con mi séquito de guardaespaldas y eso es cero chido - Dramatizó el cantante, podía decir que era Diego 2.0 por ello

- Bueno, vamos por los taquitos

Ambos caminaron hacia un puesto de tacos de barbacoa que atendía una señora con su delantal de patitos bordados.

- Buenas tardes güero, ¿qué van a pedir?

- Dos órdenes de tacos, por favor - Pidió Thiago

- En un momento, tomen asiento, güerito

Y así fue como se sentaron en las sillas de plástico rojas con el logo de Coca Cola comiendo tacos de barbacoa con salsa que no pica pero pica poquito y vasos de jugo de Jamaica por qué eran la mera verga

Y el que diga que era mejor la horchata que le dijera a Thiago la hora y se agarraban a madrazos.

Su vista siempre terminaba en el oaxaqueño quien comía sus tacos con tranquilidad, un suspiro salió de sus labios, ¿cómo un chico podía ser tan bonito?, ¿acaso era una clase de brujo que había tomado la sangre de sus enemigos para ser bonito?, ¿acaso debía dejar de consumir lo que no podía controlar?

- ¿Quieres ir por un helado después?

- Oh no, ¿cómo crees Thiago?, ya me invitaste los tacos, agarrarte además un helado sería un abuso de mi parte

- Vamos, ¿para qué es el dinero si no puedes gastarlo en las personas que te caen bien?

- De acuerdo, pero para la próxima que quieras salir vamos a la casa a comer, ¿va?

- Va

Pago las tres órdenes de tacos (por qué se trago todavía otra orden porque no tenía llenadera) y se fueron por un helado, por qué, como repetía, no tenía llenadera su panza.

¿Alguna vez han tenido ganas de vomitarle arcoiris a alguna persona que tenías enfrente tuyo?, ¿no?, bueno, Thiago tenía ganas de vomitar arcoíris cada que veía a Aris y no entendía la razón de aquello.

Nunca se había sentido así, a excepción de la vez que le escupió jugo de manzana a una niña de secundaria.

Pero le gustaba la sensación.

"Si rió es por ti, si sueño es por ti, si tengo mi norte en el sur es por ti"