Desde el primer momento que sus miradas cruzaron, había sentido esa chispa que hace mucho había buscado.
Había deseado saber más de ese chico, de Aristoteles Corcega
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Para el chico más divertido de México: Aristóteles
Hola, se que la anterior carta no era la mejor de todas pero estaba muy nervios@, no sabía que escribir. Debes saber que eres la persona más divertida que conozco, tu sonrisa siempre me contagia y hace que mis días sean mejores aunque tú no lo sepas. Sigue sonriendo, me gusta ver esa sonrisa en ti.
- Te está coqueteando
- Definitivamente te está coqueteando
- Nah, tal vez solo sea una persona amigable - Se excusó el rizado pero el par de poblanos negaron, hasta un ciego podía ver eso.
- Deberías abrirte al amor, ya has estado como mil años soltero y necesitas a alguien que te dé amor - Confesó Diego y Temo le dió un zape, par favar, tampoco era tanto.
- Solo son cuatro años, Diego - Recrimino Aris, en ese preciso instante sonó su teléfono, era Thiago - Thiago va a venir a cenar
- Si, si, ¿ya le dijiste de tu admirador o admiradora secreta?
- Si, citando sus palabras "ya se te hizo la buena, ojos bonitos", es igual de menso que ustedes dos, pero por eso son ustedes tres mis mejores amigos - Afirmó
- Uy, lo dejo en la friendzone - Susurró Diego al más bajo quien asintió, era más divertido ver cómo friendzoneaban a Thiago que buscar el amor del Aris, palabras del señor Temo
- ¿Que dijeron?
- Nada, que ya vamos sacando las cosas para cenar
Aris asintió para salir a recibir al cantante mientras ese par conspiraba para ver quién le decía a Thiago que ya tenía competencia.
Sin saber que había una relación entre el "admirador secreto" y el cantante.
Estaban bien mensos, ¿no?
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