Desde el primer momento que sus miradas cruzaron, había sentido esa chispa que hace mucho había buscado.
Había deseado saber más de ese chico, de Aristoteles Corcega
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- ¿De qué carajos hablas, Diego?
- La mera verdad amiguis, ese tipo es el cantante del momento, ese vato que las chicas quieren de novio
- Tas loco pinche Diego - Le regaño Temo, por qué obvio, era bien pendejo pensar que tu amigo es un cantante famoso entre las morritas menores de dieciséis, eso sólo sucedía en el wattpad con los fics de la rayis... Bueno, y también en los propios
- Ya duérmete Diego, estás alucinando
- ¡Les digo que es verdad pendejos!, dejen que busque su pinche canal del Youtube y les voy a callar los hocicos
Y, dicho y hecho, Diego saco su teléfono y se puso a teclear a lo menso, ambos amigos pensaron por un momento que el tinte del rubio había causado que se murieran sus últimas neuronas pero, para sorpresa de ambos, el rubio les mostró su teléfono.
En efecto, Thiago aparecía en el vídeo cantando y haciendo su coreografía, tenía miles de suscriptores y likes en sus videos.
- Tas de joda, dime qué es un edit - Pidió Aris quitándole el teléfono
O sea, era muy entendible, si ni siquiera se enteró cuando Drake Bell fue a México y no le pudo pedir que le autografiara su camisa de Drake y Josh, literal, lloró como magdalena a la semana que se enteró.
- ¿Quién lo diría?, nuestro Aris le hecha los perros a un cantante y es mutuo - Bromeó Diego
- Uy, ahora tendré que reescribir mi fanfic - Gruño Temo quien saco su teléfono y empezó a borrar todos los capítulos que tenía en borrador para volver a empezar - Espero que estés feliz, Diego, perdí casi dos semanas de trabajo y desvelos
- Si, definitivamente lo estoy - Se burló antes de quitarle su teléfono al oaxaqueño e irse a su habitación
Temo se sentó en el sillón a esperar a que se le pasará el shock a su mejor amigo quien, no se había movido desde que vio el vídeo.
Debía ser difícil que tu amigo fuera alguien medio famoso, a él no le había pasado pero debía ser difícil para Aris.
El castaño se sentó a lado suyo, recostando su cabeza en sus piernas, dejo de escribir para acariciar los rizos del oaxaqueño
- Tranquilo Aris, debes entenderlo, tal vez pensó que decírtelo haría que buscarás algún beneficio de él - Teorizo
- Supongo que eso debe ser
- Confía en mi, nunca te he mentido cariño.
El ver la sonrisa del oaxaqueño le hizo feliz, por él sería capaz de matar a cualquier con tal de que no volvieran a borrar su sonrisa.
- Vamos, mañana tenemos clases
- Eres el mejor, Temo
- Lo sé chiquistriquis, lo sé
"Mentía, cuando te decía quédate tranquila corazón, nos separemos en términos buenos"
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