Desde el primer momento que sus miradas cruzaron, había sentido esa chispa que hace mucho había buscado.
Había deseado saber más de ese chico, de Aristoteles Corcega
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Estimado Thiago, alias "el menso"
Debo admitir que tu idea suena demasiado bien con aquello de hablar por facebook, aunque sería muy triste para mí ya no recibir cartas perfumadas, me gustan las cosas de antaño, por si no te lo había mencionado la última vez.
Me gustaría ir a comer hamburguesas el jueves pero, ¿crees que pueda llevar a un par de amigos?, la verdad es que ellos no me dejarían salir tan tarde con eso de la delincuencia :(
Por cierto, ¿crees que puedas mandarme las cartas a la siguiente dirección: "...", la verdad no quisiera molestar a mi jefe con las cartas cuando fácilmente podría recibirlas en mi casa y mandarlas más tarde en el buzón que hay enfrente de mi casa.
Espero tu respuesta, Aristóteles
Posdata: Por cierto, no puedo mandarte solicitud en Facebook por qué no me diste tu usuario, menso
Se dió un zape en la cabeza, ¿cómo pudo haber olvidado algo tan importante como aquello?, tal vez la emoción había hecho mella en él y le hizo que olvidará aquel detalle tan importante.
— Si serás, Thiago — Reclamo para sí antes de buscar una hoja entre las tantas que tenía.
Mordió su pluma pensando en cómo iniciaría la carta, de fondo se oía "La mujer perfecta"
"Tan bonita, que le da celos al cielo"
Sonrió, le recordaba demasiado a Aristóteles y, con ello en mente, decidió escribir al son de la canción, total, no creía que supiera de aquella canción por más jota que sonara.
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