DÍA 23
Las horas han pasado volando. Axel se despierta de vez en cuando ordenando que le quiten las vendas que le cubren el hombro donde tiene la herida. Yo no contesto a pesar de que estoy al lado de él todo el tiempo, solo niego con la cabeza y me acurruco más junto a él.
Ahora que Axel pasa la mayoría del tiempo dormido, Andrew aprovecha para pedirme lo mismo de siempre. Que vuelva a ser la misma de antes, Katherine para ser más exacta. Sé que tienes que estar confundido al leer eso en días anteriores. Yo aún no logro entender el motivo por el cual me lo pide cada vez que puede.
Antes era mi amigo pero ahora no lo sé muy bien. A veces se sienta a mi lado y me dice lo mucho que extrañaba a la antigua yo. Intentó besarme a la fuerza cuando fui en busca de agua helada para Axel. No supe cómo reaccionar, me quedé como una estatua cuando sus brazos me rodearon la cintura.
Uno de los "amigos" de Axel se dio cuenta y me separó de Andrew cuando no pude hacerlo. Me gritó insinuando lo que en realidad no sucedió.
Desde lo sucedido no he querido que él esté cerca de mí. Todo es como una obra de teatro, cuando se baja el telón todo el mundo se quita sus máscaras y dejan ver lo que son en realidad. Me siento mal, física y emocionalmente. Quiero salir de todo este tormento, pero Axel me retiene, sé que siente algo por mí. Lo sé, pero me confunde.
No sé si sea pura obsesión u otro sentimiento. Tengo tantas ganas de perder mi cordura y dejarme llevar por las situaciones que surgen día a día. Ahora estoy mirando el rostro de Axel mientras duerme profundamente.
Aún dormido, se ve impotente. Estuve hablando con él hace unas horas sobre cualquier cosa menos lo sucedido con Andrew, no quería que se alterara porque sé que no se llevan bien. Quiero despertarlo y contarle pero no puedo.
A él no le gusta que le hable si no es porque me lo pide.
¿Recuerdas el examen que me hicieron ayer? Tengo miedo a que algo malo me pase, pero mi subconsciente lo sabe, ya sabe lo que me sucede. Mi familia siempre ha tenido problemas de salud graves. ¿Qué pasaría si en este caso resulta que tengo cáncer? ¿Qué hago? Es verdad que no me siento viendo, a veces me duele tanto la cabeza que no soporto ni la luz.
Axel ya no me querrá porque sería una mujer con una bomba integrada que al pasar el tiempo explotará y dejará de vivir.
¿Qué pasaría? ¿Tienes alguna idea? Quiero vivir. No quiero ser otra alma más que vaga por el mundo sin ningún sentido más que el de buscar lo imposible. Mirar a Axel es como estar viendo a mi verdugo. Lo mismo es si me veo al espejo. Este cuerpo es tan inútil.
Quiero vivir porque tengo muchas cosas que hacer, tengo que salir de aquí y librarme de todo... ¿Estoy loca? ¿No? Ya no sé qué pensar porque hasta lo que escribo a veces no tiene lógica.
Andrew resulta que ha estado enamorado de mí pero no hace nada para sacarme de aquí, pero Axel, de él no estoy segura. No me lo dice, solo se comporta cariñoso y eso me confunde hasta el punto de sentir lo que no debería.
No quiero pensar en eso. Ahora me estoy arriesgando a que Axel me vea escribiendo solo para contarte mis pensamientos. No sé, a veces siento que los únicos que me entienden son la pluma y el papel. ¡Qué ridículo! ¿No? Mis lágrimas son siempre el complemento.
¿Sabes? Presiento que todo cambiará, pero no sé si es para bien o para mal. Lo importante es que algo va a pasar pero no sé qué.
Espero que no me juzgues.
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Relatos de un secuestro ©
Ficción GeneralEl amor y la felicidad fueron sustituidas por el miedo, el terror de no poder ser libre de nuevo. Ya su voluntad se esfumó como el aire expulsado de sus pulmones, así mismo como su mente, su cordura está a punto de morir. Todo cambió en pocas horas...