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Durante siglos, Mysticat y las grandes esfinges guardaron la entrada del Desierto Encantado con sus célebres acertijos, que pocos sabían resolver.
Mysticat era una curiosa criatura, con una pregunta cuya respuesta nadie, ni siquiera él, conocía. Le intrigaba porqué nadie quería adentrarse en el Desierto Encantado, de modo que, un buen día, decidió aventurarse en su interior para encontrar la respuesta. Aunque lo que encontró fue el ataque de una banda errante de malvados asaltadores de las dunas que peinaba el desierto en busca de tesoros perdidos. Tras enfrentarse a ellos con su impresionante destreza como hechicero, regresó con sus mayores y explicó lo sucedido. Entonces le revelaron la verdad sobre el Desierto Encantado: que lo sucedido era una visión de su propio destino y que estaba predestinado a defender no el desierto, sino todo Skylands. El maestro Eon también fue invitado a entrar en el desierto para reunirse con Mysticat y comprobar si sus destinos estaban entrelazados. Salió al día siguiente sabiendo que iba a ser uno de sus mejores Senseis, y que Mysticat salvaría su pellejo algún día. Aunque esa parte se la calló...
