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Spitfire estaba a punto de convertirse en el piloto más rápido del circuito Súper Skylands. Gracias a sus veloces reflejos y nervios de acero, su espíritu de llamas, mejorado con tecnología, era absolutamente imbatible. Pero, durante un campeonato en el Cañón Cieloviento, fue sacado de la carrera de forma ilegal por un piloto duende que lo lanzó por los aires en una violenta explosión. Todos pensaban que esto acabaría con su carrera como piloto. Pero tres semanas después, estaba de vuelta en la pista, más ansioso que nunca por conseguir el título. Por desgracia, fue entonces cuando todo Skylands cayó en las garras de Kaos y su máquina Sky Eater, y la competición se vio interrumpida. En ese momento, el maestro Eon le propuso volver a ponerse al volante, esta vez como líder de un equipo de pilotos de élite: ¡los Skylanders SuperChargers!
