#20 La Tormenta de Gemelos

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                         Zack

El gran sabio nos envió a diferentes lugares para cumplir con nuestras pruebas, yo estoy al pié de una gran montaña, y mi tarea es traer un par de espadas que se hayan en un templo en la montaña.

Según el muchos han intentado conseguirlas, pero siempre fallan, eso incluye a guerreros fuertes, eso me da a pensar, que además de una fuerte tormenta, el desafío no es algo de fuerza, sinó de intelecto.

Ya que si no fuera así, los guerreros ya hubieran obtenido las espadas desde hace tiempo, gracias a dios eh adquirido un gran coeficiente intelectual, así que debe ser pan comido.

Subiré de una vez la montaña y averiguaré de que se trata todo ésto, y si llegara a conseguirlas, le cerraré la boca a el presumido de Apolo, tal vez no soy un cazador ni mucho menos, pero tengo el conocimiento que a él le falta, y el conocimiento es poder.

Traje un equipo improvisado de alpinismo, aunque no sean tan buenos, me irá mejor que a los hombres primitivos que escalaron montañas.

Me encuentro a seis metros de altura aproximadamente, cada vez me cuesta más respirar, y no sólo eso, para llegar a la cumbre aún faltan muchos metros, ya es de noche, el viento sopla fuerte, y comenzó a lloviznar.

Es extraño, no parece que lloviera en otros lados, sólo sobre la montaña, y el viento está calmado, excepto alrededor de la montaña, seguro es originado por esa nube negra que se alza en lo alto.

Ahora me encuentro a catorce metros de altura aproximadamente, la respiración volvió a ser normal, no lo entiendo, debería ser más difícil respirar, pero sólo es un detalle, aún no eh conseguido mi objetivo.

Avancé ya unos veinte metros, llegué también a la entrada de una cueva, el templo de estar en el interior, estoy completamente lleno de barro, y en más de una ocasión creí que iba a caer, pero ahora estoy a salvo.

Me acomodé en la entrada de la cueva, no me gusta estar sucio, así que saque algunos trapos para limpiarme, mientras limpiaba mis manos y rostro, dos niñas salieron del interior de la cueva diciendo que eran las guardias del templo, cada una representaba a un elemento distinto, siendo estos el rayo y el viento.

-Yo: Vengo por las espadas, si me las dan me iré tranquilo.

-Guardiana del rayo: Muchos han venido en busca de las espadas gemelas, pero siempre fueron hostiles con nosotros.

-Guardiana del viento: Es fácil llegar aquí y pedir las espadas, pero es difícil convencernos para entregarlas.

-Yo: Díganme que debo hacer y lo haré.

-Guardiana del rayo: Me agradas, no te ves muy fuerte, pero estás dispuesto a todo para conseguir las espadas.

-Guardiana del viento: Si respondes correctamente nuestras preguntas, con gusto te daremos las espadas.

-Guardiana del rayo: De lo contrario te haremos volar.

-Yo: De acuerdo, pregunten lo que quieran.

-Guardiana del viento: ¿Qué ocasiona el clima irregular alrededor de la montaña?.

-Yo: Estoy seguro que se trata de esa nube negra que está sobre la montaña.

-Guardiana del viento: Es correcto.

-Guardiana del rayo: Ahora es mi turno... ¿De dónde proviene la fuente de poder de ésa nube?.

Me quedé pensando en eso, soy muy racional, por ende todo esto de la magia es nuevo para mí, sin embargo, puede que provenga del templo.

-Yo: El poder proviene del templo, debe tratarse de un mecanismo de defensa que usa para protegerse de las personas.

-Guardiana del rayo: es correcto, me sorprende que alguien en éste mundo piense de esa manera, sin saber sacas conclusiones muy rápido.

-Guardiana del viento: Te haremos las últimas dos preguntas, ¿Qué crees que suceda si retiras las espadas gemelas del templo?.

-Yo: Eso es obvio, el templo no recibirá el poder de sus elementos y así no podrá seguir defendiéndose con la nube negra.

-Guardiana del viento: Es correcto... Sigues tú hermana, has la última pregunta.

-Guardiana del rayo: de acuerdo hermana... Joven... Si retiras las espadas gemelas, ¿Qué pasará con nosotras?.

-Yo: Probablemente ustedes ya no se verán obligadas a cuidar la entrada, así que volverán a su hogar o desaparecerán.

-Guardiana del rayo: Elije joven, ¿Volveremos a nuestro hogar o vamos a desparecer?.

-Yo: Ustedes... Van a... Desaparecer.

Una pausa muy incómoda se dió en la conversación, pero creo que ellas no querían que las espadas cayeran en manos de alguien que sólo busca fuerza, si no más bien de alguien que pueda entender que el verdadero poder está en el saber.

-Guardiana del rayo: En efecto... Nuestros espíritus serán libres, nunca nadie pudo entender o responder correctamente nuestras preguntas, eres digno de llevarte las espadas.

-Guardiana del viento: con éstas espadas y tu entendimiento de lo que te rodea, podrás llegar muy lejos, la fuerza de voluntad que tengas hará posible todo lo que te propongas en éste mundo.

-Guardiana del rayo: Entra al templo y recoge las espadas, no hay mejor usuario para portarlas...

Me despedí de las niñas con un adiós, entré al templo y retiré ambas espadas, parecían esas espadas de piratas, una tenía adornos de oro en el mango, y la otra tenía adornos de jade en el mango.

Cuando salí del templo ya había salido el sol, las niñas habían desaparecido igual que la nube negra, voy a bajar y a llevarle las espadas al gran sabio.

El Ritual De ProtelaiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora