#4 Adiós Critias

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Eros

El temible general llamado Critias se acercaba, detrás de ellos se encontraban los Náuticos, y aún no sé usar mis poderes para la batalla.

Meliagunt da unos pasos adelante mientras Critias se detiene justo en frente de él.

-Critias: Es inútil que se resistan Meliagunt, tomaremos la tierra, y luego los cielos, Iustar y nosotros seremos los nuevos gobernantes del mundo.

-Meliagunt: ¿Sabes que pasará si nos enfrentamos verdad Critias?.

-Critias: Lo sé, si dos bandos se enfrentan el tercero nos atacará luego, es por eso que siempre hubo una tregua entre nosotros los caballeros reales, los generales y las seis alas, pero todo eso cambió, y tú lo sabes bien.

-Meliagunt: ¿Te refieres a la aparición del libro legendario?.

-Critias: Exactamente, El libro Protelaius está en éste mundo nuevamente, y mi ama Iustar lo quiere, imagino que Telmitias también lo quiere, además según nuestras investigaciones, los del clan del cielo ya saben la localización del libro.

-Meliagunt: Entonces se acabó la tregua.

Inmediatamente después Critias desenfunda su espada, seguido de esto Meliagunt repite la misma acción que su oponente y ambos se posicionan para batallar.

Light toma de mi brazo algo preocupado, sé que tiene miedo, pero lo necesitamos para arrinconar a Critias, así que mientras el combate entre éste último y Meliagunt se llevaba a cabo, le pedí a Light que retrocediera y apuntara con sus flechas a Critias, y así lo hizo.

Critias estaba venciendo a Meliagunt, por lo que me ví forzado a ayudar, intenté atrapar a Critias de los pies con raíces que salieran del suelo, pero no tuve la suficiente práctica para hacerlo como Eliseo lo solía hacer.

El caballero real hizo una expresión burlona al ver que las raíces no pudieron capturarlo, hecho su mirada hacia mí.

-Critias: Náuticos... ¡Ataquen!.

-Meliagunt: ¡A la carga guerreros... Acabemos con éstos pescados!.

Le envié una señal con la mano desde mi espalda a Light para que disparara de su arco y flecha, y así lo hizo, las flechas de luz se hicieron ver, pero no pudieron atravesar la armadura del caballero real.

Meliagunt aprovecha que Critias se distrae en ése momento e intenta atravesar el cuerpo de Critias con su espada, pero la espada no atraviesa su armadura.

Por donde yo miraba, habían cadáveres y soldados peleando, los náuticos llevaban armaduras pero estás no cubrían todo su cuerpo, y las armaduras de los soldados de Meliagunt eran muy pobres, pero Critias, tenía una gran armadura.

-Meliagunt: No entiendo por qué mi espada no atravesó tu cuerpo, Critias.

-Critias: No es la primera vez que nos enfrentamos viejo amigo, aún así nunca te habías dado cuenta del poder de mi armadura.

-Meliagunt: No soy tu amigo, eres un traidor, dime ¿De qué está hecha tu armadura?.

-Critias: Pensé que nunca lo preguntarían, tanto mi armadura como mi espada están forjadas con un material legendario que proviene de nuestro hogar.

-Meliagunt: Sabía que eran especiales, pero... ¿Has visto las partes donde tú armadura no te cubre?.

-Critias: ¿De que demonios estás hablando?.

Yo tampoco me había dado cuenta hasta que Meliagunt lo mencionó, Critias tenía muchas heridas en algunos lugares donde la armadura no llegaba a proteger.

Critias ve con odio a Meliagunt y se lanza hacia él, nesesito hacer algo antes de que lo mate, si Meliagunt muere ya no tendremos más información sobre lo que ocurre, sin contar que perderemos aliados importantes en mi lucha contra Bian y el clan del cielo.

Recordé que aún puedo sacar el látigo de espinas que usaba Eliseo, y así lo hice, lo saqué tan naturalmente que parecía como si lo hubiera hecho siempre.

Éste látigo que tengo en mi mano puede crecer a una gran distancia y además puedo moverlo en cualquier dirección, como si se tratase de otro brazo.

Usé el látigo para enfrentarme a Critias, y aunque éste cortara mi látigo con su espada, yo hacía que volviera crecer, primero lancé ataques básicos en lo que me acostumbraba a usarlo, y Critias esquivaba todos mis ataques, pero ahora que puedo manejarlo mejor comenzaré a atacarlo enserio.

Lancé entonces un ataque feroz y consecutivo, cada vez me volvía aún más veloz, y a Critias le costaba evadir los impactos de mi látigos, las heridas en su cuerpo aumentaron gradualmente, yo ya me sentía cansado, pero sabía que si me detenía iba a estar en serios problemas.

Meliagunt intento atacar a Critias, pero no pudo, si se acercaba a Critias podía ser atacado por el látigo.

Con mi otra mano hice nuevamente la señal para que Light disparara su flecha, las flechas de luz llegaron a herir también en lugares donde la armadura no lo cubría.

Critias retrocedía cada vez más hasta quedar fuera del alcance de mi látigo, hizo una seña con la mano a su ejército, entonces me percaté de que los Náuticos comenzaron a subirse a los barcos de dónde vinieron.

-Critias: Me vencieron ésta vez, pero la próxima seré yo quien tenga la victoria, ¡Nosotros seremos quienes gobiernen éste mundo!.

-Meliagunt: Maldito cobarde, ¡Nos volveremos a ver Critias!.

Entonces la batalla había terminado, varios soldados cayeron, dejando sólo un pequeño grupo de personas de nuestro bando vivas.

Meliagunt se tiró al suelo, parecía estar agotado, volteé a ver en la dirección donde se encontraban Zack y Apolo, estos venían corriendo hacia mí, también Light se acercó, creo que debemos descansar, me agotó mucho usar el látigo.

-Meliagunt: Luchaste bien niño.

-Yo: Mi nombre es Eros, y no soy un niño.

-Meliagunt: De todas formas, se ve que cada uno de ustedes es especial, ¿Quieren acompañarme a Ciudadela?.

-Zack: Sería conveniente, además tengo que darles la información que recaudamos con Apolo en la batalla, pero no soy yo quien lo decide.

-Apolo: Me da mucha curiosidad ésa Ciudadela, Eros... ¿Tú qué dices?.

-Yo: ¿Enserio tengo que decidir yo?.

-Light: Claro... Eres nuestro líder.

-Zack: Es verdad, por eso dije que no soy yo quien decide.

-Apolo: Eros, sabemos cuánto te has esforzado a pesar de no tener una habilidad o un arma con poderes mágicos, eres quien peor la ha pasado de nosotros, haces las tareas que otros no harían y siempre nos motivas, eres un pilar para nosotros, hasta no irnos de éste mundo, nosotros te seguiremos... Incluso si tenemos que morir aquí.

-Yo: Chicos... Yo... ¡Prometo hacer lo que esté a mi alcance para volver a nuestro mundo!, Entonces vamos a Ciudadela, necesitamos a todos los aliados posibles, vamos a ir contra los Náuticos y el Clan del cielo.

-Zack: Esperaba esa respuesta.

-Light: Eros, ¡Que increíble determinación!.

-Apolo: Éste si es un guerrero... Entonces vamos, nuestro líder accedió.

Entonces marchamos con Meliagunt y los sobrevivientes hacia la misteriosa Ciudadela, a pesar de todo ésto, la mente de mis amigos y la mía se hacían más fuertes, y también nos hacíamos más unidos.

El Ritual De ProtelaiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora