xii. el cambio de planes

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GUERRA CIVIL,
capitulo doce: el cambio de planes!


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Washington D.C, Estados Unidos — Enero de 2011, tres años después.

          CHARLOTTE HARMON NUNCA FUE UNA PERSONA VANIDOSA, ni siquiera cuando la mayoría de sus ex amigas del instituto se lo decían por su grata belleza e increíble carácter, ni siquiera cuando su primera pareja (con la cual perdió su virginidad) le pidió que ambos se miraran a través del espejo mientras lo hacían; eso nunca cambió algo de ella, ni siquiera un ápice. La mujer de cabellos pelirrojos acomodó su camisa con corbata de manera elegante, metiéndola dentro de su falda reglamentaria para mantener todo en su lugar. En el espejo, podía ver cómo su pareja, la persona que la acompañó casi toda su vida, se abrochaba la hebilla del cinturón del pantalón y luego la corbata (algo que él odiaba usar) para mantener el uniforme. Lottie sabía perfectamente que Adam Benford estaría riéndose por horas al ver que Leon Scott Kennedy se encontraba de mal humor por una simple corbata. Sin embargo, ambos sabían que debían vestir la parte para poder admirar la creación de algo nuevo.

          Ella no evitó no reírse al ver a su marido luchar contra una corbata.

          Leon le envió una mirada cargada de mal humor y ella no tardó en rodar los ojos antes de caminar hacia él, deteniéndose justo frente a su figura — para dedicarse a ajustar su corbata.

          —Pareces un niño pequeño quejándote así—le dijo Harmon con diversión en su mirada, provocándolo.

          —Sabes que detesto estos actos—añadió él con mala gana, gruñón—. No necesito una puta medalla.

          —Eso es quedarse cortos y cuida tu lenguaje—lo reprendió ella palmeándole el brazo—. Ya no estamos solos para decir groserías.

          —Lottie—advirtió él en un gruñido.

          Sí, definitivamente se comporta como un niño, pensó ella.

          —Hablo enserio—dijo la pelirroja terminando por anudar la corbata—. Este día es importante para ambos, incluso para Adam. Que estemos allí significará mucho para él, como también para nosotros. Después de todo, nosotros también ayudamos a fundar de esta división—su vista se dirigió hacia la camisa, donde acomodó los pliegues cuidadosamente y volvió a mirarlo antes de tironear de su corbata hasta tenerlo cerca de su rostro—. Además, usted se ve muy atractivo con este traje, agente Kennedy.

          Leon esbozó una sonrisa socarrona, antes de tocar la frente de su mujer con la suya—Debo admitir que usted no se ve nada mal, agente Harmon. Aunque preferiría verla como estaba esta mañana...

          La pelirroja soltó una carcajada ante el coqueteo y cerró la distancia entre ambos para besarlo de manera lenta, pausada, como eran todos sus besos desde que volvieron a verse en 2006. Ninguno de aquellos besos eran desesperados, como lo eran al principio, ambos se tomaban todo el tiempo del mundo; donde nada ni nadie podía detenerlos. Ni siquiera ellos mismos. Al separarse, Harmon terminó por acomodarle la corbata otra vez, mientras que Kennedy mantenía la mirada fija en su mujer, quien parecía verla como si fuese la cosa más bella del mundo. Ambos se giraron al ver movimiento cerca de la puerta, topándose con una muchacha de pelos rubios largos y expresión asqueada, claramente dirigida hacia los adultos.

NOIRE ━━ Leon S. Kennedy ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora