xix. cartas para los muertos

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GUERRA CIVIL,
capitulo diecinueve: cartas para los muertos!


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          CHARLOTTE CORRIÓ CON TODA LA RAPIDEZ QUE SUS PIERNAS LE PERMITÍAN EN ESE INSTANTE. Su cabello pelirrojo brillaba frente al sol, siendo la única cosa que llamaba la atención en la quietud del lugar. Ella podía sentir que su respiración empezaba a agitarse conforme percibía el peligro a sus espaldas, tan monótono, tan quieto y tan letal que podría saltar hacia ella en cualquier momento. Escuchó por el lado Este un par de pasos pesados, ya en movimiento hacia ella, así que la mujer de cabellos pelirrojos se desvió hacia uno de los edificios del gigante predio presidencial, dispuesta a jugar al escondite. Unas grandes columnas se extendían frente a ella, haciendo que sus orbes azules se inclinasen hacia arriba para ver que eso sería lo suficientemente grande para poder esconderse.

          Ella asintió antes de acelerar su paso.

          Su espalda chocó contra una de las bases de las columnas y ella mantuvo su respiración por un maldito segundo para tranquilizarse, pensando cuál sería su próximo movimiento para distraerlo. La pelirroja confió plenamente en el plan que tenía su marido con Sasha, a pesar de que era algo casi a ciegas, esperando al menos el terminar con uno de los Tyrants que había soltado Svetlana. Lottie se pegó más a la pared, sacando su PDA para verificar si Ingrid Hunnigan había hecho acto de contacto. Sin embargo, a ella no le sorprendió nada el silencio de radio.

          Los pasos gigantes se hicieron más evidentes, Charlotte intentó de mantener el mayor silencio posible.

          Por un segundo, se alejaron.

          —Maldita sea—bramó finalmente la pelirroja.

         Ella decidió salir de su escondite, alzando su rifle de asalto en dirección al monstruo y no tardó ni un segundo en apretar el gatillo para abrir fuego contra el gran tyrant. Este, al captar la presencia de ella, se cubrió con su rostro con un brazo gigante y empezó a acelerar su paso pesado hacia la pelirroja antes de lanzarle un puñetazo que Harmon esquivó de manera limpia. Charlotte soltó un jadeo antes de volver hacia las columnas, corriendo hacia adelante, mientras que a sus espaldas el monstruo la perseguía. Polvo y escombros pasaban de ella, quien mantenía su curso fijo en dirección a otra salida. Se hizo a un lado cuando el monstruo intentó aplastarla con su peso y ella decidió salir hacia el campo travieso.

          —¡Ya va siendo hora de que intervengan!—exclamó ella hacia el viento.

          Sasha a un lado le llamó—¡Lottie!

          Al girar su rostro, se topó con el comandante de la guerrilla, acompañado por seis lickers que se estaban formando para atacar al hombre gigante. Con una pequeña seña de manos, el castaño ordenó a la pelirroja que se cubriera, mientras que el tyrant emprendió carrera hacia los primeros dos que atacaron. Sus lenguas largas se enredaron en las muñecas del tyrant, funcionando así a modo de trampa para retenerlo. Un tercer licker decidió embestir contra él con sus garras, este esquivándolo para dejarle solamente un pequeño rasguño en su traje. El cuarto, teniendo ventaja, decidió ser el siguiente. Lottie hizo una mueca de asco al ver que el monstruo gigante decidió utilizar la fuerza de su brazo derecho para alzar al licker que lo retenía y aplastarlo como si fuese una mosca al que venía; llenando el lugar de sangre fresca.

NOIRE ━━ Leon S. Kennedy ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora