𝐍𝐎𝐈𝐑𝐄
❝Pues, bienvenidos al club de "finge tu propia muerte", la membresía es algo exclusiva y soy la presidenta.❞
𝐂harlotte Harmon venció a la muerte luego de haber caído en una de las trampas del Castillo Salazar, a p...
DOLOR SIN FIN, capitulo nueve: lo destruido, destruido está!
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AL BALANCEARSE HACIA UNA DE LAS PLATAFORMAS, Charlotte Harmon se soltó para aterrizar con ambos pies en la superficie sólida que estaba debajo, su gancho volvió a su cinturón de manera intacta y ella finalmente soltó un suspiro de alivio. Su entorno se había sumido a un silencio parcial, donde solo el sonido de las máquinas se escuchaba por encima de la respiración que tenía ella en ese momento. La pelirroja-rubia desenredó su trenza, dejando que su cabello ondulado cayese libremente sobre sus hombros al mismo tiempo que ella bajaba por las escaleras hacia otra pasarela que le permitía ver el cadáver de Jason clavado en una punta afilada de los escombros. El olor a carne quemada inundó la nariz de ella y provocó que frunciese el ceño con asco. Chispas salían de su lado, debido a que parte de la estructura había sido arrancada y Charlotte decidió ponerse lejos del alcance para no terminar electrocutada.
Su mirada se enfocó en Leon, quien caminaba por la pasarela que estaba un piso más abajo, su arma en mano.
Kennedy la miró desde su lugar antes de mirar el cadáver de Jason.
Súbitamente, Charlotte vio que el cadáver se movía un poco y sacó su arma al mismo tiempo que Leon sacaba la suya — dispuesto a dispararle a Jason si intentaba hacer algo brusco. Sin embargo, ese parecía ser su último aliento, ya que él terminó por desintegrarse al caer en dirección al ácido. En ese instante, los dos agentes bajaron sus armas y Lottie podía ver muy bien que la mirada de Leon se había fijado en ella — sus miradas sosteniéndose por un momento. Charlotte se preguntaba qué diablos era lo que seguía desde ahí, qué era lo que ellos tenían que hablar para poder avanzar y figurar sobre qué era lo que ocurría entre ambos. El rostro de Leon era una mezcla de sentimientos de los viejos tiempos, como también una promesa de que él se quedaría con ella. Charlotte no podía descifrar eso bien y se preocupó por ello.
Tal vez, ella podría intentarlo.
O tal vez, ella podría dejarlo ir.
Un pitido cambió su foco de atención y se tocó el oído derecho—Aquí Harmon.
—Eh, chavala—le dijo Nora al otro lado—. Dalton logró escapar, lamentablemente. El hijo de puta sabe pelear con coraje.
—Bauer es un ex agente USSTRATCOM, Nora, ¿qué diablos creías que pasaría con una persona entrenada como él?—replicó la pelirroja-rubia—. ¿Algún indicio sobre donde podría ir?
—Es tu día de suerte, Lottie—sentenció Marion—. En nuestro altercado, Kiya logró colocarle un rastreador a su bota momentos antes de que él le pegase una patada en el rostro para escapar. Lo perdimos en ese punto.
