Capitulo 3

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Luego de que terminara Blancanieves continuamos con la película de La Sirenita y como Liam siempre tiene un comentario para todo dijo:

-Sabes.- Aqui vamos de nuevo.- Eso de que Ariel queria piernas para poder ver el mundo, o lo que sea, me parece falso.- Otra de sus suposiciones a ver ahora que.- Ella solo queria que Erik se la follara aceptémoslo, para que irse de su lindo castillo.

No puedo creerlo. Me reí como nunca, esta vez si me causo mucha gracia su comentario.

En cuanto recuperé el aliento le respondí.

-Liam, por más que tus comentarios y suposiciones me causen mucha gracia, te voy a agradecer que te los guardes no arruines mi infancia ¿quieres?

Frunció el ceño saco el brazo de detrás mio y se levantó de la cama.

-Si no quieres mi opinión tampoco me quieres a mi, asi que adios.

Y como toda una diva salió de mi habitación meneando las caderas.

Me levanté y salí tras de él.

-¡Liam, espera!- No estaba arriba asi que bajé las escaleras y fui hacia donde seguro se había ido, la cocina.

Puse un pie en la puerta y sentí algo contra mi cara. Era Liam que me habia cubierto el rostro con crema de afeitar.

-Realmente me sorprendes.

No se como lo hizo.

Estaba, literalmente, en el piso retorciéndose de la risa.

-¿Cómo haces esto? ¿Cómo diablos fuiste hasta el baño y viniste aquí tan rápido? ¡Liam! Ya basta.

Esta vez realmente me estaba enfadando y él solo seguía ahí tirado riendo como una foca con epilepsia.

-¡Me hartaste!- El enojo se me paso al imaginarlo como foca pero lo haría sufrir un poco por esto.

Limpié mi cara y me fui corriendo del lugar, una vez estuve en mi cuarto cerré la puerta de un portazo y le puse el seguro para que Liam creyera que realmente estaba enojada.

No paso mucho tiempo y ya estaba tocando la puerta.

No respondí y así él la golpeo aún más fuerte tratando de llamar mi atención.

Liam, Liam, no voy a abrirte vas a estar ahí mucho tiempo.

Para no escuchar los golpes me puse los audífonos y fue una mala idea ya que al parecer me quedé dormida.

Si, definitivamente, me quedé dormida.

Me levanté y lavé mi cara una vez que mis neuronas despertaron recordé a Liam y que no le abrí la puerta.

Oh, oh.

Salí del baño a toda prisa, abrí mi puerta y efectivamente ahí estaba Liam dormido en el pasillo frente a mi puerta.

Estaba acurrucado y sentí unas terribles ganas de pasar mi mano por su desordenado cabello. Pero lo reprimí.

Se veía muy tierno durmiendo, no quería despertarlo pero mi lado malo gano la batalla asi que me puse a su altura y lo desperté muy suavemente.

Tomándolo de los hombros para moverlo y gritando en su oído a todo volúmen que despierte.

-No profesor, ya desperté.- Aparentemente estaba soñando que se quedaba dormido en clases.

Me tomé mi tiempo para reírme y luego lo ayude a levantarse. No es la primera vez que lo veo recién levantado pero debo decirlo, es realmente guapo.

-Ahora toda mi belleza duele.

Ignoré la sensación que me causaba lo ronco de su voz y lo miré con confusión.

-Mi cuerpo, tonta, todo mi hermoso y perfecto cuerpo duele. ¿Por qué no me abriste? Solo era un juego.

-No estaba enojada. Quise hacerte una broma pero aparentemente salió mal, pues me dormí, uups.- Traté de sonar lo más inocente posible.

Me miro y sonrío.

Cuando al fin se desperezo del todo, tomó mi mano y me hizo bajar nuevamente las escaleras dirigiendonos a la cocina.

-Como me hiciste dormir en el piso me harás el desayuno y luego de eso irás a tu habitación y dormirás conmigo.

-Primero, esta bien y segundo hoy es martes hay que ir a la escuela, genio. Nada de dormir y menos conmigo.

-Primero apresurate que tengo hambre y segundo tienes razón, pero dormirás conmigo luego de la escuela.

-Liam, ¿qué, tú no tienes casa? Ve a ella y duerme con alguna de tus zorras.

-Kimy, dormiste conmigo muchas veces.

-¿Y qué con eso?

-¿Por qué no quieres? No tengas miedo si quieres tocar solo hazlo

-No es...- Levanté mi vista y se enfoco en el reloj de pared que estaba en la cocina.- Es tarde mierda, no hay tiempo para desayuno tenemos que irnos.

Ambos corrimos a mi habitación, yo a cambiarme y él a buscar su ropa.

-Liam Ross, ve y busca algo de Luke no vas a llegar conmigo al insti con la misma ropa de ayer.

Me quedó mirando.

No soy muy amante de la moda, pero jamás usen la misma ropa sin antes lavarla es un completo asco.

-Muévete, ve ahora.- Corrió hacia la habitación de Luke y volvió con una camisa y unos pantalones.

Ambos nos cambiamos en mi habitación, nos conociamos hace años y nos habiamos visto sin ropa muchas veces, y que a mi me guste Liam no me hace tener vergüenza ni tampoco me molesta verlo asi y que él me vea a mi.

Le estoy dando la espalda, tratando de arreglar mi cabello frente al espejo y por el reflejo de este veo que Liam se levanta de la cama y se acerca a mi. Conociendo sus intenciones me hago la distraída y en cuanto esta lo suficientemente cerca me volteo y hago lo que él trataba de hacerme a mi, lo asusto.

Obviamente no se asusta, entonces lo abrazo y el rodea mi cintura.

Decir que amo abrazarlo es poco, adoro sus abrazos, son cálidos y siempre esconde su cara en el hueco de mi cuello inhalando mi perfume.

Desde que me dijo que le gustaba mi perfume he estado comprando el mismo cada vez.

Salgo de mis pensamientos y por más que me cueste deshago el abrazo y apuro a Liam para salir.

-¡Kimy, apresúrate llegaremos tarde!

Liam estaba tocando la bocina del auto insistentemente para que salga.

Y yo pues estaba buscando mi libreta de anotaciones, no puedo salir sin una libreta siempre necesito tenerla por si acaso.

La encuentro en en suelo bajo la camisa de Liam y salgo a pasa rápido hacia el auto.

-Sube ahora mismo, niña.

Cierro la puerta del coche y presiona el acelerador a fondo.

Llegamos justo unos segundos antes de que suene el timbre de entrada. Beso su mejilla y nos separamos en el pasillo.

Enamorada De Mi Mejor Amigo (SueñosPeligrosos#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora