Capítulo 9

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Una vez más el sonido del despertador resuena en la habitación de Kim.

-¡La última de la semana!- festeja Kim saltando de la cama.

Hoy se siente con más energía así que se ducha y cambia para bajar a reunirse con su hermano e ir al insti.

Desayunaron juntos y se subieron al auto camino al colegio.

Al llegar se encuentra con sus amigos y sonríe al verlos.

-Kim, te ves radiante esta mañana. ¿Cuál es tu secreto, bitch?- pregunta una Gin con grandes ojeras bajo sus lindos ojos color avellana perfectamente delineados.

-Tal vez sea, dormir temprano por las noches.- se burla y todos ríen.

-Debería intentarlo.

Hablan durante los minutos previos al inicio del último día de clases de esta semana.

Al sonar el timbre entran y cada uno se dirije a su primera clase.

El día recién comienza. piensa Kim y se sienta en su lugar.

Ella y el resto de sus compañeros estan esperando que llegue su profesora. Y de repente para sorpresa de todos, se abre la puerta y entra un chico.

Esperen no es solo un chico, es el chico.

¡El chico de la fiesta! Chilla su conciencia.

Kim se queda boquiabierta y lo sigue con su mirada mientras él se encamima en su dirección.

-¿Está ocupado?- pregunta el chico mirandola y señalando la silla a su lado.

-N-no, adelante.- tartamudea Kim y se da una bofetada mental.

Vió por el rabillo del ojo que el chico abrió la boca para decir algo pero fue interrumpido por el ruido de la puerta al abrirse nuevamente.

Esta vez si es la profesora, que invita al chico a pasar al frente y presentarse. Esa parte debe ser la más vergonzosa de cambiarse de escuela.

El chico se para frente al pizarrón mirando a su alrededor y fijando la vista en Kim mientras se para con aire despreocupado y pone una mano en el bolsillo de sus jeans negro rasgados que le quedan a la perfección.

Los suspiros no pasan desapercibidos para ella.

-¿Quieres decirnos tu nombre y de donde vienes?- le propone la profesora Kiki.

-Claro.- asiente él y comienza a hablar.- Me llamo Zack Rogers y vengo de Boston. Nos mudamos aquí por el trabajo de mis padres...

El continúa hablando pero Kim se pierde en sus pensamientos. Recuerdando cuando él la besó y que ella lo dejó hacerlo, ¡sin siquiera conocerlo!

-Un placer tenerte aquí, Zack. Espero que puedas adaptarte y hagas nuevos amigos rápidamente. Puedes volver a tu lugar.

Se concentró de nuevo al oír la voz de la profesora.

-Gracias.- responde y sonriendo vuelve a sentarse junto a Kim.

Zack Rogers. Me entero de como se llama, tres días después de haberlo besado. Sus pensamientos la atacan.

¿Quién en su sano juicio besa a una persona de la que ni quiera conoce su nombre? Se pregunta Kim.

Solo tú, Kim, solo tú. Se responde ella misma.

La profesora Kiki comienza a explicar, una teoría de la evolución a la que, Kim no le presta ni el minímo de atención.

Sale de su trance en cuanto siente una mano tocando su pierna.

Gira su rostro para toparse con el de Zack, que la mira con una sonrisa parecida a la de esa noche.

-Hola.- susurra Zack.-Me interrumpió la profe, pero que tal si en el almuerzo hablamos.

Kim incapaz de pronunciar palabra alguna, sólo se límita a asentir y ambos vuelven a fijar su vista en el frente.

Zack le había pedido que lo esperara en la puerta del salón de su clase para ir juntos a la cafetería. Asi que Kim estaba esperando que salga.

-Kim, estoy listo.

-Vamos.

Comenzaron a caminar en dirección a la cafetería y se toparon con Annie.

-Kim, ¿quién es tu amigo?- pregunta.

-Él es Zack, Zack ella es Annie.

-Un placer.- saluda Zack tomando la mano de Annie.

-Lo mismo.- contesta ella.

Y en silencio siguieron el camino.

Llegaron y luego de buscar su comida Kim invitó y guió a Zack a sentarse con ella y sus amigas.

Presento a Zack a las otras dos chicas y comieron en un silencio que a Kim le pareció incómodo.

Pasaron pocos minutos en los que Zack se disculpo y fue al baño. Kim aprovechando el tiempo les conotó a las chicas.

-¿Por qué no lo dijiste antes?- se indignó Gin.

-Por supuesto, ¿qué debía decir? Oh, ya se, amigas, hola el es Zack el chico al que besé en la fiesta sin siquiera conocer su nombre. Gran forma de presentar a alguien.- ironizó exasperada Kim.

-Esta bien, ya respira. Lo siento, ¿ok?

En medio de la conversación vieron que Zack se acercaba nuevamente y cambiaron de tema.

Las chicas comenzaron a hacerle preguntas a Zack, de las cuales Kim no oyó ninguna ya que sintió una mirada clavada en su espalda. Se volteó despacio y se dió cuenta de que el dueño de esa mirada era nada más ni nada menos que su mejor amigo.

Se volvió porque sintió una patada bajo la mesa.

Gin, me vengaré, inmunda. pensó.

-¿Qué decías?- preguntó a Zack sonriendo para ocultar que estaba despistada.

-Qué necesito hablar contigo.

-Ah claro, ven.

Ambos se levantaron y salieron a uno de los pasillos para hablar tranquilos.

-Dime.

-Bueno yo... lo de esa noche... tal vez, tú...

-No entiendo, trata de ser más claro.- lo apuró Kim al oír su balbuceo.

-Esta bien, queria saber ¿si te gustaría salir esta tarde?... conmigo.- dijo sonriendo.

Kim pensó que era muy tierno, tan tímido, no es normal que los chicos de su edad sean tan tímidos. O al menos no los que ella conocía.

-Si, claro, ¿te parece a las seis?

Zack asintió efusivamente y tomó la mano de Kim para besarla.

A ella le pareció un gesto raro, pero no protestó. Se limitó a sonreír y volver a caminar de regreso a la cafetería para disfrutar los últimos mimutos de descanso.

Estaba tan distraída, que no se percató de que Zack seguía tomando su mano hasta que llegaron a la mesa nuevamente.

Y otra vez sintió que la miraban, pero esta vez no era solo la mirada de Liam sino la de toda la cafetería.

Sintió como la sangre le subía a las mejillas haciendo qur estas tomen un color carmesí intenso.
Se soltó de la mano de Zack y tan rápido como pudo se sentó y comenzó a comer tratando de hacer caso omiso a las miradas.

La verdad no entendía porque la miraban tanto.

"¡Tal vez, porque estabas de la mano con un chico que acaba de llegar al instituto!" Se gritó mentalmente.

Pronto las miradas fueron disipandose hasta que no quedó ningúna fija en ella.

Ningúna, excepto la de Liam. Le pareció muy raro que la observara tanto, pero le restó importancia y se concentró en la charla que se desarrollaba en su mesa.

Enamorada De Mi Mejor Amigo (SueñosPeligrosos#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora