Enamorada De Mi Mejor Amigo (SueñosPeligrosos#1)

Capítulo 8

-Kimy, quiero que seas mi novia...

Esas seis palabras fueron más que suficiente para que a Kim casi le diera un infarto.

Liam notó la palidez que asomó la cara de su amiga y se regañó por ser tan directo.

Luego del casi colapso que iba a tener, logró recuperar el aliento y habló firme.

-No me vengas con cuentos, prostituto, aclara esto.

No sabía que pensar, asi que se dedicó a escuchar lo que su mejor amigo le iba a explicar.

-Espera, no te asustes. No encontré otra forma de decirlo pero, antes de sacar las conclusiones que seguramente estas deduciendo ahora mismo.- rió.- Escúchame.

-Por favor, habla ya.

-Es algo complicado, pero empecemos por el principio.- Kim suspiró y asintió tratantado de normalizar su respiración, después de semejante propuesta.

-Complicado, ¿por qué?

-Preguntas al final del recorrido ¿si? Por fa.- Dijo Liam tratando de imitar la voz del personaje de la película.- Bien escucha, ¿recuerdas a Debby?

Kim asintió y recordó a aquella pelirroja de ojos verdes, falda en la frente y escote por las rodillas, con cara de loca.

-Bueno, este asunto es por ella. Mis padres me avisaron que Debby pasaría en mi casa las vacaciones.

-Liam, no estoy entendiendo a dónde rayos quieres llegar.

-Debby fue mi novia.- eso lo sabía de sobra, Kim rodo los ojos.-Y cuando terminé con ella quedó un poco, como decirlo sin que suene mal...

-Más loca de lo que estaba, despechada, enojada, furiosa, muy enojada y furiosa.

-Es verdad, no hay forma de que suene bien. Ok el punto es este, yo sé y tú también sábes, que ella esta un poco desequilibrada.

-Un poco, por supuesto.- ironizó Kim, con las orejas en llamas.

-Déjame terminar.- la regañó Liam y continúo.-Ella querrá volver a intentarlo conmigo y tienes que ayudarme. Si ella creé que tu eres mi novia no va a intentar nada, ¿me entiendes?

-Lo único que entiendo es que estas exagerando un poquis.

-Pequeña, te juro que no exagero para nada. ¿No recuerdas que ella estaba todo el tiempo pegada a mí?

-No parecía molestarte que ella  estuviera sobre ti.- dijo Kim con sorna en su voz, recordando amargamente que su amigo babeaba por estar con aquella loca.

-Kimy, no te hagas la graciosa, sabes de que hablo. Por favor eres mi esperanza.

Kim vió el puchero que Liam estaba haciendo y se puso a pensar en que podía hacer.

Tenía dos opciones:

1- Rechazar su pedido de auxilio y ver que sería de su amigo próximamente.

2- Aceptar y...

¿Y que harían si aceptaba?, que pasaba si su amistad terminaba en el caño por este estúpido juego de supuesta "salvación".

Esperen, una tercera opción.

3- Aceptar y poner sus condiciones.

-¿Que me dices, pequeña?

Liam aguardaba su respuesta, y Kim decidió.

-Dame un tiempo, para pensarlo, Li.

-¿Tiempo? Kimy, no tengo mucho tiempo.

-¿Cuando viene? Cuando se terminen las clases, aún faltan dos semanas. Yo sólo te pido un poco de tiempo.

-Es suficiente con dos días.

-Bien, pero no se toca el tema y no trates de convencerme con cualquier cosa. ¿De acuerdo?

-De acuerdo.

Liam respiró profundo cuando tomó la mano de Kim para estrecharla.
Esperaba que su mejor amiga tuviera un poco de compasión por sus motivos y aceptara.

Kim suspiró, estrechó la mano de Liam y sintió el cosquilleo en su estómago.

Luego del incómodo momento de esa conversación dieron vueltas por varios lugares hasta que se hizo la hora de que Kim volviera a su casa.

Sus padres volverían el sábado por la tarde, el mismo día en el que Kim debía dar su respuesta.

Ojalá decida lo mejor.

Liam la dejó en su casa. Entró y se encontró con las chicas que estaban a medio camino de las escaleras.

-Kim, hola, ¿que tal la tarde?

-Hola chicas, interesante, ¿y ustedes? ¿Como sigue Mack?

Annie y Gin intercambiaron miradas y respondieron al unísono.

-Se fue con sus padres.

-¿En serio?

-Si.- respondió Gin.- Ellos la vinieron a buscar, charlaron un poco aquí en la sala y se fueron hace unos 10 mimutos.

-Wow, que bien, ¿pudieron saber algo más?

-Si, según lo que ella nos dijo antes de irse.- explicó Annie, esta vez.- Sus padres le prometieron que harían lo posible por saber quiénes son sus padres biológicos.

-Mmm, ya veo. Espero que puedan saber algo acerca de ellos.

-También nosotras. Bueno, Kim nosotras te dejamos debemos volver a nuestras casas.

-Muy bien, nos vemos mañana.

Se besaron las mejillas y salieron camino a sus respectivas casas.

Kim subió directo a su habitación, aún era temprano y Luke no había vuelto.

Le dijo a Mary, la mujer que cuida la casa y a ellos lógicamente, que estaba en camino así que ella comenzó a preparar la cena.

Kim honestamente no tenía ningún apetito, no después de su charla con Liam.

Llegó a su cuarto y se lanzó a la cama hundiendo la cabeza entre los cómodas cojines.

Unos minutos más tarde se puso boca arriba y comenzó a pensar en la conversación.

Busco los pros y los contra de la situación para decidir que hacer:

Pro: Al fin, Liam, le había pedido que fuera su novia.

Contra: Pero, no por los motivos que ella hubiera deseado.

Pro: Es para ayudar a un amigo.

Contra: ¿Tiene que ser éste amigo?.

Pro: Podría aprovechar un tiempo de calidad con Liam.

Contra: ¡Todo se podría ir al carajo!

La supuesta solución la dejó más confundida, asi que sacó esos pensamientos de su cabeza y se metió bajo la ducha para aclarar las ideas.

Al salir del baño, se sentía más fresca y renovada. Cambió su ropa y bajó a cenar ya que los gritos de Mary se oían desde su habitación.

Al llegar al pie de las escaleras sintió el aroma de la comida de su nana y su apetito regresó

-Apresura tu trasero, hermanita. ¡Muero de hambre!- protestó Luke que ya estaba sentado en su lugar.

-Estoy llegando.- dijo mientras caminaba más lento de lo normal.

-No eres graciosa. Ya ven.

Kim se sentó y los platos aparecieron en su campo de visión, le agradeció a Mary.

Mary los cuidaba desde que eran unos bebés y los conocía más que ellos mismos.

Cada uno de los hermanos comió en silencio y en su mundo. Tan en su mundo que Kim ni quiera se dio cuenta en que momento había acabado la cena y ya estaba en la escaleras subiendo nuevamente a su cuarto.

Se lanzó en la cama y cayó en un profundo sueño.

Los problemas podían esperar un poco.