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Narra Alastor:

Y así fueron pasando mis semanas lamentablemente...
•Quejas de Vaggie.
•Las cosas que Rosie me decía haciendo que no me pudiese sacar a Tn de mi cabeza con esa pequeña sonrisa que me causaba éxtasis cada vez que la imaginaba.
•Las insinuaciones cariñosas de Mimzy.
•Y unas que otras sospechosas hacia a mí.

Pero siempre mantenía la calma.

¡Todo a su tiempo!

Sentía que todo esto me estaba desgarrando internamente.

¡Ah, maldigo tu sonrisa, mi querida suicida...!

¡Ah, pero daría cualquier cosa solo para que la mostraras frente a mí nuevamente...!

Ya que...
No moriré.
Esto solo es cuestión de días, ¿¡Cierto!?
No me volveré loco con esto, ¿O sí?
...

Rosie: Y rayos... Te lo dije, querido. -me dijo tranquila, mientras ponía dos tazas de café en una mesita y me senté- Agarra la tuya.

Estábamos en la azotea de su emporio.

Agarré una taza, di un sorbo y me alteré. Esto tenía... ¡Azúcar!

Rosie: Oh, mierda, éste es el tuyo. Perdón. -dijo disgustada al probar el café amargo y me empecé a reír.

Cambiamos de tazas.

Alastor: Querida... sé que olvidaré esto.

Rosie: Alastor. -dijo seria- Ya déjate de patrañas. Conociéndote bien: ya la hubieses olvidado desde hace semanas.

Alastor: Hmm... ¡Ya que! Solo me imagino como ha de estar mi querida en ese basurero pornográfico.

Rosie: Sufriendo.

Me empecé a reír.

Rosie: Sexualmente, con drogas posiblemente, maltratos físicos y psicológicos, sin comer bien posiblemente también. ¡Y peor aún! Imagínate, si ella se suicidó es por razones posiblemente psicológicas cuando estaba viva y ella está con ese sexoso sufriendo. ¿No te da miedo si ella se intenta suicidar...?

Alastor: ¡Ja! Querida, si ella se pasa un cúter por sus cortes que causaron la gran pérdida de sangre y la trajo aquí no la matará. Bien sabemos que los demonios solo mueren con las armas de esas criaturas asesinas.

Rosie: Hmm... Alastor, de verdad, siento que algo malo le pasará a esa chica.

Alcé una ceja divertido.

Alastor: Puff... Tranquila. No le pasará nada.

Es lo que pensaba yo...

Narra Tn:

No culpo a Vox...
¡Para nada! Sé que él dijo que me iba a proteger de Valentino, pero no fue siempre así... Ya que. Tampoco me dejé llevar por su vana promesa.

Durante esas semanas sentía algo extraño en mi estómago pero no le tomaba importancia.

Velvet... esa mujer...
La que me consideraba su amiga. La que me salvó de los exterminios junto a Vox y Valentino cuando llegué aquí me trataba como la perra más perra de todas.
¡Ah, claro que no me dejaba!
Pasé por amistades así cuando estaba viva que me llevaron a la estúpida idea de matarme.

Ella y yo empezábamos a pelear de la nada.
Ella empezaba por sus putos celos porque Vox siempre me cuidaba de ellos dos.

Eran golpes fuertes y, seamos honestos, que una mujer reciba un golpe en el pecho no es agradable y allí iban casi siempre nuestros golpes. Si no eran allí, era el vientre, piernas, y a veces jalones en nuestro cabello.

Valentino siempre disfrutaba de nuestras peleas.
Maldito hijo de puta.

Vox siempre terminaba apartándome a la fuerza de Velvet.
Si ella seguía buscando por más pelea, Vox solía amenazarla con electrocutarla.

Tn: Cabrón... -murmuré al entrar a mi habitación, mientras tapaba mi nariz que sangraba en gran cantidad.

Vox: Tn, no te puedo dejar así.

Este tipo me empezaba a fastidiar mucho ya.

Él se acercó a mí, me agarró del mentón y pasó un trapo limpiando mi sangre.

Tn: Deja eso. Ya se está regenerando.

Vox: Al menos deja que limpie esa sangre.

Suspiré de mala gana.

¡Casual!
¡Todo esto era casual!
¡Todo tranqui'!

Ya que...
A pesar de golpes y moretones que recibía al pelear con Velvet también tenía arañazos y chupetones por parte de Valentino cuando me obligaba a tener sexo con él.

Mis brazos estaban llenos de «puntos» rojos y morados por causa de inyecciones cuando Valentino me drogaba con PCP (polvo de ángel), y si no era con inyecciones era con comida. En la comida iba MDMA (Molly o éxtasis) que era «bueno» para Valentino porque esa cosa me causaba agresividad y hacía que terminara con cualquier pelea violenta con un actor o actriz, o con Velvet.
¡Oh, el enojo de Val al ver a sus empleados con golpes y cicatrices que arruinaban las cámaras!

En fin...
Esas drogas me amedrantaron...
No comía mucho ya.

Aún así ni siquiera me explico cómo mierda me miraba bien físicamente a pesar de mis cicatrices.
Lo único que estaba mal en mí era mi mente.

Creo que lo único bueno que tenían esas drogas era que podía sacarme al cabrón de mierda que me envió aquí y que lamentablemente...
No sale de mi mente cuando quiero dormir.

De todas las malditas drogas que me rodeaban había una de la que no sospeché: desvenlafaxina, era un anti-depresivo que estaba disfrazado en dulces que Vox me había dado en un jarrón. El pobre no sabía que esas cosas eran drogas.

A veces...
Pero de verdad... Unas cuantas veces, cuando lloraba en mi habitación, miraba mi lanza que Vox había traído nuevamente a mí.

¿Qué tal si la agarro y...?

...

¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ! ~Aᥣᥲstor x Tᥒ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora