¿Jugarás otra vez?

Charlie I

Capítulo 30

-¿Dónde estabas?

-En ninguna parte, estaba observandote hace un minuto y medio

-¡Ahora mismo te voy a llevar a tu casa Charlie! Mira la hora que es! ¿¡Sabes como estarán tus padres?!

-No tengo padres.

¿No tiene padres? ¿huérfano? ¿me estará mintiendo?

- ¿Y con quién vives entonces?- le pregunto preocupado

-No puedo decírtelo

-Charlie- me arrodillo a su altura- Si tuviste una discusión en casa, está bien puede pasar , pero de ahí a escaparte y no regresar, sea quien sea con quien vivas  se va a preocupar y mucho.

-Jin, yo no vivo con nadie.- su respuesta me entristece, ¿huérfano? Ahora que lo pienso, siempre trae el mismo chaleco negro, y el mismo shorts. Sin embargo nunca está sucio.

-Charlie, basta de mentir, dime con quien vives. Recuerdo que una vez mencionaste que "ellos" jugaban contigo. No soy tonto, sé que debes tener a alguien cuidándote

-Eso es muy diferente a una familia, son amigos, así como tú.

-¿Como yo?

-Solo vine a decirte dos cosas.

-Viniste? Pero si estabas escondido en mi casa.

-No estaba aquí.

-¿Que tienes que decirme?-  si sigo cayendo en su juego,  nunca voy a poder convencerlo de regresar a su casa.

-Primero que es inevitable que tu madre descubra la verdad, lo segundo es que si no se lo dices tú, se lo va a decir Sebastian.

-No! Sebastian no! Sería peor! - ni jugando quisiera eso.

-Por eso mismo Jin, enfréntala ahora.
Cierto, tengo que tomar cartas en el asunto, sino todo va a empeorar.

-Mañana mismo voy a hablar con ella- Lo observo y asiento- Pero ahora llévame a tu casa.

-¡No te voy a llevar a ningún lado! - dice molesto

-¡Entonces Mang va a sufrir las consecuencias!

Charlie quiere mucho a Mang, siempre suele aparecer cuando lo estoy regañando y hacer que me detenga.

-¡Jin eres un adulto comportate como tal!- me dice enojado el niño.

-Mang ven aquí!, vas a recibir buenos azotes!

-¡JIN!

Salgo a buscar a Mang por toda la casa y el va detrás.

-Está bien! Te voy a llevar! ¡Deja a Manga tranquilo!.

Más satisfecho con su respuesta, sonrío, lo tomo del brazo para que no se escape, tomo un abrigo y salimos de la casa.

-¿Es lejos de aquí?

-No, es cerca.

Sigo a Charlie.
El niño camina traquilo por todo el camino, no habla de nada. Yo por mi parte tengo la cabeza llena de pensamientos malignos, de lo que le va a ocurrir a mi madre cuando sepa todo.

Llegamos a un sitio donde las casas están todas en estado denigrante. Recuerdo muy bien esta zona, mi mamá no quería nunca que me acercara aquí. 

Una casita pintada de un amarillo opaco y sucio es donde parece vivir. En su parte delantera tiene dos ventanas, una de ellas no tiene siquiera marco, solo es un cuadrado vacío que deja ver parte interior de la casa, y en medio de estas una puerta de madera color negra.