Esta carta es para tí, mi gran mariposa.
De lejos tus alas se ven grandes, llamativas y luminosas.
No gustas de que nadie se acerque, pero es que cuando porfin pude acercarme, encontré que eras una polilla. Una sin nada de vida, te gustaba la ropa ya usada y chocabas con cada luz que te encendian.
Por aquellas luces tuyas imaginarias , no lograbas verme y chocabas tanto que te volviste tonta, estupida y aun asi te queria, por que para mi seguias siendo la mariposa mas linda de todas.
Pasaba el tiempo y cada vez te volvias mas opaca, ya no tenias fuerzas para continuar, pero seguias alli. Todo esto te lo guardabas y por alguna razon yo pude notarlo.
Sane tus heridas o al menos lo intente.
Nuestras conversaciones eran mudas pero decian muchas palabras que solo yo descifraba. Por que ambos sabiamos que no... no eras una mariposa , ni una polilla, no eras nada, ni nadie , ni mujer , ni hombre, solo una imaginacion mia.
