Chapter Eight

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8. ¿MOM?

- Admitelo - dice Tayler siguiéndome por toda la cocina mientras hago la comida de Angel.

- No - repito por quinta vez en veinte segundos, ¿De verdad que nunca se cansa? - Y vuelve a pedirme que lo admita y te vas de mi casa con un ojo morado, primer aviso - le advierto mojando mi dedo en la salsa de los espaguetis y llevándome este a la boca, vaya, nada mal.

- Vamos Faith, no te cuesta nada decirlo, por favor - exclama sobresacando su labio inferior mientras ladea la cabeza como un perrito abandonado.

- Vale, sí, me pones cachonda ¿ya estás contento? - pregunto con la ceja enarcada y Tayler ríe mientras hace un signo de victoria con los puños, en fin, el ego masculino es lo que tiene - Y ahora pon la mesa, por favor - ruedo los ojos extendiéndole los platos y este me guiña el ojo antes de irse hacia la mesa.

No me puedo creer que esos malditos sueños hayan vuelto, bueno, he de admitir que había tenido algunos desde que se fue Tayler pero no tan a menudo y tampoco tan explícitos, más bien eran recuerdos como cuando fuimos a Canadá y... bueno, sucedió. También la noche de mi cumpleaños y la primera vez que me tocó, básicamente las mejores experiencias sexuales de mi vida aunque tampoco haya tenido muchas.

- ¡No puedez pedirte el vaso de gatitos , papá! Es mío - explica Angel pasándose la mano por la carita mientras bufa cansada - Ondeaz lo entendió la pimera vez... - mira esta hacia mi y río.

- ¡Pero Angie, no es justo! Tu siempre te pides el de gatitos y yo tengo que conformarme con el de las gallinas ¡Y a nadie le gustan las gallinas! - Trayler se cruza de brazos y Angel se aferra aún más al vaso.

- Si me quitas el vaso, mami será mía en su totalidad y nuesto trato se rompedá - pone sus pequeñas manos en puño sobre la y Tayler mira hacia mi rascándose la nuca. Creo que ahora necesito una pequeña explicación.

- Chivata - le susurra Tayler y Angel le saca la lengua. Este se dirige a mi con las manos en la misma posición en las que las había puesto la menor anteriormente y se aclara la garganta - Nuestra hija y yo hemos decidido que a cambio de una chocolatina al día y una bolsa de gominolas semanal, va a dejarnos estar juntos y solos durante todas las noches a partir de las diez y media - exclama como todo un político y Angel se adelanta a acabar la frase.

- Para que veáis películas y jugueis a las damas - finaliza esta y enseguida miro a Tayler sorprendida mientras este se encoge de hombros para intentar decirme que no sabía que decirme.

- ¿Películas y Damas? - pregunto cruzándome de brazos y ambos asienten - Bien, no diré más al respecto sobre vuestros tratos descabellados... bueno, sí, Tayler nuestra relación no está en momento de darnos un mísero beso ¿Crees que sí para ver películas o jugar a las Damas? - pregunto molesta y este ríe mientras Angel nos mira sin entender a que nos estamos refiriendo.

- ¿Qué tienen de malo jugar a las Damas? - dice apuntando hacia el juego de mesa que se encuentra sobre la pequeña mesa que hay frente al salón del sofá - Degenerada - dice este entre carcajadas e inmediatamente siento el color rojo subir a mis mejillas - Se nota que no ha tenido novio en dos años, ¿A que sí? - susurra este en el oído de Angel provocando que ambos rían.

- En realidad en tres, te recuerdo que nunca hicimos oficial lo nuestro, por lo que técnicamente no fuiste mi novio nunca - comienzo a servir los espaguetis para Angel y pongo un bol de ensalada sobre la mesa, para después posicionar a su lado un plato con salmón a la plancha - a comer - digo señalandole a Tayler el Salmón y este lo mira con asco.

Angel ; Tayler Holder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora