Gena Silver creyó tener su vida resuelta , terminar el colegio, ir a la Universidad, recibirse de médica veterinaria, y más adelanté casarse y tener hijos. Una vida muy estructurada, llena de reglas y metas por cumplir, pero cuándo Brian Hanner, s...
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Puto día de mierda, me sentía bastante frustrado por tener que pasar la mayor parte de mi tiempo metido en la fábrica que era de mi padre, una vez él fallecido, la fábrica paso a ser parte de nuestra herencia, pero no me sentía preparado para hacerme cargo de ella en ese entonces, así que decidí que mi tío la manejará.
Me pasé el resto de los años desperdiciando mi vida, pero ahora que se había detectado una baja muy importante en la administración, mas muchas otras irregularidades, decidí tomar el mando y hacerme cargo yo mismo de todo.
La fabrica era la fuente de alimentación para mi hermana y para mi, y lo cierto es que María y yo, ya nos habíamos despilfarrado toda nuestra herencia, si la fabrica quebraba estaríamos en grandes problemas, ya que hoy en día esa era nuestra única fuente de dinero.
Todo esto me tenia alejado de mi Gena, desde que volvimos de nuestro viaje, solo la veía por las noches, amanecía con ella y al otro día otra vez a trabajar. Era realmente cansador. Extrañaba pasar más tiempo con mi chica, esa niña se había metido en mi corazón como nunca nadie pudo.
Además de todo eso, María estaba teniendo problemas con su diabetes muy seguido, se descomponía con mucha frecuencia, eso me tenía muy preocupado, por suerte contaba con Ben, quien se encargaba de ella y la cuidaba muy bien, pero era un asunto que me tenía a la expectativa constantemente.
Al fin era día viernes, ultimo día laboral y desperté cuando Gena con un beso dijo:
—Amor, despierta, debes ir a trabajar— bostece perezoso en la cama, no quería levantarme, pero era mi ultimo día laboral y ya luego tendría todo el fin de semana para pasar con mi rubia.
—¡Levántate!, te hice el desayuno— Insistió Gena, tirando de mis brazos para lograr levantarme, traía puesto esos enormes anteojos, con los cuales la conocí, era increíble que se les vieran tan lindos.
—Joder, eres la nerd más hermosa que pueda existir— Le dije besándola.
—¿Si? Pues no pareció dar mucho resultado en mi ciclo escolar — se río apenada.
—Nunca entenderé que rayos le pasaba a tus compañeros, si yo hubiera cursado contigo, aprovecharía cada recreo para follarte—
—¡Danny!— se ruborizo, era un hermoso Ángel y yo un puto afortunado. Sacándole sus anteojos dije:
—Es que es cierto, no puedo creer lo estúpidos que fueron, por cierto, ¿por qué estas usando estos anteojos? ¿porque ya no usas los de contacto?—
—Los perdí, no los encuentro— dijo gena, colocándome sus lentes.
