MY AFTERLIFE

93_Incertidrumbre.

CAPÍTULO 93:
              *Incertidumbre*

Brian.

Calor corporal, ese embriagador aroma, la suavidad de su piel ¿estaba acaso en el paraíso?, claro que no, pero lo más cercano a eso, me había despertado sobre el cuerpo de mi hermosa, hermosa novia, abrazado a su cintura, mis piernas entre las suyas y mi cabeza reposando sobre su pecho.

Moví mi nariz inhalando su exquisito aroma, que lugar más cómodo y agradable para dormir, me incline para mirarla, Gena dormía con los brazos tendidos a los costados y el cabello desparramado sobre su rostro.

Se movió tratando de estirarse pero mi peso no se lo permitía y quejándose fastidiosa se mantuvo en su lugar, parecía incomoda, al contrario de mi, al parecer ella no había pasado una buena noche, mi pobre gena, la había hecho dormir incomoda.

Abrió sus ojos de a poco y corriéndose el cabello del rostro dijo:


—Buenos días—


—Buenos días hermosa— dije sembrando un beso en su frente y rodando hacia un costado la cama, me apoye en mi codo mientras la observaba estirarse.


—¡Auch!— Se quejo moviendo su cabeza de un lado a otro, estirando sus brazos hacia delante con sus dedos entrelazados, luego sonriente me miro diciendo:

—¿Dormiste bien?—


—Como nunca en mi vida— reí contento.


—Pues me alegro por ti, has dormido sobre mí toda la noche y vaya que pesas dormido mi querido— se rio irónicamente y disculpándome le dije:


—Lo siento nena, simplemente me quede dormido— Gena se sentó en la cama y quejándose dijo:

—Rayos, me duele todo, ¿que me has hecho Brian Haner?—Me reí tras su comentario, al parecer mi novia se había despertado muy quejosa el día de hoy, y estirando mi brazo para acariciar su espalda le dije:


—Eso pasa cuando te guardas las ganas de estar con la persona que amas durante meses—


—Vaya que te has descargado cariño, pero no discuto los resultados — Sonrió de mejor humor, recostándose en el respaldo de la cama y mordiéndose los labios se quedo observándome por un momento, luego tomándome de la cara se subió sobre mi diciendo:


—Mierda, ¿porque demonios eres tan sexi en la mañana?, una persona normal no debería verse así— comentó sembrando un beso en mis labios y agrego:
—Me fascinas ¿lo sabías?— Su melena cayó sobre sus hombros cubriendo su rostro mientras volvía a besarme, llevando ese beso a un grado de temperatura más elevado y rápidamente entrando en calor, me tumbe sobre ella diciendo:

—Tú me fascinas a mi, pero creo que eso ya lo sabes — La besé con todas mis ganas, esta mujer me hacia entrar en ebullición con tanta facilidad que cuando quise darme cuenta estaba haciéndole el amor nuevamente.


Más tarde, luego de darnos una ducha, nos dirigimos a la cocina a comer algo, estaba muerto de hambre.


—Aquí tienes nena— Le dije a ofreciéndole un sándwich y esta se lo termino antes de que yo pudiera darme cuenta —¿hambrienta?—  Le pregunte divertido y Gena sonrió tímidamente encogiéndose de hombros.

Encendí mi teléfono y tenía varios mensajes, un número desconocido me había mandado varias fotografías, en todas aparecía yo, estaban tomadas desde lejos, fotos de cuando me gradué, fotos con Gena, con mis amigos, hasta con mi madre.
Fruncí el ceño no entendiendo, ¿Qué demonios era esto?, ¿acaso estaba siendo observado?

Me rasque la cabeza mirando a Gena con desconcierto y está al ver mi expresión pregunto:


—¿Que sucede?— Me quede mirando mi teléfono tratando de entender, mire el remitente, las imágenes habían sido mandadas desde una computadora, me preguntaba ¿quién podría ser y porque estaba haciendo esto? ¿con que propósito?


—Mira esto— Le dije a Gena pasándole mi celular y dándole un vistazo a las fotografías dijo:


—Eres tú en todas, ¿quien te las ha enviado?—


—No lo sé, es como si me hubieran estado espiando, por que las fotos están tomadas a lo lejos, ¿lo ves?— Gena asintió con la cabeza y entregándome el celular dijo:

—Pues, que miedo nene—


—No entiendo quien está haciendo esto, primero las llamadas ahora esto, no lo entiendo, lo que más me extraña es esta foto, aquí, con mi madre, habré tenido unos 15 años de edad— Dije enseñándosela a Gena.

—Ow, te vez lindo ahí— hizo una mueca tierna y agrego —¿No tienes alguna idea de quien pueda ser?, tal vez, ¿alguna ex novia media loca y despechada?—


—No, lo dudo, solo he tenido dos novias, Megan y tú, las demás no cuentan como novias—


—Megan es bastante loca y esta algo obsesionada contigo—


—No ella no haría algo así—


—¿La defiendes?— dijo Gena con cierto fastidio, a lo que respondí:


—No la defiendo, pero la conozco, ella podrá ser algo, densa, pero no haría algo así, ¿con que propósito?—


—¿Molestarte?— Sacudí mi cabeza en negación, conocía a Megan desde los 15 años, ella era algo loca, solía tener ataques depresivos, que la llevaban a los extremos, como intentar suicidarse, pero era en una etapa diferente de su vida, en la actualidad y con terapia, pudo superar eso. Sinceramente no creía que ella pudiera estar detrás de esto.

De repente mi teléfono comenzó a sonar nuevamente, era un  numero privado, estaba cansado y la verdad es que comenzaba a asustarme un poco.
Gena se quedo mirándome con los ojos bien abiertos y de mala gana contesté:


—¡Hable de una vez!— Sea quien fuera que me estuviera haciendo esto, ya no era divertido, estaba realmente fastidiado.

—Brian, soy tu mamá, te hablo desde el teléfono de Jack— La tierna voz de mi madre detrás del teléfono, me dio tranquilidad, me serene de inmediato y respondí:

—Oh, eres tu mamá, ¿donde estas?, ¿que sucede?—


—Estoy en el supermercado, quería avisarte para que no te preocuparas, también decirte que Jack irá a almorzar con nosotros hoy— Rodé mis ojos, lo que me faltaba, tener a este tipo aquí en mi casa otra vez, ¡que fastidio!

—¿Brian?, ¿me escuchaste?— me pregunto mi madre al no recibir respuestas y de mala gana respondí:

—Okey mamá Gena y yo nos iremos a comer a casa de ella—


—Brian, no seas así—


—¿Así como?—


—No quiero que coman fuera, intento que puedas conocer a Jack, es un buen hombre hijo, por favor—


—Hasta luego mamá— Colgué molesto.
Me amargaba tanto este nuevo romance de mi madre con ese tipo, ojalá pudiera vivir su romance fuera de casa, sin tener la necesidad de traerlo aquí.

Toda nuestra vida habíamos vivido solos, sin necesitar de nadie, desde que mi padre se fue, ¿porque ahora necesitaba de este tipo?, no lo entendía, no quería a nadie en casa dándoselas de hombre de familia  queriendo ocupar el lugar que hace años dejo mi padre.


—Gen, ¿Podemos ir a comer a tu casa hoy? mi madre traerá a su novio aquí— Le pregunte a mi novia y ella tomándome de las manos dijo:

—No tengo problemas en que comamos en casa, pero  ¿no crees que estas siendo muy duro con tu madre?, digo, ella es una mujer joven, merece rehacer su vida amor y solo quiere poder compartir un almuerzo contigo y su novio— cerré mis ojos e hiperventilando dije:

—No quiero que nadie ocupe el lugar de mi padre—


—No creo que el pretenda eso, además, ya esta grande como para que alguien venga a querer ocupar el lugar de padre contigo cariño—


—No me refería a eso, claro que nadie vendrá a querer a hacerse el padre conmigo a esta altura de mi vida, lo que digo es que quizás, quiera venir a hacerse el hombre de la casa ¿entiendes? , a instalarse aquí e imponer sus reglas, no lo acepto— Gena se sentó en mi regazo y acariciando mi cara dijo:

—¿Podrías al menos hacer el intento de conocerlo?, por tu madre— Resople fastidioso, pero luego de pensarlo un momento dije:


—De acuerdo, lo intentare— Gena me dio un dulce beso en los labios y abrazándome dijo:

—Ese es mi chico— La abrase con fuerza, descansando mi cabeza en su hombro, por estas cosas es que la amaba tanto, y por lo cual me había hecho tanta falta, ella era mi cable a tierra cuando mi cabeza estaba hecha un desorden, 9 meses separados fue muchísimo tiempo para mi, tiempos en los que parecía estar más muerto que vivo, 3 meses junto a Megan, creyendo que aun la amaba, el peor error de mi vida, y 6 meses tratando de recuperar al verdadero amor de mi vida, pagando por mi error, pero lo tuve merecido, porque solo perdiéndola, pude darme cuenta de que ella era todo en mi vida, el típico dicho de: “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde” no podía ser más certero, pero por suerte la había recuperado y la tenia aquí conmigo, entre mis brazos y le daría gracias a dios por esto todos los días.


—Te amo nene— dijo Gena besándome dulce mente.


—Y yo a ti cariño, no imaginas cuanto— La tomé de su rostro entre mis manos y la bese con todo el amor que podía darle.

El teléfono volvió a sonar una vez más, interrumpiéndonos.


—¿Otra vez?, ¿me dejas contestar a mi?— Pregunto Gena y asentí con la cabeza entregándole el celular.


—Hola, hable— dijo y se quedo escuchando —hola, hola— Miro la pantalla para ver si habían colgado, pero aun seguían en línea.
Puso el celular en alta voz y pude escuchar la interferencia. Ruidos a lo lejos, voces poco entendibles, la voz de una mujer y la de un hombre, no se escucho nada más y colgó.
Gena me miro con los ojos redondos como platos y soltando el teléfono dijo:

—¿Escuchaste eso?—


—Si había interferencia ¿verdad?—


—Si pero ¿no escuchaste lo que dijo?— Fruncí el seño sacudiendo la cabeza, no entendía a que se estaba refiriendo —dijo tu nombre, la voz masculina, dijo tu nombre, Brian, eso dijo, Brian—


—No escuche nada, no pude entender lo que decían—


—Sus voces sonaban raras, distorsionada… ay nene, no es por supersticiosa pero esto me da miedo—


—¿Ah que te refieres? crees que son “¿voces del mas allá?”— Me reí irónicamente y refunfuñando  Gena dijo:


—¡No te burles!—


—Disculpa Gen—


—Solo digo que es, muy extraño todo esto, está empezando a asustarme— Se abrazo a mi refregando su nariz en mi cuello, y luego puso mi cabeza sobre su pecho, acariciando mi cabello con sus dedos, estuvimos así quien sabe por cuánto tiempo.

Las llamadas cesaron y Gena propuso que ordenáramos un poco la casa para cuando viniera mi madre, me preguntaba ¿por qué demonios teníamos que dejar la casa impecable para recibir a este tipejo aquí?, pero prometí que intentaría conocerlo,  pese a que dudaba que cambiara mi forma de pensar.

Al fin y al cabo serviría para tenerlo bien vigilado, no confiaba en el.


—Bueno, todo listo, me alegra estar vestida como anoche, al menos así estaré presentable— dijo acomodando su cabello.


—Gena, tu impresionas a la gente con tu sola presencia— Le alague por que era verdad. 


—Pues me ha gustado mucho tu regalo— dijo ruborizándose.


—¿Cual de todos?— Reí pensativo y Gena golpeándome  dijo:

—Hablaba del vestido tontito- me reí y gena agrego: —Pero el de anoche, después de la fiesta fue el mejor de los regalos— Me guiño el ojo y me estremecí al escucharla decir eso, mientras me abrazaba y acariciaba mi pecho, metiendo sus manos por debajo de la camiseta.

—Um, delicioso— Me olió,  dándome una pequeña mordida en el cuello. Un calor recorrió todo mi cuerpo y cerrando mis ojos me reí sacudiendo la cabeza, mi seductora y tentadora Gena, su mano se dirigió a mi entre pierna, justo cuando escuche a mi madre llegar, carajo, y ahora yo estaba más duro que una piedra.


—Tranquilo amigo, vas a tener que esperar para otra ocacion— se río de mi,  hablándole a mi pene, si, esta pervertida mujer acababa de decirle eso a mi pene.
Lanzándole una mirada llena de deseo me aleje de ella, tratando de mantener la compostura, esta chica acabaría conmigo,  estaba seguro de eso.


—¡¡Llegamos!!— entro mi madre, cargada de bolsas con mercadería, me acerque a ella para ayudarla, y detrás entro Jack, con mas bolsas.
Se detuvo para saludarme, extendiendo su mano, la cual estreche con recelo:

—Buenos días Brian, ¿como has estado?— me saludo cordialmente, y cortante respondí:

—Bien gracias— Vi a mi madre sonreír con un brillo en sus ojos  y tomando de la mano a Gena agregué —Ella es Gena, mi novia—


—Mucho gusto señor— Lo saludo respetuosamente gen, apretando su mano.


—Vaya, el gusto es mío y por favor, llámame Jack— La observo de cabeza a los pies, “Te llamara como ella quiera idiota” dije para mis adentros, pero mantuve mis comentarios ocultos solo para mí.

Durante el almuerzo aproveche para hacerles algunas preguntas al señor sonrisas, no había parado de sonreír durante todo este tiempo, ¿acaso quería parecer simpático?


—Dime Jack, ¿a que te dedicas?—


—Soy contratista—


—Ah, ósea que tu solo mandas y los demás trabajan ¿no?—


—No, veras Brian, un contratista no solo manda, si no que se encarga de proporcionar todos los materiales, equipos, herramientas, y la mano de obra necesarios para una construcción, ya sean edificios o casas, nos encargamos de verificar que todo este en regla—


—Aja, por eso, vas, miras si el trabajo está bien, y te marchas, para colmo la mayoría de materiales son de pésima calidad y les cobran a las personas como si los materiales fueran de lo mejor, cuando no lo son, el resto de plata se las guardan en sus bolsillos y les pagan migajas a los albañiles —


—¡Brian!— me regaño mi madre y una vez más el señor sonrisa solo me sonrió.


—Me gustaría saber Jack, ¿que intenciones tienes tú con mi madre?— sentí la mirada tanto de mi madre como la de Gena, como si quisieran ponerme un parche en la boca para que no dijera mas nada, Jack se acomodo en su silla y tomando de la mano a mi madre dijo:

—Quiero una relación seria y estable con tu madre, no intento ocupar ningún lugar aquí, solo quiero formar parte de la vida de tu mamá, y de la tuya también, ¿porque no?— Mi teléfono sonó nuevamente, desconcentrándome, y mirando la pantalla, volví a ver el mismo remitente de siempre, número desconocido.
Me tome la cara con las manos y dije:

—Ya regreso— Salí de la sala y enfadado respondí:


—Escucha, seas quien seas, habla de una vez por todas, por que ya me tienes harto, ¿quien demonios eres y que quieres conmigo?— Escuchaba su respiración detrás del teléfono, pero no hablaba —¡¡Habla maldición!! ¡O me pondré en contacto con la policía,  esto es acoso!— Por primera vez, una voz ronca y muy baja respondió del otro lado, diciendo:

—Brian, soy… soy yo, soy…tu padre—

Mi teléfono callo de mis manos estampándose contra el piso, inhale fuerte mente manteniendo la respiración, me quede totalmente atónito, ¿había escuchado bien?, la incertidumbre invadió todo mi cuerpo, ¿era él?, ¿mi padre?, ¿fue él quien me había estado llamando estos días? quien me había mandado esas fotografías, mi cuerpo estaba estático parecía que me habían atornillado al piso y no podía moverme, no supe que hacer, las palabras quedaron retumbando en mi cabeza sin dejarme hacer absolutamente nada…
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*Amores, esta semana eh estado un poco ausente en las actualizaciones,  ya que estoy trabajando en los capítulos finales, las semana que viene subire los últimos en una maratón,  espero que sea de su agrado. Los quiero mucho* marie .