Gena Silver creyó tener su vida resuelta , terminar el colegio, ir a la Universidad, recibirse de médica veterinaria, y más adelanté casarse y tener hijos. Una vida muy estructurada, llena de reglas y metas por cumplir, pero cuándo Brian Hanner, s...
Hola amores, como les mencioné en el anterior capítulo, se cerraron etapas y comienzan nuevas, Gena empezará a acomodar sus ideas y sentimientos con los que tanto ha luchado todo este tiempo, además se vienen nuevas cosas para los demás personajes. Como bien saben, en un fanfics siempre se dividen y se arman team sobre todo cuando hay triángulos amorosos, pues, al final, siempre se definirán las cosas y seguramente abra enojos, pero solo pido que no me odien tanto jeje, ojalá pudiera contentar a tod@s pero 🤷♀ les prometo que abran cosas buenas para todos. Ahora si, les dejo el capítulo de hoy, y hasta el lunes.
Capítulo 86:
*Recomenzar*
Gena:
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Despertar, es algo que me ha estado costando mucho estos días, algunos dicen que es mejor quedarse dormido y desaparecer, otros prefieren quedarse despiertos, con los ojos bien abiertos, esperando a ver lo que se aproxima, luchando contra las dificultades, las decisiones a veces son difíciles.
¿Hacer lo correcto o equivocarse?, ¿como se puede ir por la vida sin equivocarse?, si las reglas están para romperse. En la vida damos tropiezos que nos ayudan a levantarnos con más fuerzas. Mirar hacia adelante y tratar de reparar los errores cometidos, de la manera que podamos. Pero si no vamos a tener esa voluntad, lo mejor sería dormir y desaparecer para siempre.
Todo tiene un sentido diferente cuando Las personas que nos quieren, nos rodean como satélites, ellos siempre estarán a nuestro alrededor para protegernos de cualquier cosa que pueda pasarnos, y esa, creo que es una buena razón para levantarse cada día, a pesar de no estar de ánimos, el impulso de vivir por esas personas, es lo que te hace querer estar bien despierta…
—Aquí tienes querida, te traje el desayuno, es una mañana hermosa, mira— dijo mi madre abriendo las cortinas de la que solía ser mi habitación cuando aún vivía aquí.
Hacía una semana que me hospedaba en casa de mis padres, estar sola no me convendría ahora, no estaba pasando un buen momento y mi estado de ánimo depresivo, estaba por los suelos.
Me estire en la cama llevando las sabanas hasta mi nariz y abrazándome a mi almohada dije:
—¿Y si me quedo aquí para siempre?—
—¡Ay vamos haragana!, levántate— Me ánimo mi madre palmeando mis piernas.
Me quede acostada un momento y luego, sentándome en la cama comente:
—Mamá, ¿crees que soy una buena persona?— Me observó con preocupación.
—¿A que viene esa pregunta Gena?— Mi madre dejó la bandeja con mi desayuno a un lado de la cama, y sentándose a mi lado continuo —¿Que cosas dices cariño?, eres una muchacha encantadora—
