Gena Silver creyó tener su vida resuelta , terminar el colegio, ir a la Universidad, recibirse de médica veterinaria, y más adelanté casarse y tener hijos. Una vida muy estructurada, llena de reglas y metas por cumplir, pero cuándo Brian Hanner, s...
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Brian me había propuesto que nos mudáramos juntos a Long Beach, la idea me había parecido estupenda ya que no había nada más que yo quisiera en este mundo que vivir con la persona que amo, jamás me había puesto a pensar sobre mi futuro, pero llevaba meses pensando en mi vida futura al lado de Brian.
El hombre al cual había amado desde la primera vez que lo vi, pero dejar San Diego era una gran decisión, no sabía cómo se lo iban a tomar mis padres, más allá de que yo ya vivía sola, aun estaba en esta ciudad, ahora me iría a otra y con mi novio, después de todo, no quedaba tan lejos, no es que me iría al otro lado del mundo, nos distanciaban solo un par de kilómetros, una hora y cincuenta y nueve minutos para ser exactos.
Solo me apenaba que ya no podría ver tan seguido a los chicos, eso me ponía triste, al igual que a Brian, pero nos arreglaríamos para visitarlos lo mas que podíamos, Brian no trabajaba los fines de semana asique lo más seguro era que nos la pasemos en san diego esos días.
Era hora de enfrentar a mis padres, tenía que decirles la decisión que había tomado, y para eso, le pedí a mi hermoso novio que me acompañara en este momento. Al llegar, mi madre me recibió con un abrazo e invitándonos a pasar dijo:
—Por favor pasen, pasa Brian, toma asiento querido— Le dijo mi madre amablemente, desde que supo la herencia millonaria que Brian heredó de su padre , su trato para con el había cambiado mucho, ya no lo miraba feo y lo trataba como si fuera una especie de rey o algo así, rodé mis ojos cuando la escuche decir :
—Quieres algo para tomar Brian, ¿algo para comer quizás?— fruncí el seño mirándola con mala cara ¿Qué le pasaba?, siempre había detestado a Brian y ahora resulta que era su adoración, ¿era esto solo por causa de su reciente dinero?, la idea me revolvió el estomago, simplemente no podía creer que mi madre fuera así.
—Mamá, ¿esta papá en casa?—
—Si querida, el está dándose un baño—
—Bien, esperare a que salga, quiero hablar algo con los dos—
—¿Sucedió algo?—
—¿Cuando papá salga de su ducha te lo contare?—
—Oh, bien— dijo mi madre esbozando una sonrisa y agregó: —Los dejare solos un momento, para que estén más tranquilos— Una vez que se retiro, Brian me miro sonriente y con sus ojos abiertos, sorprendido por la reacción de mi madre y dijo:
—¿Tu madre siendo tan amable? Oye estas si son noticias—
—¡Si que lo son!— Exclamé moviendo mi cabeza negativamente, indignada y Brian, tomando mí barbilla con sus dedos alzo mi cabeza para que pudiera mirarlo a la cara:
