Gena Silver creyó tener su vida resuelta , terminar el colegio, ir a la Universidad, recibirse de médica veterinaria, y más adelanté casarse y tener hijos. Una vida muy estructurada, llena de reglas y metas por cumplir, pero cuándo Brian Hanner, s...
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Me levante de la cama directo al baño, estaba mojado en transpiración, es que hacía un calor de locos afuera y mi habitación parecía un sauna, el mismo calor insoportable me había despertado, necesitaba darme una ducha de inmediato.
Asique eso hice, me metí bajo la ducha, el agua estaba deliciosamente fresca, era capaz de pasarme el día entero allí, me quede por un largo rato dejando caer el agua en mi cabeza, hasta que escuche a mi madre hablando con alguien y finalmente decidí salir.
Lie una toalla a mi cintura y me adentre en mi habitación en busca de unos bóxer y ropa limpia.
—Gracias Susy— Escuche la voz de Gena, entrando en mi habitación justo en el momento en el que había dejado caer la toalla al piso para ponerme mis bóxer, pero no llegue a ponérmelos.
Su boca callo abierta y sus ojos se abrieron enormemente al verme totalmente desnudo frente a ella.
—¡Oh por dios!— exclamó Gena observándome de arriba abajo y volteándose se tapo los ojos. Tome la toalla nuevamente y la lie de nuevo a mi cintura, sin darme cuenta de que podía claramente haberme puesto mis bóxer, la situación me puso algo nervioso y fue lo primero que se me ocurrió hacer.
—¿Ya te vestiste?— Pregunto la rubia, mirando con recelo.
—Se, ya esta— Puse mis ojos en blanco, “como si ya no lo hubiera visto todo”, pensé para mis adentros, ella conocía cada parte de mi cuerpo mejor que nadie.
Finalmente se volteo y vi que su cara más que roja había tomado un color bordo.
—No te avergüences Gena, no es nada que no hayas visto antes— dije acercándome para saludarla y agregue: —Digo, al menos ¿podrías tocar la puerta antes de entrar no?— La salude con un suave beso en la mejilla.
—Disculpa, es que tu madre dijo que estabas dormido, y que podía pasar, yo nunca imagine encontrarte…. Así— Respondió apretando sus labios, aun con un adorable color rosa en sus mejillas.
—Bueno, no te preocupes, ¿a que has venido?— dije sentándome en el borde de mí cama, mientras sacudía mi cabello, pude notar la forma en que Gena me miraba sin responderme nada, arque una ceja esperando a que me contestara y al ver que no lo hacía volví a decir:
—¡Gena!—
—¿He?, ¿que?— dijo distraída y sonriendo le pregunté:
—¿Ah que has venido tonta?—
—Ah, es que Lily, bueno ella festeja su cumpleaños en el after night club y me dijo que te la entregara, de otra forma no entraras— dijo sentándose a mi lado y entregándome una tarjeta.
