Desconocido Sexual [Emiliaco]

27. Verdad

Me encontraba sumamente nervioso cuando Joaquín llamó a mi puerta, estuve apunto de decirle al guardia que no lo dejara pasar pero creo que era mejor una vez por todas afrontar la realidad, mi triste realidad.

He pensado en varias reacciones que quizá pueda tener, pero todas terminan con él dejándome lo cual no me hace feliz. De todos modos me obligó a creer que es lo mejor, entre nosotros no hay secretos, siempre tratamos de solucionarlo y esta vez no será diferente. Confío en eso.

Pero no es hasta que lo tengo frente a mi - con algunos rizos cayendo por su frente, algunas gotas de sudor y su gran mochila donde trae las cosas para su clase - que me hace sentir mal, me regala una sonrisa tímida por que quizá piensa que fue muy impulsivo a invitarse sólo, hago un gesto para que pase, noto como se aferra añ cinto de su mochila lo cual se me hace tierno, no importa cuantas veces nos veamos, cuantas veces tengamos encuentros íntimos, Joaquín Bondoni siempre se pondrá nervioso y eso me encanta aún más.

Nos miramos en silencio y comprendo que ninguno es capaz de decir algo para que se rompa el hielo pero no me importa por qué no es para nada incomodo, al contrario, agradezco que me esté dando mi tiempo. Se muerde el labio inferior, me aclaro la garganta un poco para poder hablar.

-¿A que se debe tu visita? -parpadea un par de veces, mi pregunta lo ha tomado por sorpresa.

-¿Estás enojado? ¿Hice algo mal que no te gustó?

Sus preguntas me dejan un poco confundido, pero recuerdo lo que pasó aquella noche en su habitación que me hacen entendér de inmediato. Así que no lo pienso mucho cuando lo tomo del cuello, suelta un grito por la cercanía tan de repente.

-No caracol, estuviste excelente, es solo que, son problemas míos -noto como se tranquiliza al escucharme, pero frunce el ceño.

-Puedes contarme -acaricia mi mejilla con sus nudillos, cierro los ojos un momento.

-Es lo que quiero pero tengo miedo de como lo tomes -se pone serio -No es nada malo, bueno, si -intenta apartarse de mi agarre pero no se lo permito -Sólo quiero que esto que te diré no nos separe, te amo mucho Joaco -noto como sus ojitos se comienzan a llenar de lágrimas pero rápidamente las limpio con mis pulgares-. Promete que no te iras después de esto, prometelo.

Suspira mientras cierra sus ojos, su labio inferior tiembla parece que tiene una lucha interna y se que tal vez he sido egoísta al pedirle que prometiera algo así sin saber nada, pero no soportaría tenerlo lejos, no ahora. Ni nunca.

-No me pidas eso Emi, no se cual sea la magnitud de dicho problema, primero necesito saberlo -su voz suena lastimera, siento como mi pecho comienzo a apretarse.

-Por lo menos prometeme que me escucharas y que luego tomaras tu decisión -se muerde el labio, tratando de encontrar alguna pista en mis ojos.

-Lo prometo.

Y con eso me permito besarlo, besarlo con fuerza, profundo, saboreandolo y absorviendo como si fuera la última vez, él jadea por lo intenso que estoy siendo pero lo necesito por que no se cual será su reacción, coloco nuestras frentes juntas y doy un ultimo suspiro, dispuesto a contarle.

-Ayer después de bajar por tu balcón... -hago una pausa, sus ojos buscan los míos con algo de dificultad -Me coloque el suéter para que no me reconocieran, todo iba bien tan solo me faltaba poco para llegar, hasta que... -se lleva una mano a la boca, y me mira con preocupación-. Sentí que alguien me miraba y no pude evitar buscar de quien se trataba, era tu papá, me reconoció y comencé a caminar más rápido mientras el me seguía, entonces cuando ya estaba cerca de cruzar el gran portón, sentí como me dio con algo en la cabeza dejándome inconsciente -rápidamente Joaquín busca alguna lesión en mi cabeza. Toma mi cara entre sus manos.