33. Caos

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Joaquín

Me encuentro algo inquieto en mi habitación mientras espero a Maria, solamente deseo que acepte lo que voy que proponerle y también espero que salga a como lo planeo.

Me muerdo constantemente el labio, estoy demasiado nervioso.

Estoy apunto de ponerme de pie cuando la puerta se abre lentamente y se asoma una cabellera castaña, sonrió al reconocer de quien se trata.

-¡Hola! -chilla emocionada mientras me envuelve en un abrazo-. ¿Cómo estás? -cuestiona mientras se separa con una sonrisa en los labios.

-Hola Mari -rio un poco -Estoy bien, gracias -contesto burlón-. ¿Tu que tal?

-Un poco adolorida -hace una mueca -Ayer salí con un chico, ya sabes, un poco de sexo pero me hizo hacer una posición bastante incomoda -suspira mientras lo recuerda, hago una mueca de asco-. Pero fue el mejor polvo de mi vida.

-¿Cómo se llama el chico? -ruedo los ojos.

-Emilio -contesta mientras una carcajada se le escapa.

-¡Eres una idiota! -reprochó mientras le doy un almohadazo.

Ella sigue riendo, y me permito a mi reír al compas, hasta que nuestros estómagos duelen.

-¡Basta! ¡Basta! -dice agitada, tiene una de sus manos en su estómago-. Yo vine aquí a saber un chisme, ahora sueltalo.

María ha sido directa y se que tego que hacer lo mismo, inhalo y exhalo un poco, comienzo a jugar con mis dedos.

-A Emilio ya le dieron sus vacaciones -ella asiente-. Entonces habíamos hablado anteriormente que cuando eso pasara lo dos nos iríamos por ahí, el problema es que tenemos miedo de que mi padre se de cuenta así que aquí el plan -

-Es utilizarme -termina por mi.

-¡María no lo veas así!

-No, no me molesta al contrario me alegra de que estés comenzando a vivir tu vida, es como, estabas con Mauricio ¿no? Pero nunca te vi a hacer algo loco con él, todo se volvió rutina entre ustedes y yo realmente quería que terminaran su relación -sonríe tímida -En verdad le agradezco a Emilio que te sacará de tu rutina por que te hace hacer cosas divertidas, locas y sobre todo te ama -me acaricia el hombro-. Y cuenta conmigo, les diremos a tus padres que irás conmigo a aquel viaje que tengo planeado con mi familia.

No tengo palabras para describir como me siento así que solo le sonrió a mi queridisma amiga, María es una persona con la que puedo contar para lo que sea, ella siempre trata de entendeme, me reprende cuando hago las cosas mal y me anima a seguir adelante.

-Tenemos que comparte ropa interior para hombre, lencería, vibradores -se nota la emoción en su voz-. ¿Utilizaste la tanga que compramos aquella vez? -pregunta con descaro.

-¡María! -la regaño-. Pero si la utilice -murmuró apenado, mis mejillas ruborizandose.

-¿Y que dijo? -cuestióna mientras saltaba emocionada.

-Le encantó -me cubro la cara con mis manos.



[...]


María se ha ido desde hace unas horas y no estaba consciente de cuánto la extrañaba hasta ahora, me encuentro cenando en el gran comedor de la casa, mi padre y mi madre están frente a mi, todavía hay un plato más a mi lado lo cual me tiene un poco desconcertado, debo admitir que me emociona la idea de que sea Emilio quien venga a cenar. Pero no estoy completamente seguro de ello.

-¿Qué tal las clases de vóleibol hoy? -mi padre rompe el silencio que había estado mientras nos servían la cena y de pronto me encuentro preocupado por que han sido tres días en los que no he ido, hoy era el cuarto.

Desconocido Sexual [Emiliaco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora