Desconocido Sexual [Emiliaco]

29. Bianca

Comenten mucho. ✌🏻😔
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¿Alguna vez han sentido que el corazón se les rompe? ¿Cómo un dolor en pecho y dificultad para respirar?

El amor puede romper literalmente tu corazón, las heridas cicatrizan al cabo de días o semanas, los daños causados en algunas personas son de larga duración y podrían no sanar nunca. Creo que mi caso es el segundo.

Jamás había sentido lo que era la impotencia, lo que era el estrés a su máximo explendor, nunca sentí la necesidad de querer aclarar todo con una persona para que no me deje, no había experimentado el vacío en el pecho. Hoy Uberto invoco a una nueva junta la cual sería en su casa pero si soy sincero no se como reaccionare al tener a Joaquín frente a mi, no he podido aparentar no estar triste, lo único que quiero es tomar a Joaquín y llevarmelo lejos.

Si, todo esto comenzó como un simple juego sexual, mis intenciones eran darle mucho sexo y amarlo no lo niego, pero me enseño que el amor va primero, y de la mano va el placer, no simplemente sexo.

Se que no ha querido hablarme por que se sintió atacado por todas partes, inclusive el chisme que se regó por la empresa me tiene aturdido - que Uberto había discutido con el hasta el extremo de golpearlo - no puedo explicar que sentí cuando Azul burlonamente me lo dijo, jamás había sentido mi sangre hervir y con ellosñ tener unas ganas irrevocables de ir al hijo de puta de Uberto para darle su merecido, jamás se había atrevido a tocarlo y el simple hecho de que lo haya hecho me hizo querér matarlo.

No se cuanto tiempo he estado parado frente a la gran puerta, sólo se que no quiero tocar el timbre pero debo hacerlo, si no sería muy sospechoso el estar actuando raro alrededor de los Bondoni. Pongo mi mejor sonrisa y me dispongo a hacerlo, aprieto el botón y el timbre resuena por toda la gran casa, escucho unos pasos desde adentro y me recibe una cabellera blanca de inmediato, no puedo evitar que se me escape una risita por que sin duda alguna amo a Bianca, la nana de Joaquín.

-Niño Emilio, llegó temprano -asiento en respuesta, me siento nervioso-. ¿Qué sucede? -cuestiona frunciendo el ceño.

-¿Por qué la pregunta? -no puede ser que hasta ella se dé cuenta de mi estado de ánimo.

-Siempre que llegas lo que haces es preguntar por Joaquín -susurra cómo si fuera un secreto -Mi niño tampoco fue a su clase de vóleibol pensé que habían quedado de verse -se encoge de hombres tímidamente-. Aunque viéndolo bien, el niño Joaco tampoco ha estado de humor.

Trago en seco al escuchar las últimas palabras, mi caracol está mal o peor que yo.

-¿Ha comido?

-¡Por supuesto que si! Lo he obligado prácticamente, me conoces, jamás lo dejaría que se acueste con el estómago vacío -hace una pausa como recordando algo-. Eli está en su taller de pintura y el señor Uberto todavía no llega ¿Por qué no subes y arreglan las cosas? Yo te encubro.

Jamás terminaré de agradecer que Bianca viniera a parar aquí aquella noche fría y solitaria.

-¿Por qué supones que el problema es conmigo? -pregunto burlón, ella ríe mientras se ruboriza lentamente pero creo que estoy peor.

-Jamás lo había visto tan feliz como anteriormente, pero ahora está destrozado, tu tampoco estas mejor, creo que es una buena conclusión de que algo pasa entre los dos y a ambos los amo, me importan, por eso estoy tratando de meter mi cuchara para la reconciliación.

Suelto una gran carcajada que resuena por todas partes, esta mujer es impredecible.

-Gracias Bi, pero no creo que sea prudente.