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Me dirigía a Los Angeles, desde hace un año, mi novio y ahora prometido vivía haya, así que le daría una sorpresa antes de la  boda, había convencido a mi papá de darme permiso ya que aún y cuando estaba a punto de casarme tenía un gran respeto hacia el y su casa.
La condición fue que llevara a mi hermana conmigo, así que, aquí vamos a punto de subir al avión.
Admito que estoy nerviosa, le dije a su hermana que no le dijera nada para que todo fuera sorpresa y ella se encargó de organizar todo para que quedara bien.

Al llegar a Los Angeles ella nos recogió en el aeropuerto, nos dirigimos al hotel donde nos íbamos a hospedar el día de hoy mi hermana y yo, la dejamos y nos dirigimos a casa de mi novio.
Mi cuñada Lesley me dio las llaves del departamento donde alquila Joel, subí las escaleras con las manos sudando, nunca hice esto pero de verdad lo extrañaba y por los nervios de la boda no hemos tenido mucho tiempo para nosotros.

Abrí la puerta y la cerré con cuidado, dejé los regalos que le traía desde Mexico encima de la mesa y caminé al cuarto, escuché la regadera y sonreí, pero mi sonrisa se borró cuando una carcajada de mujer salió también.
Mi corazón empezó a bombear y mi estómago a contraerse, con todo el esfuerzo que reuní abrí la puerta del baño y verlo ahí de esa forma con otra mujer me partió en dos.
El levantó su mirada y en sus ojos pude notar sorpresa.
Ese era el punto sorprenderlo pero no de esa forma.
Camine hacia la puerta ignorando sus gritos, no son antes dejar el anillo en la mesa , tomando mis cosas y la poca dignidad que me queda.
Tome un taxi y me dirigí al hotel.
Llegue al cuarto y mi hermana que estaba ya lista para salir me miro y supo que algo pasaba por que reaccionó y dijo

-¿Que te hicieron sis ?

⁃ No quiero hablar de eso, solo vamonos porfavor.- conteste tragándome mis lagrimas.
Recogimos las cosas del hotel y llame a Lesley explicándole las cosas y repitiéndole que las cosas no iban a cambiar entre nosotros.

-Se que no quieres hablar de eso pero necesito saber que le voy a decir a papá si se entera que vamos de regreso Vale.

-No le digas Sam, vamos a otro lado, ahorita vemos a donde.

Al llegar al aeropuerto vimos los vuelos a México, obviamente no íbamos a volver a San Luis , donde obviamente iba a ser el primer lugar donde iba a buscar Joel, así que nos decidimos por Culiacán Sinaloa. Mi hermana tenía ganas de conocer y yo necesitaba un respiro de todo.

Compramos los vuelos y regresamos a México. En em transcurso del viaje me di cuenta que no había llorado, no llore cuando lo vi, no llore cuando salí de ahí y tampoco cuando llegue con mi hermana.

Algo estaba pasando en mi que no dolía tanto, tal vez aún no asumía la situación.

Llegamos al aeropuerto y caminamos hacia algún taxi disponible y pedimos que nos llevara a un hotel en el centro para más facilidad.

Como ya era tarde, no salimos, solo dormimos y bañamos, pero a mitad de la noche los recueros invadieron mi mente y lloré, lloré el resto de la noche, por no haber sido suficiente para el, por no haberme dado cuenta antes y por organizar esa estupida sorpresa donde la sorprendida fui yo.


No supe a qué hora desperté pero supuse que ya era tarde por que mi hermana no estaba y los rayos del sol entraban por la ventana.
Me quede algunos minutos pensando pero después decidí que era mejor darme un baño y buscar a mi hermana para ir a comprar algunas cosas  que necesitábamos.

Cuando salí de la ducha prendí mi celular del cual me había olvidado por completo, ignoré todos los mensajes y correos de voz del número de Joel y me dispuse a bloquearlo de todos los medios posibles.

Mi destino eras tú (Markitos Toys)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora