3. Reunión en mi casa.

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Caminaria a casa se Emmy y de ahí nos iríamos con Román que parecía tardar una eternidad, yo merecía tener mi propio auto pero mi padre decía que era un peligro para la sociedad, al menos cuando estaba al volante, como se supone que aprendería sin nunca me dejaban.

Cuando abrí la puerta y di un par de pasos mi vecina me abordo, parecía estar esperando por mi, Sisene, la verdad era que no me importaba su vida amorosa con uno de los mejores amigos de su hermano que era unos años menor que ella, eso era lo de menos, lo que realmente debía ser lo de más era el que se besaran en plena calle sin importar ser visto, creo que no esperaban ese pequeño detalle.

- Hola Peyton - estaba nerviosa.

- Hola - susurre sonando apenada, no me agraba estar en esa situación.

- Oye respecto a lo de ayer.. yo..

- No tienes porque darme explicaciones, no es de mi incumbencia, no fue mi intención verlos - agrego mirándola, desde hace años que no estaba tan cerca de esa chica, ya era toda una mujer, una realmente hermosa, Sisene era inteligente, con un cuerpo de encanto, su piel morena, sus pequeños ojos negros cubierto por unas largas pestañas, una larga cabellera negra como el azabache que llegaba más allá de su cintura, no culpaba a Cedric por haber perdido la cabeza, la chica estudiaba psicología, trabajaba y tenía una campaña que brindaba ayuda a adolescentes con depresión, Emmy tenia una gran competencia.

- Lo se Peyton, te conozco desde que éramos una niñas, pero.. ¿no se lo dirás a Zev? - a lo mejor ella creía que Zev y yo aun seguíamos siendo amigos, no los mejores pero quien iba a imaginar que nuestra amistad se acabaría del todo.

- No, yo y Zev no hablamos - ella me escudriña y sonrie.

- Estas muy hermosa - siento que mi estomago se estruja, cuando te juzgas por tanto tiempo y recibes un halago es verdaderamente gratificante lo que sientes, pero no dejas de sentirte avergonzada por alguna razón sin sentidos.

- Pero si no quieres que el acabe por entrenarse deben ser más discretos - ella asiente menos nerviosa, más tranquila.

- No creo que vuelva a suceder, fue un arrebato - claro, sus ojos decían otra cosa.

- Lo que tu digas - nos miramos sin saber que más decir.

- bueno creo que ya debes irte, yo voy regreso a la universidad, cuídate mucho Peyton, fue bueno verte - me sonríe y lo hago de vuelta para ambas tomar nuestros caminos.


.....


- ¿Crees que deba acercarme? - no se que decir así que sonrio, una sonrisa torcida que no llega a iluminar mi rostro, no creo que se vea buena idea que Emmy se acerque a Cedric, no después de lo que vi, pero no podía decírselo, aunque era mi mejor amiga y no creía que fuera a difundir el rumor.

Me debatía en que hacer cuando Cedric llego a nuestra mesa, pase saliva.

- Peyton podemos hablar - asiento levantandome y viendo la mirada de ¿Que demonios? De Emmy, si debía contarle.

Camino siguiendo a Cedric hasta las afueras del cafetín, no puedo creer que en mi segundo día de clases ya allá tenido varios encuentros con esos tres amigotes, ojalá todos fueran sido con Zev, lastimosamente lo de Thomas parecía ser más una broma, Zev no parecía tener ni idea de mis sentimientos por el, me sentía aliviada pero a la vez me hubiera gustado que fuera sido cierto, al menos tendría la prudencia de no acercarse a Amor para no lastimarme, conociéndolo se que fuera actuado así, pero no.

Cuando Cedric se detiene yo también lo hago y entonces él me encara, es muy bonito, su piel es tan blanca y tersa, sus verdes me miran esperando que diga algo, hay culpa en su mirada, tal vez miedo, temor por Zev.

Amo tus kilos demasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora