.Bad Mood.

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Derek observo al resto de la manada como si estuviesen bromeando, haciendo su típico arqueo de cejas y frunciendo la boca ligeramente. Aunque bueno, en el fondo sabía que no lo hacían, pues era un lobo y era fácil saberlo.

— No entiendo -apretó un poco más la mano de Stiles bajo la suya- — Scott que diablos sucede? -casi murmuró.
— Yo...yo no lo sé...no tiene explicación...por lo menos no alguna dentro de mi conocimiento -confeso, observándole ligeramente perdido.
— Iremos con Deaton, esto no se puede quedar así -ordenó Stiles.
— Stiles tiene razón, podría ser algo grave -añadió Lydia.

La manada entera observo detenidamente a Derek, dejando el lugar en un eterno y profundo silencio, mientras esperaban alguna clase de repuesta.

Por alguna razón este parecía estar pensando un millón de cosas, lo cual realmente preocupa a todos.

— Estaré bien -soltó Derek, causando algo de molestia en el resto- — Debe ser otro efecto del wolfsbane, solo eso, ya no me duele nada, mi pulso está bien, no estoy sangrando ni nada por el estilo, demos por terminado el asunto -suspiró con pesadez.

Su lobo realmente no estaba de humor para ser analizado, picoteado o lo que sea de pies a cabeza, pues fuera de aquella extrañeza se sentía 99% bien, ya había estado apunto de morir las veces suficientes para saber que estaba bien o más o menos.

Por supuesto ningún lobo/coyote replicó pues podían oler el terrible humor de Derek a kilómetros, Derek podría ser alguien muy terco y mucho más de mal humor. Lydia por supuesto no dudo en enviar un mensaje al veterinario y por su parte Stiles no dudo en apartar su mano de la de Derek, cruzarse de brazos y mirarle a los ojos con seriedad. Si Derek era terco, el sería el triple.

— Iremos con Deaton -le ordenó de nuevo- — No dejare que la salud de mi hombre lobo esté en riesgo, así que más te vale llevar tu trasero a esa estupida veterinaria....-soltó en tono de madre molesta.
— HEY! Yo trabajo ahí -se quejo Scott.
— Ahora no Scott -le señaló con el dedo para luego volver al mayor- — Por qué si no lo haces yo te...-sin importarle sus amenazas Derek le tomó del rostro interrumpiéndole.
— Stiles...realmente no estoy de humor -intentó soltar tranquilamente- — Mi lobo no quiere, te juro que no está tanto en mi...sino en él...-suspiró, para luego acortar la distancia y besarle.

Aquella faceta de Stiles realmente encendía algo dentro de su interior.

— Si lo obligas -añadió- — Podría salirse de control...podría lastimarlos...lastimarte...esto no es como cualquier otra ocasión...realmente no está de humor -confesó.
— Pero Derek, estamos preocupados...y si es algo malo? -le observo con el ceño ligeramente fruncido.
— No hay de que preocuparse -interrumpió Lydia- — Le he mandado un mensaje a Deaton y dice que no es necesario revisarlo, que es solo un efecto causado por el wolfsbane -contó con una sonrisa aliviada.
— Y cómo pudo olerlo Stiles? -preguntó Malia confundida.
— Pues...-mordió su labio ligeramente- — Me ha dicho que tiene un par de teorías, pero prefiere hablarlas con ellos en otra ocasión -sonrió incómodamente.
— Bien...bueno tenemos a un lobo de mal humor...sigamos con lo que hacíamos antes de todo esto, no queremos empeorarlo -sugirió Liam.

Nadie quería ignorar la situación pero tampoco querían causar problemas, así que decidieron dejarla de lado, solo por el momento claro, el lobo de Derek podía llegar a ser muy explosivo, no era muy buena idea presionarle.

Y sin más, la manada comenzó a hablar de cosas random para disipar aquella pesadez en el ambiente.

— Prometes que estarás bien? -susurró Stiles con preocupación.
— Lo prometo -volvió a tomar su mano con suavidad.

Y con un pequeño asentimiento Stiles giro la mirada hacia la manada y comenzó a charlar con ellos, intentando no pensar más en el asunto.

No mucho después Derek se dio cuenta de un pequeñísimo detalle...de alguna forma había olvidado darle el anillo. Esperando tener un poco de suerte, disimuladamente palpó sus bolsillos, dándose cuenta de que afortunadamente en un momento de distracción lo había empacado. Excusa perfecta para distraerle un poco del asunto.

— Stiles...-murmuró interrumpiéndole, a la vez que introducía su mano libre a su bolsillo.
— Sucede algo? Te sientes mal? -le observo preocupadamente.

El mayor solo sonrió ligeramente, por algún motivo aquellas simples preguntas habían mejorado ligeramente su humor. Stiles y la manada le observaban expectantes, como si en cualquier momento este fuese a soltar la noticia más importante del universo.

— Aunque no lo creas me encontraba bastante nervioso durante nuestra cita...y creo que se me pasó un pequeño detalle -casi susurró.
— Qué sucede? - esta vez le observo ligeramente nervioso.
— Esto es para ti -sin más saco la cajita.

Toda la manada estaba sorprendida, -a excepción de Lydia quien estaba sonriendo increíblemente orgullosa- y no pudieron evitar colocar sus ojos sobre aquel objeto como si de una bomba de tratase.

— Sabía que me amabas, pero no tenía ni idea de que tanto como para pedirme matrimonio así de rápido, digo apenas me pediste que fuese tu pareja ayer -bromeó.
— Derek...-murmuró Scott- — Creo que deberías hablar con Noah primero...digo...ya sabes...podría matarte por tomar a su único hijo sin permiso -casi balbuceó, ligeramente perdido.
— No me estoy proponiendo chicos -soltó una pequeña carcajada.
— Espera...entonces no habrá boda? -preguntó Liam con un puchero- — Ya estaba pensando en el pastel...-suspiró con un poco de tristeza.
— No me refiero a eso...-observo a Stiles de reojo- — No por ahora...-sonrió ligeramente.

Su humor había mejorado un poco más, pues al soltar aquello el corazón de Stiles se aceleró con locura y el aroma del ambiente se había puesto mucho más dulzón (sin tomar en cuenta de que ya era realmente empalagoso gracias al extraño aroma de Derek)

Sin perder mucho más tiempo, deslizó su pulgar sobre la tapa y con algo de agilidad la abrió en un segundo.

— Der...es precioso...-soltó en un hilo de voz.

No pudo evitar sentirse ligeramente sensible, jamás en su vida había recibido un regalo tan preciso y valioso (sentimentalmente).

— Me alegra escuchar eso -le sonrió apenado- — Me permites ponértelo? -casi susurró, recibiendo un asentimiento rápido y una mirada brillante por parte del contrario.

Y sin más Derek lo tomo con delicadeza, como si este fuese a romperse en cualquier momento, para luego elevar un poco la mano de Stiles y colocarlo lentamente sobre su dedo. Finalmente cuando este se encontraba en su lugar, ambos se observaron, con los ojos ligeramente brillantes y el corazón latiendo al máximo.

Ninguno podía creer lo que estaban viviendo justo en ese momento.

Lamento la tardanza! El virus cambió muchas cosas en mi familia y tengo que cuidar a mis sobrinos mientras sus papás trabajan y realmente absorben casi todo mi tiempo.

Espero que les guste. Abrazos de oso.

Uh...Dad, I Got My Boyfriend PregnantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora