Latidos del Corazón es la historia de Amaia Evans una chica que trabaja en una clinica donde se desempeña como doctora y enfermera ayudando a los más necesitados .
Jack Hilton es un hombre atractivo con una mente brillante siendo una eminencia en...
Todo salió como me lo esperaba, al ver a mi chupetica de ajo en la azotea tan vulnerable mi corazón latía fuerte, expresé todo el amor que tenía acumulado desde que la conocí.
Las palabras fluían cada vez que recordaba como ha influido Amaia Evans en la familias Hilton y en especial en mi vida, logró ganarse el cariño, el respeto y mi amor.
Me siento un hombre completo por tenerla a ella como mi esposa, como mi mujer la única que conoce mis debilidades y fortalezas.
No me cansó de admirar su belleza, de tocarla, de besarla, ahora no hay nada que impida nuestros amor y estar juntos.
__ ¡Buenos Días mi amor! ¿tienes rato despierto?
__ No mucho, estaba embobado admirando tu belleza y lo serena que dormías. ¡Buen día querida esposa!
__ Dime que no es un sueño Jack, no puedo creer que sea tu esposa.
__ No es un sueño, es una realidad mi amor.
__ Todo ha pasado tan rápido, a penas habíamos aceptado que estábamos enamorados y ahora estamos los dos juntos en nuestro primer día como esposos. ¿Cómo te sientes como un hombre casado?
__ Pensándolo bien, creo que me precipite por que no será fácil tener una esposa con el temperamento de la chupetica de ajo, cuando la conocí en vez de besarme lo que hizo fue reclamar.
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__ ¡Jack! No me hagas reír, lo menos que me provocaba era besarte, estaba tan molesta que quería darte una cachetada por ser tan odioso y con ínfulas de galán creyendo que todas las mujeres se le rinden a sus pies.
La risotada de mi marido abarcó toda la habitación....
__ Estaba preocupado por mi abuelo y justamente mi esposa me hizo tal reclamo que logró alterar mis emociones.
__ Entonces, debes agradecerle a mi temperamento por haber alterado tus emociones.
__ Me fascina tu temperamento, me vuelve loco....
__ Pensándolo bien el chicle amargado no estaba tan mal, resaltaba su elegancia, parecía un modelo de pasarela, pude haber considerado besarlo.
__ Ahora puedes besarme las veces que quieras.
__ Ahora no tendré compasión con mi chicle amargado, no solo lo voy a besar, lo voy tener dentro de mi las veces que quiera, por cierto las chupetas traen el chicle por dento.
Volvimos a reír hasta que Jack me tomó entre sus brazos y me besó apasionadamente.
__ Y yo encantado de estar dentro de ti las veces que quieras...
El juego de palabras, se convirtió en realidad, El chicle amargado se apoderó completamente de la chupetica de ajo.
