Latidos del Corazón ⚕️💓

¡La Sorpresa!

__ Al siguiente día....

Jack;

Después del encuentro familiar en la casa de mis padres me instalé en mi apto. A pesar que vivo en Canadá mantengo el inmueble para alojarme cada vez que viajo a Estados Unidos.

Había quedado en visitar a mi abuelo a primera hora para saber el diagnóstico de su salud y quién más que su médico para que me informe.

Al llegar a la clínica solicité en recepción el nombre del médico.

__ Buenos Días señorita por favor me indica quién atiende al paciente de la habitación 5050.

__ ¡Buen día! ¿Usted es?

__ Soy un familiar Jack Hilton.

__ Es la doctora Amaia Evans.

__ ¿Cómo hago para ubicarla?

__ Dentro de media hora hará la visita medica al paciente.

__ Perfecto, ¡Gracias!

Solo debía esperar en la habitación con mi abuelo para conocer a la Doctora Evans, mientras caminaba por el pasillo, escuchaba la risa de mi abuelo.

Cuando ingresé a la habitación me llevé la tremenda sorpresa.

__ Buenos Días abuelo te escuché reír desde el pasillo.

__ Jack ven te quiero presentar a mi doctora.

Amaia:

En horas de la mañana inicié la ronda de chequeo como enfermera y me detuve en la habitación 5050 para saludar a mi paciente gruñón.

__ ¡Buenos Días! ¿Cómo amaneció mi paciente favorito?

__ Amaia Buen Día, Me siento de maravilla y me siento muy feliz.

__ ¡Qué bien! Excelente escuchar que se siente feliz ¿y se puede saber a qué se debe?.

__ Mi nieto vino a visitarme. Ese muchacho lo quiero como un hijo.

__ Que lindo escucharle decir como quieres a tu nieto. Me hubiese gustado tener a mi abuelo vivo, nunca llegué a conocerlo.

__ Estaría encantado de adoptarte como mi nieta.

__ Gracias Harold sería un gusto.

__ Realmente eres encantadora Amaia, tienes el don de ganarte a las personas. ¿Te acuerdas cómo nos conocimos?

__ Por supuesto, si eras mi paciente gruñón y testarudo.

__ La verdad es que estaba enojado y amargado por mi salud. Siempre he sido una persona independiente y al suceder lo de la parálisis, me sentí como una carga para los demás.

__ Es normal Harold y sé que no es fácil, lo importante es que te has recuperado y pronto te daremos el alta.

__ Gracias a ti Amaia por tu perseverancia y pasiencia de atender a un viejo gruñón pero guapo.

Los dos reímos del comentario de Harold.

__ ¿Te has sentido bien con el tratamiento del oxigenante para el cerebro? ¿No has sentido mareos?

__ No, me he sentido bien.

__ ¿Y la movilidad?

__ He caminado apoyado con el bastón.

__ ¡Perfecto! Tendrás que utilizarlo por unos meses hasta que no tengas necesidad de usarlo.

Harold se quedó mirando en silencio y me comentó;